Bien dicen que el buen embustero primero se cree sus mentiras y luego las cuenta, si no ¿cómo le hace para convencer a los demás de sus cuentos?
El saco de buen mentiroso le viene a la medida al exgobernador César D. J., quien no tuvo empacho en decir que amasó una cuantiosa fortuna de 100 millones de pesos -centavos más, centavos menos-, a punta de vender ¡autos chuecos!
Hágame el bendito milagro: ni las agencias venden tanto como para que el dueño se eche toda esa masa de dinero a las cuentas y se compre, además, un rancho de 13 mil hectáreas, como el que le incautaron al ballezano.
Sin embargo, cuando uno veía a César D. en cadena nacional jurando su inocencia, hasta ganas daban de creerle de lo convencido que estaba.
El recuerdo de aquel súpervendedor de “chuecos” viene a la memoria colectiva cada vez que alega algo en su defensa para ver si se le hace pasar el juicio en su contra desde su lujosa casa en el Country Club San Francisco.
Ya no sabemos si estamos ante un caso como el de “Pedro y el lobo”: cuando es verdad lo que dice, nadie le cree, mucho menos … “una loba como yo, sorry baby…”.
CLARA-MENTE viene al caso por la historia que se gastaron este jueves 2 de febrero en la audiencia intermedia que se le sigue por el desvío de más de 96 millones de pesos de la caja pública hacia cuentas manejadas a su entero gusto y conveniencia, como eran las de la Regional División del Norte del Estado de Chihuahua y Financiera División del Norte S.A. de C.V. SOFOME. N.R.
Sin el menor temor a la furia del Altísimo, ante el juez que sigue su causa, juró y perjuró que las condiciones del Cereso 1 no le permiten lograr su rehabilitación.
No, si no lo dudamos, sólo que falta decir de qué se va a rehabilitar: de los males que sufre, de los delitos que le imputan, o de qué.
Dice que, por estar dentro de un penal, no puede bajar de peso y que esa lonja sobrada no le ayuda a controlar su hipertensión. Desde su llegada sabemos que le ha entrado duro a los burritos ¿Qué no?
Ahora resulta que la comida del Cereso nada más lo engorda a él. Si lo que publicó la revista Proceso en septiembre pasado, de que tiene hasta su propio cocinero, vale preguntarse ¿pues cuánta manteca le pone a los frijoles ese tal chef?
Quiere decir entonces que no está sujeto a una dieta propia de una persona que sufre hipertensión y que además tiene lesionadas sus vértebras.
O, dicho en palabras del periodista Jesús Esquivel, que recibe trato “de rey” en donde debería estar sujeto a un castigo y a un proceso de reinserción social, como dice el nombre elegante que le dan ahora a la cárcel.
Si no se cuida dentro del penal, afuera menos. Nada más falta que le dejen salir del Cereso porque ha engordado. Esa sí que sería una nueva atenuante, como para modificar todos los libros de Derecho Penal.
El ahora acusado cuenta muy bien su mentira y tiene quién le ayude. Lo bueno es que el juez de la causa tiene una buena hoja de servicio y ya demostró que tiene los tamaños para encerrar a quien tiene toda la pinta de escapar de la acción de la justicia.
………………
En la audiencia de este jueves, el equipo de defensa de César D., lo intentó todo con tal de invocar a la compasión del juez de control Humberto Chávez Allende. Además de aludir al sobrepeso de su defendido, mandaron por delante al terapeuta Ricardo Molina Jacquez, quien le ayuda a rehabilitarse de las múltiples lesiones que sufrió cuando se cayó el helicóptero en el que viajaba hacia su rancho, allá por el 2015.
No está demás recodar que el helicóptero era propiedad del Gobierno del Estado y que lo usó para viajar a su propiedad.
El médico de marras dijo que su paciente está en tan malas condiciones a causa de su estancia en el Cereso 1, que ya los músculos de su cuello no sostienen el peso de la cabeza por la que esta se le va de lado.
Dicho en otras palabras: las lesiones que le causó el uso indebido de una aeronave del gobierno le sirven ahora para alegar su libertad.
Como les decía antes, el señor Duarte y su unidad defensiva pretenden reescribir la historia de la justicia penal y convertir la presunción del delito en una ocasión para conseguir trato de sultán, a cuenta del erario, y hasta con comodidades de hotel cinco estrellas. ¿Pues no que los penales del estado eran hoteles de cuatro estrellas, como lo llegó a decir cuando era gober?
………………
Prepárense para oír el fallo que emitirá el Tribunal Electoral del Estado sobre el caso del gobierno autónomo que pidió la colonia LeBarón, formada por mexicanos descendientes de norteamericanos que siguen la religión mormona.
Ni tardos ni perezosos, los informantes de esta Doña nos vinieron con el chisme de que se les cumplirá su capricho a los descendientes de Alma Dayer LeBarón, de tener su autogobierno, con su consejo de ancianos al frente y todo lo demás, incluido el permiso para practicar la poligamia.
¡Vaya pues con esta doble moral que nos cargamos! O sea que a estos habitantes de la patria mexicana se les concede todo: nacer en México, pero tener nacionalidad gabacha y mexa, a la vez; su gobierno propio (como si no hubieran puesto ellos al alcalde de Galeana) y su permiso especial para violentar el Código Civil del Estado, donde se dice con toda claridad que el matrimonio se contrae entre dos personas y nada más.
La justificación que se sacarán los magistrados del TEE es que la poligamia es “parte de su cultura”. ¡Válgame los discípulos del poliamor!
O sea que, si un mexicano sin doble nacionalidad se quiere casar con más de una, la ley se lo impide, pero si es LeBarón, hasta se le festeja. Dicho de otra manera: mientras que el mexa es un coscolino, el mormón es un “practicante de la poligamia”.
………………
La triste e indignante historia de la joven Mya Villalobos, apuñalada por un mozalbete criminal… ¡Oh, perdón!, por “un menor de edad imputado por el delito de homicidio” nos suena tan familiar que hasta parece que ya la habíamos oído.
A ver si cascan los hechos: un joven ataca a sangre fría a una mujer; luego, lo capturan, lo llevan ante juez y, por caprichos de la ley, sale libre. Luego, se fuga y no lo volvemos a ver, no al menos sentado frente a un tribunal para que se les aplique el rigor de la ley.
¿No nos suena familiar? ¿Se acuerdan de una jovencita que fue asesinada de la manera más cruel por su pareja, y que luego este fue liberado por el tribunal que lo juzgó? ¿y que después la madre de la víctima corrió con la misma suerte y el presunto homicida que dejaron ir, apareció después en una célula criminal?
Viendo el caso Mya no puede una más que acordarse de la pobre de Rubí y de su valiente madre, doña Marisela Escobedo. Tampoco se nos puede olvidar aquel Rafael Barraza, el acusado de matar a la joven y de tener algo que ver en el crimen que le quitó la vida a Marisela.
Algo está mal en el Sistema Penal del Estado, del país y del mundo, que al que mata o agrede a una mujer se le enseña la puerta de salida y hasta la ruta para que agarre monte y no lo volvamos a ver. ¡Qué barbaridad!
………………
Ojo, dueños y dueñas de autos nacionales, de esos que sí pagan sus impuestos y andan por la derecha. La Secretaría de Hacienda del Gobierno del Estado se ha cansado de decirnos que mejor vayamos a un súper o a una tiendota de abarrotes, a las que ahora les dicen “tiendas de conveniencia”.
La verdad es que no está tan fácil, porque el contribuyente debe pagar en efectivo, es decir, primero hay que ir a un cajero automático, sacar los billetes y después formarse en la caja del Oxxo, en la que sí sirve, porque ya sabemos que tienen dos, pero una es de utilería. Más vale que esta comunicativa Doña se los diga, porque la Secretaría de Hacienda no se da el tiempo de avisarles de ese pequeño detalle.