Por fin, las Secretarías de Salud federal y estatal se pusieron de acuerdo en algo, y no es poco.

Este lunes, para fines prácticos, entra en vigor el decreto mediante el cual ambas instituciones llevan a efecto el Convenio de Colaboración y Coordinación para la Ejecución de Acciones del Servicio Nacional de Salud Pública, el “Co-NaSer”.

Y ¿de qué va este nuevo convenio de nombre tan largo y rimbombante? En sustancia, que ambos, estado y federación, se ponen de buenas para contratar a 49 personas especializadas en diversas ramas de la medicina.

Serán, en total, dos directores de área—incluido el Coordinador Estatal del Co-NaSer—, cuatro “Líderes de gerencia”; un responsable de Redes de Atención en el Estado; 10 representantes distritales.

Además, van 10 líderes distritales; otras 10, de Soporte Administrativo tipo “A”; dos de Soporte Administrativo, pero en calidad de supervisor estatal; tres responsables de sub-área; nueve jefes de departamento y tres de soporte administrativo y otros ocho jefes de departamento.

Los salarios irán desde los 60 mil 197 pesos para la Dirección de Área; 35 mil 448 para el subdirector de Área y 24 mil 895 para jefes de departamento y así por ese rango, miles más, miles menos, para el resto.

Será la Secretaría de Salud federal la que contrate al personal, con cargo a los recursos federales que estaban destinados a la entidad.

El personal de salud federal asignado a Chihuahua estará dedicado totalmente a las acciones del Servicio Nacional de Salud Pública.

Este se tendrá qué coordinar con sus iguales de la Secretaría de Salud de Chihuahua, como para que no se anden empalmando ni estorbándose los unos a los otros.

Y aquí viene el “detalle” que tal vez no agrade a algunos: que será la secretaría federal la que se en encargue de la contratación del personal conforme al Tabulador que tiene vigente desde el 2023.

Al menos una buena para cierto sector de la población chihuahuense: el personal deberá ser originario de México, salvo cuando se trate de plazas destinadas a una especialidad no disponible en el país.

O sea, no serán médicos cubanos, pues. Tranquilos, nada más serán de otros estados.

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En los corrillos de la política local corre el comentario de por qué Xóchitl Gálvez, la candidata de “Fuerza y corazón por México”, se “brincó” a la capital del estado del itinerario de campaña por el estado de Chihuahua.

La aspirante llegó a Ciudad Juárez donde tuvo su primer evento de la gira por el estado el 13 de abril, donde no encontró a nadie que le avisara de los enormes escándalos de corrupción que rodean al alcalde y ahora candidato a la reelección, Cruz Pérez Cuéllar.

—¿Salió muy corrupto el alcalde?

Casi 24 horas después, celebró otro acto, pero en ciudad Camargo, la tierra del coordinador estatal de la candidata a la presidencia Xóchitl Gálvez, Luis Aguilar.

Ahí, celebró un acto proselitista en el Poliforum “Profesor Víctor Valles A”.

O sea que viajó hasta uno de los estados más distanciados del centro político del país para tener solo dos actos en Juárez, y, 24 horas después, otro en Ciudad Camargo, Chihuahua.

Esto es, que recorrió 516 kilómetros por carretera que separan a Juárez de la “Perla del Conchos” sin tocar base en la capital, como tampoco en enclaves panistas como Meoqui, Delicias y, por supuesto, la capital.

Hasta el momento, nadie ha acertado al explicar por qué se “brinca” todo ese tramo y no hace parada en una plaza como Chihuahua, donde el PRIAN contempla hacer carro completo.

Para algunos, es porque ya da por ganado ese proceso, con su alcaldía, su sindicatura, las cinco diputaciones locales y las dos federales, y pues ¿ya para qué detenerse?

Otros, en cambio, lo ven como un grave error político, pues viene a tratar de recuperar una plaza que, como Juárez, está prácticamente perdida.

Como quiera que sea, cuando faltan 50 días para la elección, eligió para su recorrido la principal frontera del país, y un municipio de no más de 50 mil habitantes. Difícil de entender.

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Ahora que se ha desbocado el fenómeno migratorio, el estado, y Juárez, en particular, ha visto crecer la cifra de personas procedentes de otros países que llegaron para quedarse, a querer y no.

Cifras del INEGI nos indican que, en los últimos años, se incrementó considerablemente el número de personas originarias de otros países a asentarse en Juárez y en otros municipios del estado.

Muchos de ellos llegaron por motivos de trabajo o familiares y lo hicieron de manera legal y en apego a los procedimientos establecidos por las autoridades mexicanas, pero otros tantos lo hicieron cuando transitaban por aquí en busca del sueño americano.

Según el Censo 2020 del INEGI, 101 mil 229 personas extranjeras en Chihuahua, de las cuales, la gran mayoría, 93 mil 373, provenían e los Estados Unidos de América.

El segundo grupo más grande de migrantes extranjeros procede de la República de Cuba, con mil 598, Canadá, con 996 y “Otros países”, 5 mil 262.

Ese recuento data del 2020, pero se estima que, tras el fenómeno migratorio, Juárez, y el estado en general, habrán incrementado tanto su número de migrantes que llegan a radicarse, como los países de origen del que proceden.

Por ejemplo, en el dato del Censo 2020 no se registra una significativa movilización de personas haitianas, pues, predominaban los originarios de El Salvador, Guatemala, Honduras y Venezuela.

Juárez es el principal receptor, con 67 mil 544 extranjeros, mientras que Chihuahua quedaba en un segundo sitio, con 10 mil 857.

Eso fue hace cuatro años. Hay que ver que, en la actualidad, nada más en la capital hay aproximadamente cinco mil extranjeros instalados en una ciudad móvil quienes, si bien contemplan continuar su viaje hacia los Estados Unidos, habrá los que prefieran sentar reales y quedarse en chihuahuenses tierras. El mundo cambió en muy poco tiempo, ni duda cabe.

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Los “Bartlett Boys” de la CFE se llevaron ya 300 convenios de pago de deudores agropecuarios morosos que ya traían un cuentón acumulado, de hasta 75 mil pesos, algunos de ellos.

Son los que sí tienen permiso para extraer agua, no tienen pleito con la Conagua por la perforación de su pozo ni se “colgaron” de la red eléctrica con “diablito”, no.

Son fruticultores, nogaleros, alfalferos o ganaderos que no ingresaron suficiente dinero en el ciclo para pagar los tremendos recibos que les llegaban de la CFE.

Luego, hay otro grupo de 200 productores, que vaya que deben, pues supera su cuenta los 75 mil pesos. Esos ya se acercaron y algunos hasta comenzaron a pagar. Hasta ahí, todo va más o menos.

El problema continúa en el mismo punto y al parecer no han logrado poner orden: la existencia de pozos “pirata” que lo mismo jalan energía eléctrica y bajan la capacidad de voltaje de toda la zona, que le quitan presión al agua y dejan a todos los demás sin suficiente líquido para sus riegos.

Ahí, no se ha movido nada, o acaso un poco, porque ya la semana pasada hubo un serio problema de desabasto de luz, justo cuando los manzaneros de Cuauhtémoc y Namiquipa empezaban a regar, porque los émulos del Capitán Garfio, versión chihuahuita, consumieron gran parte de la carga para sacar agua de sus pozos cachirules.

Toda esta problemática salió a la luz en la reunión entre CFE y productores agropecuarios del estado que se celebró el viernes pasado en las oficinas de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural ubicadas en la ciudad de Chihuahua.

Ahí también quedaron “empujarle” para que la Conagua le apure a dos temas: regularizar a los productores que se acercaron a tramitar su permiso, y “cortarle” a los piratas.

Y, por supuesto, la tregua judicial a los deudores que aún están negociando el pago de su cuenta. No hay qué ser: al menos espérenlos a que hagan corte de caja y vean cuánto pueden dar de anticipo.