El reporte de la llamada “Comisión Independiente de Investigación sobre la Pandemia de Covid-19 en México”, durísimo contra la 4T, le colgó una medallita y hasta una estrellita en la frente al Gobierno de Chihuahua por sus acciones en contra de esa que ha sido la peor pandemia en las últimas décadas.
En un capítulo dedicado específicamente a nuestro estado, “El caso Chihuahua”, dice, se menciona al Gobierno local como uno de los pocos que sí tuvo una actuación acertada durante aquella época de emergencia sanitaria.
“El caso de Chihuahua destaca por una gestión más activa de la pandemia que otros estados, en parte obligado por su ubicación geográfica en la frontera con Estados Unidos”, señala.
“La regionalización temprana del estado en cinco zonas, con especial atención a las áreas fronterizas como Ciudad Juárez, ilustra una respuesta adaptada a las necesidades locales”.
¡Esas son porras, no habladas!
“Además, el Gobierno de Chihuahua estableció canales de comunicación efectivos con diversos grupos de actores”. Bien por Chihuahua. Ya veremos cómo se echan porras, vivas y hasta confeti al cielo con eso de que fuimos los bien portados durante la pandemia y que le pusimos la muestra a un Gobierno Federal que nomás no dio una.
Sí, nada más que se refieren al Gobierno de Javier Corral, ¿qué le hace? Dice, literalmente: “En abril de 2020, reconociendo las capacidades limitadas del sistema de salud estatal, el gobernador Javier Corral creó la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud”.
Luego, destaca que en aquel 2020, el Gobierno estatal “lanzó el Plan Emergente de Apoyo y Protección a la Salud, Empleo e Ingreso Familiar, dotado con una de las bolsas de recursos más cuantiosas entre los estados del país: 3 mil 400 millones de pesos”.
Ahora que, por otra parte, antes de que el corralato se eche a aplaudirse con una mano y darse palmaditas con la otra, tampoco hay cuentas muy agradables que digamos, pues Chihuahua tuvo elevados rangos de mortandad por Covid.
Menciona que más del 60 por ciento de los hospitalizados en el IMSS a causa del Covid-19 fallecieron y, en iguales proporciones, en el Issste. En los hospitales del estado, más o menos igual: poco arriba del 50 por ciento, y en los privados, arriba del 30 por ciento.
La verdad es que nadie tiene nada qué celebrar a propósito de esa terrible etapa de nuestra historia reciente.
Ojalá y a nadie se le ocurra salir a festinar y, mejor, se pongan a trabajar para –como dice el reporte– esto no vuelva a suceder.
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Ahora que está de moda “disculpar” a quien ya ha sido declarado culpable, vale recordar que el mentado Juan Carlos Moreno Ochoa, alias El Larry, sentenciado a 50 años de cárcel por su participación en el homicidio de la periodista Miroslava Breach, ha sido vencido dos veces en juicio, después de que sus testigos de descargo quedaron prácticamente puestos en ridículo.
Entre las hipótesis que planteó la defensa del homicida, hoy sentenciado, es de que su representado no pudo estar en la ciudad de Chihuahua aquel 23 de marzo de 2017, cuando ocurrió el asesinato, porque él se encontraba ese día y a esas horas en Chínipas, su municipio de residencia.
Para “probar” su decir, llevó a tres testigos que aseguraron ante juez que el mentado Larry estaba desayunando con ellos en aquel municipio serrano cuando sucedieron los trágicos hechos.
Sin embargo, esos tres testigos quedaron como los “tres Chiflados”, después de que no pudieron recordar ningún detalle del dichoso desayuno.
Llegó a tal grado el papelón, que no pudieron definir quién les atendió en el restaurante donde supuestamente desayunaron con El Larry. Vaya, uno de ellos dio que no podía distinguir si había sido hombre o mujer la persona que les atendió en la mesa.
Ninguno recordó qué desayunaron, ni dio mayores rasgos de la persona que, supuestamente, llegó a avisarles que habían asesinado a Miroslava. El juez desestimó los testimonios, como era de esperarse.
Por lo demás, el Ministerio Público presentó evidencias sustanciales para demostrar que el que ahora aparece como víctima de tortura en el libro “Reporte Miroslava” se encontraba en el lugar de los hechos al momento del asesinato.
Así quedaron los juicios, tanto el del tal Larry como el del otro inculpado, Hugo Amed Schultz. Ambos purgan sentencias que quedaron en firme, en su momento.
Por lo demás, la autoridad ha hecho poco para ir a detener a los otros dos inculpados, sobre quienes pesan órdenes de aprehensión: Crispín S., presunto autor intelectual, y Jaziel M., coautor material. A ver quién le entra a ese pendiente.
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El proyecto de traer agua para Chihuahua desde el sur del estado quedó ya tres metros bajo tierra, bajo una pesada masa de grillas y severas disputas por el control de ese escasísimo recurso.
Durante el Gobierno de José Reyes Baeza Terrazas (2004 a 2010) se puso el ojo en la presa Las Vírgenes como una probable fuente de abastecimiento de agua para la capital del estado, ante el abatimiento de sus dos principales fuentes de suministro.
Tanto el acuífero El Sauz-Encinillas como el Tabalaopa-Sacramento tienen una sobreexplotación del 57 por ciento, según informes de expertos que están a la vista de esta comunicativa columna.
Las Vírgenes se veía bien hasta ese momento, pese a estar ubicada a casi 90 kilómetros de la capital.
Sin embargo, hay otras redes hidráulicas en el país, y no digamos en el mundo, que llevan agua de un lado hacia el otro en trayectos de tuberías mucho más largos que ese, así que, ¿cuál problema?
El problema fue que, desde aquel entonces, se desató una feroz contienda entre productores agrícolas y pecuarios de la región, usuarios todos del Distrito 005 de riego, que echaron por tierra el, digamos “pre-pre-proyecto”.
Si bien la idea planteada por el entonces góber contemplaba devolverles el recurso a los campiranos de la región, pero con agua reciclada procedente de la Planta Sur, no les cayó en gracia a los “dueños” del 005 y aquello quedó en el más empolvado de los archiveros.
Ahora que, en la situación actual, con la presa a menos del 30 por ciento de su capacidad y con la amenaza del Tratado Internacional de Agua sobre las cabezas de los productores de aquella parte del estado, ya mejor ni hablemos del tema.
El detalle es que, para Chihuahua ya no hay de dónde, pues no se hizo lo de Las Vírgenes, como tampoco lo de El Granero. ¿De dónde iremos a sacar agua? ¡Qué buena pregunta!
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La Secretaría de Hacienda estatal puso en marcha una reestructuración de su cuadro administrativo para darle más “power” a su área dedicada a la transparencia y la información pública.
A partir de este lunes, la Dirección Jurídica de la Secretaría de Hacienda, ya no tendrá entre sus funciones la de publicar esa información, ni la de dar respuesta a las numerosas solicitudes que se reciben cotidianamente.
Ahora, será un Departamento de la Unidad de Transparencia, así, independiente, la que por sí sola se hará cargo del tema.
Lo anterior, dice el decreto, en cumplimiento a lo previsto en la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública que dispone la existencia de una unidad que dependa directamente de la persona titular de la dependencia y para reforzar el cumplimiento de un deber básico de los entes públicos del Estado: la rendición de cuentas.
“Esta modificación se considera de la mayor relevancia para refrendar de manera indubitable el compromiso del Gobierno del Estado con la transparencia y el acceso a la información pública”, dice la Secretaría, encargada de manejar los dineros del Gobierno estatal.
Bien por Hacienda, que le va dando un carácter propio a su área de transparencia y la deja con cierto margen de autonomía para atender esa función que ha adquirido una importancia mayúscula en los últimos años.