¿Tesla en Chihuahua? ¿Pues no que no había agua? En medio de la disputa que se trae el presidente de la República y el gobernador de Nuevo León por atraer la inversión de Tesla para construir su nueva planta industrial, Chihuahua ya levantó la mano, pero de manera un tanto atrabancada.

Ayer, la secretaria de Innovación y Desarrollo Económico del Estado, María Angélica Granados Trespalacios, “Manque”, para los cuates, dijo que irán con todo por el paquete Tesla, que vale más o menos 10 mil millones de dólares.

“Manque” quiere la fábrica de Tesla “manque” no haya agua, factor que sirve al presidente para gestionar en favor de su natal Tabasco.

Dice la funcionaria chihuahuense que aquí hay de todo: mano de obra de primerísima calidad, comunicación rápida con el súper socio, los Estados Unidos, experiencia industrial en la fabricación de productos de alta tecnología y hasta una buena referencia que darle a la empresa de Elon Musk, pues en Juárez se fabrican los cerebros de los autos eléctricos de esa empresa, según lo dijo a Norte de Chihuahua.

Así, el gobierno estatal se metió a codazo limpio entre Nuevo León y Tamaulipas, los otros estados fronterizos que quieren fabricar autos eléctricos de la empresa de la “T”, esa no es de cuarta, ¡eh!

Sí, muy bien, nada más que esas entidades, al igual que Chihuahua, no tienen agua suficiente como para detonar un desarrollo industrial de esas dimensiones, según AMLO. Como decían en el colegio “quieren paleta y no la completan”.

Si el estira y afloja que se trae el gobernador Tik-Tok, Samuel García, y el presidente de la República que también parece gobernador de Tabasco, ya preocupó a expertos en materia de inversión extranjera, por el peligro de que don Elon les diga “ni con uno ni con el otro”, ahora va Chihuahua a abrirse paso a punta de empujones.

Bien por la aventada Manque Granados, pero aguas con ofrecer agua, porque ya sabemos que las presas, actualmente llenas, se vacían en lo que canta un verano y que los acuíferos subterráneos están de “mírame y no me toques”.

Lo decimos porque para pronto brincó Mario Mata, el presidente de la JCAS, a decir que Chihuahua “sí tiene agua”. ¡Ándale, ándale pues! Nada más que se acuerde la papalina que se armó en el 2020 por el poco líquido que quedaba en las presas.

 Cuidado con andar de alebrestados, no vaya a ser que a nivel central nos digan “¿pues no que no tienes agua para pagar el Tratado de Aguas con Estados Unidos?”.

Mejor váyanse con cuidado y amarren bien el poco líquido que tenemos.

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No fueron pocos -no, no, no- los que comentaron y hasta levantaron las cejas cuando vieron el gentío que se juntó en el Centro de Convenciones Expo Chihuahua para oír el informe de la presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Myriam Hernández Acosta.

“¿De dónde salió tanta gente”? se preguntaban. No faltó el que, poco en broma, poco en serio, dijera que hasta a los que estaban en audiencia se los llevaron para hacer “bola”, ja.

“¿Se habrán traído a todos los del caso Aras?” preguntó socarronamente uno de los cientos de asistentes.

Y es que no se estilaba, ni mucho menos, en aquellas épocas cuando el máximo tribunal del estado se llamaba “Supremo Tribunal de Justicia” y despachaba en un bien puesto pero modesto edificio de media manzana en el centro de la ciudad.

¡Qué tiempos aquellos! Decían, cuando el informe del Supremo atraía a decenas de jurisconsultos, a juzgadores de todos los órdenes, a algunos—no todos—los diputados del Congreso del Estado y a uno que otro político deseoso de echar grilla jurisdiccional, atraídos por la presencia del gobernante en turno.

El de este martes fue un informe lleno, a reventar, con camiones urbanos estacionados en las afueras del Expo Chihuahua, en espera de llevar de regreso a los “acarrea…”, perdón, a los invitados a un informe que importa más al especialista en Derecho que a la líder de colonias.

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Las señas que mandaron desde el viernes se aclararon más en la ceremonia que se aventó el Gobierno del Estado este miércoles, donde presentaron con bombo y platillo la “Primera Asamblea Ordinaria del Coplade y Primera Sesión del Comité Estatal de Información Estadística y Geográfica (PEEG)” (¿no encontraron un nombre más largo para un evento de una hora?).

Por lo que se ve, comentaron los que fueron a ambos actos, es que la presidenta del TSJ, enemiga “top ten” de Javier Corral, es la nueva consentida del Palacio.

Y para los que pensaron que la buena relación de la gobernadora con el presidente se iba a traducir en unos buenos entendimientos con la 4T local, se equivocaron. Los tratos deferentes de la gobernadora son hacia el presidente, el secretario de la Defensa y el de Marina, no más.

¿Qué no? Pregúntenle a Juan Carlos Loera, si es que lo alcanzaron a ver ayer en el presídium, hundido como estaba en una silla más baja que las demás, a la orilla de la mesa, casi casi en el “Altar a la patria”.

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El diputado coordinador de la bancada del PAN, José Alfredo Chávez Madrid, andaba de malas el pasado martes. No sabemos si por algo que dijo o le dijeron, o porque las cifras de homicidios y la deshonrosa colocación de Chihuahua entre las ciudades más violentas del mundo dejaron mal parado no solo al panismo chihuahuita, sino a la tan vanagloriada “Plataforma Escudo”.

Tan enojado estaba que cuando se le preguntó por el “Hit parade” de las ciudades con graves problemas de violencia, el diputado respondió casi a gritos, gesto descompuesto y enojo a flor de piel.

Del “eso es un problema nacional” no lo sacaron. No era para menos: las cifras que dejaron mal parada a la estrategia de seguridad pública del panismo local, salieron el mismo día cuando el exsúper secretario de Seguridad Pública del gobierno panista de Felipe Calderón recibió un revés judicial en Estados Unidos.

Con razón andaba tan de malas el diputado. A ver si no se sigue desquitando con el apacible diputado morenista Oscar Castrejón, al que ya ni la palabra en sesión le quieren dar.