Se ha puesto de moda el tema de los plagios académicos, lo que supone motivo de escándalo y, por supuesto, de remoción del cargo público que ocupan, si no es que de sanciones más severas.
Ya vimos cómo le fue a una ministra de la Corte que aspiraba a presidir nada menos que el Poder Judicial de la Nación por una acusación de plagio, y cómo las dos aspirantes a la silla presidencial han tenido que dar la cara por acusaciones similares.
Pero en Chihuahua, por lo visto, eso es peccata minuta, porque sucedió algo similar, si no es que peor, y “aquí no ha pasado nada”.
Esta columna, que no es bodega de secretos ni mucho menos, tiene en su poder documentos que prueban que la actual secretaria de Cultura del Gobierno del Estado, Alejandra Enríquez, se atribuye un título académico que no tiene ni por asomo.
El 19 de febrero de 2018, se firmó el convenio dentro de la Comisión Municipal de Patrimonio cultural del Municipio de Chihuahua” en el cual se tomó el acuerdo de colocar un monumento a Roberto Baden Powell de Gilwell en el parque “Las tres presas”, de esta ciudad.
Tanto al calce como al margen, aparecen las firmas de las y los seis funcionarios municipales que dieron validez a ese acuerdo, entre ellas la de la “Lic. Rebeca Alejandra Enríquez Gutiérrez”, en su calidad de directora del Instituto de Cultura del Municipio.
Ok, aceptamos que pudo ser un “zafín-zafado, que siempre es perdonado”, pero no, la mala costumbre ya venía desde antes: el 3 de julio de 2018, durante el gobierno municipal interino de Marquito Bonilla, firmó, ¡Ooootra vez! Como Lic., en el acuerdo del Consejo de Prevención social de la violencia y delincuencia del municipio de Chihuahua”.
Desde su nombramiento como directora del Instituto de Cultura Municipal, hubo reacciones de activistas y promotores culturales por el nombramiento de una persona que, como Alejandra Enríquez, no tenía estudios acreditados ni de nivel licenciatura ni una trayectoria cultural conocida.
Desde el 2016, cuando inició en esos menesteres, y hasta hoy, han pasado siete años y aún no termina la licenciatura. Eso es lo de menos, lo demás es que firme con un título que no tiene.
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Ya se aproximan las fiestas decembrinas y los supermercados y tiendas departamentales se apresuraron tanto a la fecha que sacaron a la venta los adornos navideños junto con los del Halloween y hasta con los del día de muertos.
Qué bueno que al menos haya alguien listo para festejar algo el próximo diciembre, porque la UACh tendrá dos celebraciones en “el mes más feliz del año”: la fecha de su fundación, y los dos años de retraso que lleva la biblioteca universitaria.
Esa instalación debió quedar inaugurada y puesta en operación desde el 6 de diciembre de 2021, es decir, dos días antes del aniversario número 67 de la fundación de la UACh.
Pero no hubo tal. Aquel 8 de diciembre se festejó a las “Conchitas”, por ser día de su santo; los beatlemaníacos lloraron la muerte de John Lennon en su aniversario luctuoso y la universidad pública más grande del estado recordó el día de su fundación, en el año de 1954.
¿Y la biblioteca? Bien, gracias. Ese día debió tener al menos dos días de haber sido entregada a la UACH, como lo informó la propia universidad en la solicitud de información vía transparencia, marcada con el número 16752021, recibida el 19 de agosto de aquel 2021.
Vale aclarar el punto: en la respuesta que dio la UACh a la solicitud de información antes mencionada, se le informa al peticionario que la fecha de la inauguración quedará pendiente: “se buscará agendar con el Sr. Rector la fecha de su inauguración”.
Sí, nada más que ya pasaron casi tres años y ni biblioteca y mucho menos inauguración. O lo que es peor, ni servicio para los usuarios.
De aquel entonces y a la fecha han pasado ya tres rectores: Luis Fierro, removido antes de terminar su período; Jesús Villalobos Jión, interino y el actual Luis “Sport Billy” Rivera Campos… y aún no pueden “agendar” ¿será porque no está terminada?
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La bien querida feria “Expo Gan” inició ya desde el pasado viernes 6 de octubre y los criadores de caballos ya se aprestan para exhibir a sus mejores ejemplares, y a alistar a sus “cuarto de milla” para que compitan en las esperadas carreras que se verán en fechas próximas.
Nos cuentan que un conocido político, ex servidor público y enamorado de las carreras de caballos se apresta ya para exhibirles a todos los paseantes sus finísimos ejemplares de caballos “Appaloosa” y pinto que seguramente serán la delicia de paseantes y conocedores de la hípica.
Sin embargo, ese mismo experimentado equino técnico y expolítico que alguna vez estuvo de moda se guardará lo mejor de su cuadra para mejor ocasión.
Cercanos, muy cercanos al criador de caballos nos dicen que tenía listos sus “cuartos de milla” para competir en la pista de 402 metros de largo de la feria, pero no los va a inscribir.
¿Por qué?, le han preguntado familiares y amigos, entre azorados e incrédulos. La respuesta es simple, al menos para él: porque en este año correrán los caballos del empresario más encumbrado de sexenio, y pues no quiere verse en la penosa situación de ganarle una carrera.
Ya sabemos a qué grados se inflan—y se desinflan—los egos de los competidores, pero sobre todo los de caballos, así que no vaya a ser la de malas y en una de esas le dañe su “susceptibilidad”.
¡Total, que hay Expo Gan para rato, ya vendrán años más propicios! Por lo pronto, a ver deleitar la vista con esos hermosos Appaloosa.
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Nos cuentan que ya está en proceso una modificación a la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado de Chihuahua para ponerle un “hasta aquí” al comodísimo “Home office” que se traen algunas y algunos diputados de la actual legislatura.
La modalidad de presencia virtual, es decir, que se conectan con la sesión desde la comodidad de su hogar a través de la “camarita” de su laptop, se instauró en los años 2020 y 2021 por razones más que entendibles.
Eran los años de la pandemia a causa del Covid-19, lo que obligaba a evitar las reuniones tumultuarias en espacios cerrados, por lo cual las reuniones a distancia fueron casi una norma en esa época.
Pero ¡bendita sea la hora! Las condiciones sanitarias ya son otras y no hay justificación para que sigan “presentándose” a trabajar desde su mullido sillón, lejos del ajetreo del recinto parlamentario.
La iniciativa de ponerle límites a la presencia virtual ya venía desde hacía meses, cuando la diputada Adriana Terrazas, ya como presidenta de la Mesa Directiva, pidió hacer las reformas conducentes para limitar ese tipo de prácticas.
Recientemente, la diputada Rosana Díaz propuso limitar las presencias virtuales únicamente en seis condiciones: Por razones de gestación; de lactancia materna o de nacimiento o adopción reciente de niñas, niños o adolescentes.
Las otras dos son muy conocidas en el ámbito laboral: por Enfermedad o emergencias sanitarias, y cuando su asistencia física esté impedida por causas de fuerza mayor.
Si no está presente en el recinto al menos la mitad del pleno, o sea, 17 diputados, no habrá quórum legal, y punto.
A ver si ya le paran y ahora sí se los traen de la oreja para que estén presentes en la sesión. ¡Mah!