La Universidad Autónoma de Chihuahua lo logró: su deuda ya es superior a sus ingresos programados para el año 2023.

Como se lee: la UACh tiene un presupuesto aprobado de mil 721.1 millones de pesos, pero su deuda con Pensiones Civiles del Estado (PCE) suma ya los mil 777 millones de pesos.

Es decir, que, si dedicara todo su ingreso anual a ponerse al corriente con ese organismo descentralizado del Gobierno del Estado, todavía le quedarían pendientes de pago 56 millones de pesos, porque no le alcanza para dejar en cero la cuenta.

Datos de PCE, publicados en su página web, en la sección de información de datos abiertos, indican que la UACh es el tercer organismo público que más dinero le debe, con la cantidad antes mencionada.

Estamos hablando de que le deben ese bodoque de dinero a la institución que se encarga de dar atención médica a sus empleados, y de pagar sus percepciones a los jubilados y pensionados de la UACh.

Y ni por eso le dan un “baje” a la deuda.

El problema no solo estriba en la cantidad que se adeuda, sino en todo el descontrol que tienen tanto la UACh como PCE, porque cada una hace una cuenta distinta y nada más no se ponen de acuerdo sobre la forma de pago y los plazos para cubrir tamaño pasivo.

El 29 de septiembre de 2022, el rector interino, Jesús Villalobos Gión, informó en conferencia de prensa que había logrado “bajar” la deuda con el PCE, pues de los mil 570 mdp que se debían cuando él llegó—en el 2021—ya lo había dejado en 870 mdp.

Sin embargo, PCE tiene “otros datos” en su página web y aquella cantidad, la de los mil 570 mdp, ya se quedó corta en comparación con la cuenta que actualmente les hacen para que pasen a pagar.

Lo bueno es que se trata de un organismo público y, por tanto, no se puede declarar en quiebra, pero si fuera un negocio, ya estaría hablando con las piedras o cerrado sus puertas.

Lo que son las cosas: mientras le deben dinerales a Pensiones, la UACh se gasta cientos de miles en viajes, casi dos millones de pesos en uniformes para el equipo de futbol americano y todavía le piden “kórima” al municipio con lo del Presupuesto Participativo para ponerle alumbrado a un estadio en ruinas.

Y, como ya dijimos, ni siquiera es el mayor deudor; hay otros que le deben más a PCE, pero eso no es ningún consuelo para la “Máxima Casa de Estudios”.

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El Congreso del Estado ya le cargó la mano a empresa Cementos de Chihuahua a causa de los polvos tóxicos que presuntamente emite esa poderosa factoría, ubicada en el norte de la capital, y que han generado algo más que quejas y enojos de los vecinos, cansados como están de amanecer “talqueados” a causa de las emanaciones de la cementera.

En el oficio Oficios No. 1330-1/2023 al 1330-3/2023 I P.O. ALJ-PLeg, enviados el 11 de diciembre de 2023, el Congreso del Estado exhortó a la Procuraduría Federal del Medio Ambiente, la Profepa, a que tome cartas en el asunto, se remangue la camisa y se ponga a trabajar para solucionar el problema ambiental que representa la polvareda de Cementos.

El acuerdo aprobado por el Congreso pide, además, la intervención de las comisiones Estatal y Nacional de Derechos Humanos, pues esa contaminación puede encuadrarse en una violación a la garantía de acceso a la salud y a una vida libre de elementos tóxicos a la que todo mexicano o mexicana tienen derecho.

Lo malo del caso es que no sería ni la primera y al parecer tampoco será la última vez que los castiguen por emitir contaminantes.

Según el acuerdo del Congreso, la cementera fundada por Federico Terrazas Torres (q.e.p.d.) prefiere pagar las multas que resolver el problema, porque a final de cuentas le sale más barato ponerse a mano con las sanciones de Profepa que hacer las adecuaciones necesarias a sus procesos de producción.

El problema es que el llamado “Clinker”, como se le conoce al polvo compuesto de silicato de calcio, no solo ensucia banquetas y casas, sino que es la causa de diversas enfermedades respiratorias.

Según el Congreso, existe un estudio realizado por el Centro Nacional de Información Biotecnológica, que concluye en que la inhalación de partículas de sílice promueve el desarrollo de fibrosis pulmonar que durante periodos prolongados aumenta el riesgo de cáncer de pulmón

Buen intento el del Congreso, pero vale anotar que, desde agosto del 2022, la Profepa hizo una visita de verificación a la planta al fin de comprobar las medidas correctivas dictadas en el acuerdo de emplazamiento evidenciado el cumplimento parcial de las mismas.

Producto de esa medida, el 27 de enero de 2023 el mismo oficio detalla que se emitió resolución administrativa sancionadora de los hechos u omisiones constitutivos de las infracciones cometidas por el Grupo Cementos De Chihuahua.

Casi un año después, en diciembre de 2023, seguimos hablando de lo mismo: de sancionar a una de las empresas cementeras más grandes del país y de exigirle que deje de echar contaminantes a la atmósfera. A ver si ahora sí pega.

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Hablando de exhortos, el Congreso del Estado envió uno a las autoridades educativas del país para que nos digan a todos y a todas qué rayos van a hacer para mejorar la calidad de la educación, luego de que México saliera en el sótano en casi todas las evaluaciones de la prueba PISA.

Como se recordará, en la más reciente evaluación que se aplica a través de la prueba PISA, nuestro país se fue al fondo en cuando a aprendizaje de materias como Matemáticas, Lectura y Ciencias.

En matemáticas, el “coco” de miles de estudiantes, México registró una puntuación de 395, lo que indica un retroceso de 14 puntos respecto a la medición anterior; en Lectura, el “bajón fue de 5 puntos, al quedar en 412, contra 417 de hace cinco años, y en Ciencias no fueron mejor las cosas, pues se bajó cinco unidades, para quedar en 410.

Ante ese desastroso resultado, el congreso chihuahuense envió dos oficios a la secretaria de Gobernación Federal y a la comisionada presidenta de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación, respectivamente, en el que, básicamente, piden que den la cara por ese desastre.

Según el Acuerdo No. LXVII/PPACU/0803/2023 I P.O. aprobado en el pleno del Legislativo local, el Poder Ejecutivo Federal, a través de las Secretarías de Educación Pública, y de Hacienda y Crédito Público, y a la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación, deben definir las acciones que van a emprender para revertir la tendencia hacia abajo en materia educativa.

En ese sentido, se les pidió que informen las acciones que se van a implementar para fortalecer la calidad educativa, con base en los análisis obtenidos de los resultados de la prueba PISA 2022; y se realicen “las adecuaciones presupuestarias necesarias al Presupuesto de Egresos 2024, en los ramos que corresponda”.

Sonará la llamada a misa, pero al menos quedó constancia de que no pasó de noche el desastre educativo que registró el país durante los años de la pandemia.

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El PRD de Chihuahua, al igual que el del resto del país, está ya en sus últimos estertores, viendo a ver a qué horas termina el proceso electoral 2024 para escribir su testamento y retirarse de la manera menos penosa de la vida política estatal.

Después de 35 años de participar en procesos electorales locales, el “Sol Azteca” dejó lo poco que le quedaba en una alianza con los dos partidos que siempre le pintaron la cara y que ahora se la vuelven a ver con las míseras migajas que le dejaron del pastel del 2024.

Nada más hay que ver lo que le dejaron al partido fundado por Cuauhtémoc Cárdenas para desearle ya una digna extremaunción: Aldama, Ascensión; Jiménez y Manuel Benavides.

¿Así o más raquítico? Porque, en caso de ganar esas presidencias municipales, gobernaría a solo 94 mil 177 habitantes, según cifras del Inegi. O sea, que quedaría por debajo de quien gane Delicias, Parral o Cuauhtémoc.

Peor aún: si solo ganara en Manuel Benavides, apenas gobernaría a mil 178 pobladores.

Qué pena, porque el partido aurinegro fue el que postuló por primera vez a una mujer para el gobierno del estado, en la persona de la doctora Esther Orozco, quien además fue la primera científica que contendió por ese cargo.

Sin embargo, desde la era duartista, el perredismo se fue decolorando, al colocarse como un partido “bisagra” que todo le aprobaba al gobierno en turno, hasta quedar completamente noqueado en las elecciones gubernamentales del 2016, cuando se fue al último lugar.

Triste final para un partido que nunca pudo colocarse en posición de contendiente, pero que hizo un papel más que decoroso en los parlamentos locales, con participaciones memorables como las del profesor Antonio Becerra; Alma Gómez; Jaime García Chávez y Víctor Quintana.