El rector Luis “Sport Billy” Rivera Campos anda recorriendo los diversos lares del estado para advertir del peligro que se cierne sobre la UACH en caso de que procedan los amparos contra el cobro de colegiaturas e inscripciones en las instituciones de educación superior.

El sábado pasado, estuvo en el municipio de Camargo para participar en una reunión de “fuerzas vivas”, donde enumeró los perjuicios que sufrirá la universidad a su cargo y, en general, las del país, si la Corte decide que la educación superior debe ser “de a gratis”.

En principio, la UACH sí depende en cierta medida de los ingresos que se allega por el cobro de sus cuotas, de casi 5 mil pesos por alumno en cada semestre, mas lo que cobran por diversos conceptos y cursos especiales.

Ahí se embolsan mas o menos 400 millones de pesos que representan más o menos el 20 por ciento de los ingresos de la universidad chihuahuense.

Sin embargo, el tema que más le preocupa es el de la famosa “universalidad”, porque estaría prácticamente obligado a admitir a toda aquella persona interesada en estudiar en la UACH.

Ahí, el problema no es solo de tipo académico, pues se daría entrada a estudiantes que en una de esas y ni siquiera pasarían un examen e admisión, sino de cupo, porque no hay manera de agrandar las instalaciones, con tanto apremio económico que se cargan.

Si ya de por no algunas facultades lucen saturadas, como Derecho, FCA o Medicina, ¡cómo irán a lucir cuando le abran la puerta de par en par a cuanto solicitante se les presente!

Quienes estuvieron en la reunión nos comentan que tanto el rector como los asistentes quedaron bastante preocupados.

Más aún, cuando oyeron que el Gobierno Federal se hará cargo del pago de esas inscripciones. ¿Y de dónde va a sacar para tanto?

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A ver quién los aguanta: tres alcaldes del estado de Chihuahua se colaron al “Top 20” entre los mejor evaluados por sus gobernados, según la encuesta Mitofsky publicada este lunes 26 de febrero.

De ellos, Marquito Bonilla, de la capital, quedó en el 13º lugar, con un 55.9 por ciento de aprobación, según la casa encuestadora que dirige Roy Campos.

Con ese puntaje, el chihuahuita se coloca en el 8º sitio entre los alcaldes panistas, y con un rango de aceptación que le permite salir “disparado” rumbo a la campaña electoral, que ya se avecina.

El otro que se colocó en ese “hit parade” fue Humberto “Beto” Pérez, de Cuauhtémoc, quien con un 55.8 por ciento fue el número 15º entre los presidentes municipales mejor evaluados del país.

El Beto ha subido casi siete puntos desde que comenzó a aparecer en las mediciones de Mitofsky, allá por el año 2022.

El alcalde de Chihuahua mejor “rankeado”, según esa encuesta, fue el morenista (¿en serio, “morenista”?) Cruz Pérez Cuéllar, quien con un 56.2 por ciento de “likes” se quedó con el 7º puesto.

Más abajo en la tabla, aparece Fabián Fourzán Trujillo, de Villa Ahumada, con un 51.4 por ciento y allá en las profundidades, en el sitio 88, César Alberto Perez, de Parral, con un 48.8 por ciento.

Siempre lo decimos y ahora no será la excepción: son encuestas, tienen su rango de error y así hay qué tomarlas. Conste que los mismos encuestadores advierten que no son pronósticos electorales, ni mucho menos.

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El crucista parralense Otto Valles, se llevó el “aplausómetro” en la presentación de los candidatos postulados por el Partido del Trabajo dentro de la coalición con Morena y el Partido Verde Ecologista de México.

Y no es que sea una tromba de popularidad la que le sigue a donde quiera que va, sino más bien, una cauda de “simpatizantes” que va y le echa porras a cuanto evento se presenta, haya o no motivo para  corear su nombre.

El aspirante, quien ha contado con el respaldo de Cruz Pérez Cuéllar y tiene la animadversión de una parte del morenismo “de base”.

Muy contento con el apoyo de sus “seguidores”–literalmente hablando– y de la familia Aguilar, dueña del partido rojo y amarillo, pero bien que carga con la animadversión de una parte del morenismo “de base” que no le quita el dedo del renglón a su pasado duartista y a su presente crucista.

El problema para esa parte de la militancia 4T es que el parralense no es el único “chapulín” llegado desde priistas tierras, ya que en la misma lista presentada por el PT en la mañana de este lunes hay más de uno que procede de las filas del tricolor.

Mucho ruido, porras, aplausos y miembros de la dirigencia petista, pero poca presencia de izquierdistas “de cepa”, de esos que han estado en la línea de fuego en las buenas, las malas y las peores.

Y eso que no llegaron con la bandera del PT otros expriistas que se acercaron a la 4T a expensas de la familia Aguilar, léase Marco Quezada o Daniel Murguía. Si no, ¡parecería una reunión de “examigos de César Duarte”!

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Marquito Bonilla ya tiene lista la maleta para irse de campaña y, en caso de ganar, para tomarse unos días de descanso. ¡Más!

El alcalde que se la ha pasado de viaje o de descanso se retirará temporalmente del cargo a mediados de abril, cuando inicie la campaña para elegir Ayuntamientos para el período 2024-2027.

Apenas el domingo pasado registró su candidatura, así como a la nueva lista de integrantes de su planilla de regidores que lo acompañaría en caso de ganar la elección en junio próximo.

En realidad, de esa lista de 18, ocho repiten en el cargo y otras diez personas se colocarán por vez primera en el Ayuntamiento de Chihuahua.

El panista, nos cuentan, está tan confiado de ganar, hasta haciendo campaña a medio gas, que ya hasta piensa en tomarse unos días de descanso tan pronto como se declare válido el proceso electoral en el que ganaría de calle a su excompañero de partido, Miguel Latorre, quien la buscará por Morena.

Si así se la ha pasado, de viaje en viaje, ¿por qué habría de ser distinto ahora que repita, si es que gana?

No, si para viajes del alcalde no ganamos.