El “fichaje” de Javier Corral por parte de la aspirante presidencial, Claudia Sheinbuam, era algo que se venía acordando desde hace días, prácticamente al inicio de las precampañas, el pasado agosto.

Enterados nos comentan que los lazos entre ambos: el exgobernador y la aún jefa de Gobierno de la Ciudad de México se fortaleció con el nombramiento de Nathalie Desplas Puel como secretaria de Turismo de la capital del país, el 1 de julio de 2022.

Antes, Desplas, exgresada del Tec de Monterrey, campus Chihuahua, había despachado como directora de Turismo en el gobierno de Javier Corral.

Nos comentan que la cercanía con la actual abanderada de la 4T para suceder al presidente AMLO en la silla más grande e incómoda del país se había dado desde la época en la que ambos gobernaban sus entidades.

En agosto pasado, cuando la entonces aspirante hacía gira por Chihuahua, mandó saludos, así en privado, a Javier Corral y le agradeció que le hubiera recomendado a Nathalie Desplas.

No era el primer acercamiento del ahora expanista con la corriente morenista, pues ya desde antes, con la llegada de Mónica Vargas, exsecretaria de la Función Pública del gobierno corralista, a la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional Anticorrupción.

Había, además, una estrecha amistad con Beatriz Gutiérrez Müller, la esposa del presidente de la República, quien le dedicó una explayada carta de felicitación por la apertura de su librería, misma que exhibe Corral en una de las paredes de su negocio, al que ahora va a atender menos.

Desde la confirmación de Sheinbaum como la “coordinadora” de la causa de la 4T se hicieron los “amarres” y, finalmente, se oficializó su incorporación al equipo de la virtual candidata este sábado.

Ese día, se le presentó como parte de un grupo de trabajo donde departirá con el exrector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, o con Omar García Harfuch, el fallido candidato a gobernar la Ciudad de México, entre otras personalidades no del todo afiliadas a Morena.

La apuesta que se pone en la mesa desde ahora es si será inscrito en las listas de candidaturas plurinominales, o si lo pondrán en una oficina de nombre rimbombante, aunque de poco alcance. De esas hay muchas en el Gobierno Federal.

Lo que otros apuestan es si le va a alcanzar el tiempo para ser electo diputado antes de que la Fiscalía Anticorrupción de Chihuahua le eche el guante, si es que se avienta a hacerlo. 

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La telenovela de las magistraturas vacantes del Tribunal Superior de Justicia va para largo, con riesgo de convertirse en una suerte de “Los ricos también lloran”, versión jurídico-política.

Resulta que el amparo 2514 / 2023, solicitado por la jueza penal María Alejandra Ramos Durán, no solo detuvo la elección de seis de las siete magistraturas para las cuales ya se tenía integrada una terna, sino que echó por tierra todo el marco jurídico en el que se iba a basar ese procedimiento.

El juzgado de Distrito que falló a favor de la promovente estableció que la reforma al artículo 101 de la Constitución del Estado de Chihuahua, aprobada en el 2022, con la cual se basan para hacer la elección de esas nuevas magistraturas es inconstitucional.

¿Por qué? Porque según aquella modificación, se eliminó el examen a los aspirantes y en su lugar se integró una “Comisión Especial”, integrada por representantes de los tres poderes del estado.

Resulta que, para el juzgador federal, esa Comisión tiene carácter político, y no es una comisión técnica. El dato que señala la inconstitucionalidad radica en que, en este procedimiento, interviene el Ejecutivo y el Judicial, cuando en el ámbito federal es el Legislativo el que elige a los ministros de la Corte.

Así que, en una de esas y el nuevo fallo judicial obliga al Legislativo a regresar sobre sus huellas, reponer todo el procedimiento y reestablecer el órgano técnico que se encargaba de seleccionar a los magistrados del Poder Judicial.

Ya antes les habíamos dicho en este espacio que el asunto se iría hasta después de las fiestas de “Lupe Reyes”, si no es que, hasta los tamales de la Candelaria, pero por lo visto, se va a venir encontrando con los buñuelos… pero de la próxima Navidad.

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La base morenista de Juárez anda muy enojada con su partido porque, o no hay quién les atienda, o casi les gritan “no hay nadie” desde la lejanía.

Es increíble, pero en la frontera que gobierna esa agrupación, movimiento o como se llame, no tienen siquiera un comité municipal que se haga cargo de las operaciones, atender militancia o responder solicitudes. Nada, pues.

Quejas que nos llegaron por todas partes nos dicen que lo mismo pasa con la dirigencia estatal, cuya titular, Brighite Granados, lleva meses sin atender a nadie, y ni siquiera toma llamadas.

Bueno, nos dicen que ya ni su asistente contesta el teléfono. Ahora sí que, como diría el clásico: esos moños “no se los pone ni Obama”.

Lo que nos cuentan grupos de morenistas en el abandono –bien podría ser el nombre de una “tribu” al interior de ese partido– es que, desde que el profesor Martín Chaparro dejó la dirigencia estatal, no se ha integrado un comité municipal en juaritos.

Lo malo para los 4T del estado es que así, por el estilo, andan en otros municipios donde no tienen ni quién les tome la llamada.

En Chihuahua, decenas de militantes no saben que las oficinas del comité estatal ya no están en la calle Victoria y Segunda, sino en la Coronado y Cuarta, en el mismo centro de la ciudad.

Y de recibir atención, ni hablemos, porque es más fácil conseguir cita para sacar la visa que para tener una reunión con Brighite.

En Cuauhtémoc ocurre lo mismo, en Parral, por el estilo. Y eso que le tiran a ganar esos municipios con todo y sus distritos.

Algo debería aprender el partido guinda de lo que le pasó al blanco y azul: llegó al poder, pero nunca construyó una estructura sólida y pues así es muy difícil ganar elecciones.

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Fue tan pobre la respuesta a la convocatoria para integrar el Comité encargado de crear la comisión para prevenir la violencia contra las mujeres, que debieron “bajarle” a los requisitos.

¿Por qué? Porque inicialmente estaba dirigido a puros licenciados en Criminalística, pero no hubo respuesta, o sea, fueron muy pocos los que respondieron a la convocatoria.

Ante ese desaire, la Fiscalía General del Estado publicó una “Nota aclaratoria” en el Periódico Oficial del Estado para rectificar el perfil del integrante del Comité y dejarle simplemente en “licenciado en Criminología, o en Humanidades o en Carrera Afín”.

Como quien dice, “usted traiga su título, nosotros lo arreglamos”.

Y no es que no haya suficientes criminólogos en el estado, porque hay una licenciatura con esa denominación que se imparte al menos en una universidad de la capital.

Lo que no hay es interés por asistir a las convocatorias que hace el Gobierno para integrar órganos de procuración de justicia o de prevención del delito.