Cuentan las malas—¡muy malas! —lenguas que el fiscal César Jáuregui Moreno se “descompuso “de su pancita a causa del coraje que hizo cuando supo que un juez federal le otorgó un amparo al ex gobernador César Dee Jay en contra del segundo proceso penal que se le sigue, por presuntos actos de corrupción.
Sea mito o no, lo que es verdad confirmada es que el encargado de perseguir el delito en Chihuahua estuvo enfermo de su aparato digestivo, y que el mentado amparo le cayó más mal que un plato de sandía a media noche.
Ahí sí que no quedó lugar para la especulación: en una entrevista colectiva, su subconsciente traicionero lo hizo referirse al juez “amparador” como “este güey “.
Correcto como es, Jáuregui sorprendió con esa referencia, dicha apenas unos momentos antes de decir que apelaría el fallo que dejó al ex góber con un pie fuera de San Guillermo.
Para colmo, como si el malestar estomacal no fuera suficiente, el viernes circuló una versión en el sentido de que la liberación de Dee Jay llegaría en cuestión de horas.
La “tremenda” Corte consideró que la segunda orden de aprehensión que lo vinculó a proceso penal en agosto del año pasado, atentó contra los derechos humanos a la legalidad, a la seguridad jurídica y al debido proceso, además de atentar contra el artículo 17, numeral uno, inciso c, del Tratado de Extradición entre México y Estados Unidos.
No era una absolución de los cargos de delincuencia organizada y peculado, agravados ambos, sino un cambio de situación que le permitiría continuar su proceso recluido en su domicilio, cualquier que esté sea.
La tarde del viernes avanzó y la “salida” del procesado no ocurrió.
Desde el Palacio de Gobierno mandaron decir que aquello era una “chirinola” y no más. Tal vez lo haya sido, pero ¡ah, ¡cómo se preocuparon!
Esto habla del nerviosismo que ha generado el caso del ex gobernador y el “peligro” de que salga del CERESO 1, así sea en calidad de libertad bajo caución.
La pregunta que flota ahora en el ambiente es ¿a quién le afecta más? ¿A Javier Corral, el gobernador que integró la averiguación en su contra?, ¿al actual gobierno, que lo mantiene en proceso?, ¿a la 4T, que tramitó su extradición, o al Poder Judicial, que le daría el pase de salida? Las apuestas apuntan a que nadie, salvo el procesado, saldría bien librado.
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Y ya a que hablamos del ex góber del periodo 2010 a 2016, el viernes pasado hizo circular una carta en la que llama a todos los chihuahuenses “bien nacidos” a luchar por su libertad, o sea, la de él.
A ver si entendemos: ¿los que no nos sumamos a esa lucha y permanezcamos en espera de que el juez de la causa dé su fallo, somos mal nacidos?
Más allá de ese manifiesto, auténtica joya del maniqueísmo, vale detenerse en el punto en el cual el procesado centra su demanda: su mal estado de salud.
En su carta, enumera todos los males que le aquejan:
Neumonía que, según su decir, le dejó graves daños; tres quistes renales que están creciendo exponencialmente, además de divertículos sangrantes en el intestino.
También dice estar urgido de una intervención quirúrgica: “Necesito con URGENCIA atención médica especializada en un ambiente adecuado para la recuperación”, exclama en su carta.
Terrible el panorama que describe el ballezano. Sin embargo, esa es la kafkiana realidad a la que se enfrentan todas y todos los solicitantes de atención médica en las instalaciones de salud pública.
Nada más como botón de muestra: a nuestros oídos llegó la queja de una paciente de neurología, urgida de una intervención quirúrgica para corregir una desviación de vértebras cervicales.
Pues bien, en el IMSS le programaron la cita para el mes de diciembre. Once meses de espera, si bien le va, y mientras, que se aguante y aplaque el dolor con Paracetamol, porque es lo que hay.
El ex hombre fuerte pide a los bien nacidos que le ayuden a salir para tener una mejor atención médica, cuando muchos de esos “bien nacidos” tal vez estén sin medicamentos, sin atención o en una larga espera de recibir atención de un especialista.
La defensa insiste en dos puntos: el mal estado de salud de su defendido y el tiempo que lleva recluido sin recibir una sentencia. Terribles ambas condiciones, pero en esa mismas están otras 23 mil 044 personas privadas de su libertad alrededor del país—según el INEGI—tienen males crónico-degenerativos.
También ellos necesitan, de urgencia, atención médica especializada.
Como dice el espléndido de la cantina, “igual para todos “.
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La Comisión Federal de Electricidad, que dirige Manuel “Simpatías” Bartlett, se puso en modo “ganga” y ofreció a los productores agrícolas de Chihuahua un catálogo de ofertas para que paguen sus deudas y eviten el penoso y molesto corte de energía.
Aprovechen, porque la oferta durará sólo este semestre, o lo que es lo mismo, mientras haya campañas electorales.
Fíjense nada más, si no es esto una especie de “julio regalado”: A los productores que deben hasta 75 mil pesos, que son más de la mitad de los deudores morosos, pagarán de “cash”, en una sola exhibición, sin firma de convenio.
¡Órale! A rascarle a la cartera y a buscar moneditas debajo del respaldo del sillón, porque esta oferta es por tiempo limitado.
Ahora que, entre 75 mil y 500 mil pesos, que son el 41% de los endeudados, se les pedirá un anticipo del 25% de su cuenta pendiente y el resto en “largas y olvidadizas” mensualidades, doce, para ser exactos.
¡Ni en la famosa tienda departamental que es “parte de tu vida” ofrecen esas rebajas!
Ahora que, si quieren hasta 18 meses de plazo, deberán aumentar la suma a pagar en calidad de pago inicial.
Los productores, a su vez, han propuesto que se les permita hacer pagos trimestrales, no necesariamente cada mes, pero que cubran el adeudo todo en un año.
En esos casos, la CFE se comprometió a estudiar la contrapropuesta y responder.
¡No deje pasar esta oportunidad, disponible sólo por esta temporada, por apertura—de campaña electoral—o si no, se las volverán a ver con un Bartlett “reloaded”, que no descansará hasta cobrarles hasta el último centavo!
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El “Señor ‘X’” viene a ponerle su tacha a la 4T en Chihuahua, en una visita relámpago programada para el jueves 7 de marzo próximo.
Claudio X González, hijo del magnate del papel y los pañales desechables, del mismo nombre, estará en uno de los salones del hotel preferido de los grillos para hacer sus conferencias y presentaciones. Es uno que está a espaldas de la Catedral, para mayores señas.
Si bien el señor “X” llega, como es costumbre, sin la insignia de partido alguno, es de todos conocido que trae tres en su mano, que son los perfilados por la línea del neoliberalismo, a los que logró unir en coalición para disputarle el poder al presidente AMLO, su partido y rémoras que lo acompañan.
Nos cuentan que el acto estará a cargo de organismos empresariales, esos que se dicen libres de colores partidistas, pero que, a la vuelta de la esquina, sus dirigentes aparecen con tamañas candidaturas a cargos de elección popular, regularmente, por el PAN.
Ahí estará el hombre del cabello cano y largo, suelto al viento, que aparece en las fotos en los actos del frente partidista que se juntó para tratar de impedir que la 4T renueve contrato por otros seis años.
El llamado, según dice el lema de su conversatorio, es a que la gente salga a votar este 2 de junio.
Sin embargo, la oración con la que hacen el llamado, ausente de signos de puntuación, queda a la mejor interpretación de quien lo lea: “YO SI VOTO FALTAS TU!”, así, como en inglés, con un solo signo de admiración.
Atentos a lo que diga el señor “Tacha”, pues.