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Los enfrentamientos entre grupos del crimen organizado y los ataques a corporaciones policiales colocaron a Chihuahua como el sexto estado más violento del país durante octubre, según datos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).

De acuerdo con el reporte oficial, entre el 1 y el 17 de octubre se registraron 59 homicidios en la entidad, lo que la ubica detrás de Guanajuato, Estado de México, Michoacán, Baja California y Sinaloa.

Top 10 de estados con más homicidios (1 al 17 de octubre)

Guanajuato – 78

Estado de México – 72

Michoacán – 64

Baja California – 62

Sinaloa – 61

Chihuahua – 59

Morelos – 50

Veracruz – 46

Puebla – 45

Sonora – 43

El reporte diario de la SSPC indica que el viernes 17 fue el día más violento del mes, con nueve homicidios, seguido del 1 de octubre, con ocho. Los días 6 y 13 también destacaron con seis homicidios cada uno.

El 15 de octubre fue el único día sin homicidios registrados, mientras que en otras cinco fechas —5, 9, 10, 11 y 12— se contabilizó solo un caso por jornada.

Durante el mismo periodo, Chihuahua ha encabezado en cuatro ocasiones el registro del “día más violento” a nivel nacional: el 1 de octubre (8 casos), el 2 (5), el 7 (5) y el 17 (9).

Violencia por todos lados

En los últimos días, los hechos de violencia se han concentrado en la región occidental del estado, especialmente en municipios que colindan con Sonora.

En Moris, un convoy de 16 policías estatales fue atacado por un grupo armado, lo que dejó tres agentes muertos. Hasta ahora, nueve presuntos integrantes del grupo delictivo han sido detenidos, aunque ninguno enfrenta cargos por homicidio.

En Buenaventura, al noroeste del estado, las fuerzas estatales abatieron a cuatro civiles armados que mantenían un retén vehicular clandestino cerca del poblado de Flores Magón.

Por su parte, Ciudad Juárez tampoco ha estado exenta de la violencia: el 4 de octubre, tres personas fueron asesinadas en un terreno baldío de la colonia Kilómetro 20. La Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) reportó la detención de tres presuntos responsables del multihomicidio.

Aunque no se reportaron víctimas mortales, un tiroteo que se prolongó más de cuatro horas causó alarma en Guachochi el 16 de octubre. Hasta ahora no hay detenidos.

El Partido Acción Nacional (PAN) dio un golpe de timón a su historia política. Durante un acto celebrado en el Frontón México, el dirigente nacional Jorge Romero Herrera anunció el rompimiento con las alianzas que marcaron los últimos años y prometió un relanzamiento del partido basado en la participación ciudadana.

“Comenzamos hoy una nueva era en donde el futuro de Acción Nacional no depende ni dependerá de ninguna alianza partidista, ni pasada, ni presente, ni futura”, declaró Romero, en un discurso que buscó cerrar el ciclo del llamado “PRIAN”, el pacto histórico entre el PAN y el PRI que marcó décadas de alternancia y colaboración política.

El dirigente delineó tres ejes para el nuevo PAN: afiliación abierta y digital, selección democrática de candidatos mediante votación ciudadana, y un relevo generacional que impulse nuevos liderazgos.

Según Romero, estas medidas buscan reconectar al partido con la sociedad y distanciarlo de los acuerdos cupulares que, reconoció, lo alejaron de la gente.

“Vamos a construir una alianza solo con la ciudadanía, con la gente libre que quiere defender a México”, enfatizó.

El mensaje, cargado de simbolismo, fue pronunciado justo en el mismo recinto donde se fundó el PAN hace más de ocho décadas. Con ello, Romero buscó proyectar una narrativa de regreso a los orígenes: un partido de principios, no de conveniencias.

La decisión implica un giro profundo en la estrategia electoral del blanquiazul. Sin coaliciones, el PAN deberá reconstruir su músculo político desde la base, apelando a su militancia y a los votantes que se alejaron por considerar que el partido se diluyó entre pactos con el viejo régimen.

El futuro del PAN dependerá ahora de si logra transformar su discurso en acción y volver a conectar con una ciudadanía que, más que partidos, exige causas.

Una célula criminal integrada por jóvenes, entre ellos tres menores de edad, fue desarticulada la noche del viernes por agentes de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) en Nuevo Casas Grandes, tras un operativo que permitió el aseguramiento de un arsenal y un vehículo con reporte de robo.

La intervención ocurrió alrededor de las 22:44 horas, en la colonia Tribus, al norte de la ciudad, luego de que un reporte ciudadano alertó sobre la presencia de personas armadas en el lugar.

Los oficiales ubicaron y detuvieron a seis presuntos delincuentes: Jorge G. R., alias “El Lobo”, de 38 años; Luis Fernando V. M., “El Ferias”, de 16; Sergio Alberto O. C., “El Pollo”, de 22; David P. A., “El Güero”, de 16; Jocelyn L. M., de 17; y Ana F. T., de 23.

De acuerdo con la información oficial, en el sitio fueron aseguradas siete armas largas de diversos calibres, entre ellas un arma automática calibre .50; además de chalecos y cascos balísticos, cientos de cartuchos útiles, cargadores y fornituras tácticas.

También se recuperó una camioneta Chevrolet Pick Up 1500, modelo 2014, con reporte de robo del pasado 30 de septiembre.

Tanto los detenidos como el armamento y el vehículo fueron puestos a disposición del Ministerio Público Federal, por delitos relacionados con la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos y delincuencia organizada.

La SSPE destacó la rápida respuesta de sus elementos y reafirmó su compromiso con el combate frontal a la delincuencia, especialmente ante la creciente participación de jóvenes en grupos criminales.

La región occidental de Chihuahua, particularmente en los municipios serranos de Guachochi, Moris y Buenaventura, atraviesa una nueva escalada de violencia marcada por enfrentamientos entre grupos del crimen organizado, ataques a corporaciones policiales y la quema de vehículos.

En las últimas semanas, los tiroteos han sembrado el temor entre los habitantes de comunidades de la Sierra Tarahumara, donde la presencia de las autoridades ha resultado insuficiente para contener los hechos.

El saldo mortal comprobable hasta la fecha es de siete personas muertas en distintos hechos violentos: tres efectivos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) y cuatro civiles presuntamente vinculados a una organización delictiva.

A este recuento se suman los cuatro agentes de la SSPE lesionados durante la emboscada ocurrida el 7 de octubre en el municipio de Moris, donde una célula criminal atacó a un convoy de 16 policías estatales.

En esa misma semana ocurrió otro enfrentamiento entre grupos armados en Guachochi, del cual, de manera oficial, no se ha informado sobre personas muertas o heridas. El tiroteo se prolongó durante horas y, hasta este viernes, las autoridades únicamente habían asegurado vehículos calcinados o baleados y armas abandonadas.

Moris: emboscada que provoca una “declaración de guerra”

El 7 de octubre, un grupo de 16 agentes de la SSPE viajaba a bordo de dos camionetas con los logos oficiales de la corporación rumbo a la capital del estado, para efectuar un relevo de personal de rutina, cuando fueron atacados por sujetos parapetados en lo alto de una colina, según la versión oficial.

En el tiroteo murió la agente Ana Esmeralda Arteaga Arroyo. Posteriormente, en su intento por salir de la emboscada, una de las unidades cayó a un barranco, lo que provocó la muerte de los oficiales Germán Peralta Hernández y Jesús Roberto Morales Valle, además de dejar a otros cuatro agentes gravemente heridos.

Tras el ataque, el titular de la SSPE ofreció una conferencia de prensa en la que anunció el inicio de una “guerra sin cuartel” contra el narcotráfico, y afirmó que los agentes bajo su mando tenían la orden de detener a los responsables e, incluso, abatirlos si era necesario.

“No vamos a permitir que la delincuencia quiera fijar la agenda del Gobierno del Estado”, declaró enfáticamente.

En esa misma conferencia se anunció la detención de nueve personas identificadas como presuntos integrantes del grupo que perpetró el ataque: Diego C. P., Óscar Alexis B. R., Arnulfo C. M., Adrián T. E., Aldo Guadalupe M. A., Luis Ángel R. N., Antonio Ignacio A. A., Rafael F. R. y Michel Jimena T. E.

Sin embargo, en la vinculación a proceso dictada el 16 de octubre, únicamente se les imputaron cargos por posesión de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército, drogas y vehículos robados. Ninguno fue acusado de homicidio por la muerte de los agentes.

Durante los operativos, la SSPE aseguró 26 vehículos (21 con reporte de robo), 13 armas de fuego, 40 cargadores, más de 1,700 cartuchos útiles, seis paquetes con droga, tres vehículos con números de serie alterados y artefactos explosivos.

Terror en Guachochi por tiroteo que duró horas

Entre la noche del 11 y la madrugada del 12 de octubre, los habitantes de Guachochi vivieron horas de terror a causa de un prolongado tiroteo entre grupos armados.

Hasta el momento, las autoridades estatales ni la Fiscalía General del Estado han confirmado el número de víctimas; sin embargo, algunos medios locales reportaron ocho personas fallecidas.

Diversas zonas de la cabecera municipal, incluida la Glorieta de la Virgen, resultaron dañadas por disparos de armas de alto poder. Las autoridades localizaron al menos cuatro vehículos calcinados, lo que incrementó el pánico entre la población.

El párroco de Guachochi, Enrique Urzúa Romero, llamó a los pobladores a no “paralizarse por el miedo”.

“Me duele que como comunidad hayamos pasado nuevamente una noche aturdecedora por las balas”, escribió.

El obispo de la Diócesis de la Tarahumara, Juan Manuel González Sandoval, respaldó el mensaje y expresó su solidaridad.

“Comparto con ustedes el dolor por la violencia que hiere nuestras noches, pero también la fe que los sostiene y la esperanza que no muere”, sentenció.

El retén de la muerte: cinco gatilleros abatidos

Pocos días después del enfrentamiento en Guachochi, agentes de la SSPE enfrentaron a otro grupo armado en la comunidad de Flores Magón, zona conocida como El Dame, donde los elementos de grupos especiales detectaron un retén integrado por civiles armados.

De acuerdo con el reporte oficial, los agresores abrieron fuego contra los policías, quienes repelieron la agresión. El saldo fue de cuatro civiles abatidos, sin bajas ni heridos entre las fuerzas estatales.

En los operativos para dar con los agresores de Moris y restablecer el orden en la región participaron 200 elementos y 40 unidades de la Policía Estatal, según informó el titular de la SSPE, Gilberto Loya Chávez.

También se realizaron búsquedas aéreas con apoyo de 12 drones de vigilancia y dos helicópteros Bell 429 para recorrer la zona serrana de Moris y sus alrededores.

No obstante, pese al despliegue de recursos, la violencia no ha cesado. Las autoridades han logrado detener a nueve personas y asegurar vehículos, armas y droga, pero el fuego cruzado continúa dominando la Tarahumara.