Aunque la ley se lo permite, el ombudsman chihuahuense Néstor Armendáriz Loya, no irá por la reelección para un período más al frente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, la CEDH.

No lo hace porque sabe, nos dicen, que los hados del Palacio de Gobierno no lo favorecen. Y si allá en Aldama y Venustiano Carranza no lo quieren, por lo tanto, en la Torre Legislativa, donde tendrían qué reelegirlo, mucho menos.

¡Lo bueno es que estamos en tiempos en los que se defiende la autonomía de los organismos públicos descentralizados!

Sobre Armendáriz pesa aquel episodio del año 2021, cuando la entonces candidata al Gobierno del Estado, Maru Campos Galván, interpuso una denuncia en contra de mandato de Javier Corral Jurado por violentar su derecho a la presunción de inocencia.

No le faltaba razón, la verdad. Al margen de cualquier cosa, la administración corralista exhibía nombres de personas que apenas estaban sujetas a proceso cual si ya fueran sentenciados instalados en prisión.

La historia es bien sabida: No procedió la causa contra Maru, ella ganó la elección del 2021 con un holgado margen a su favor y Corral nunca aceptó la recomendación que le envió la CEDH, de suspender las acusaciones contra la supuesta indiciada.

En aquella ocasión, el organismo garante de los derechos humanos emitió la recomendación número 17/21 enviada al Gobierno del Estado, según la cual, el Poder Ejecutivo Estatal “deberá tomar para evitar la publicación de información donde se vulnere la presunción de inocencia de personas sujetas a proceso judicial”. También se le pedía abstenerse de manifestar juicios de valor públicos, respecto a los procesos judiciales y administrativos en los que sea parte “A”, mientras sea el titular del Poder Ejecutivo Estatal. Vale señalar: “A” era la entonces candidata Maru Campos.

¿Y qué pasó? Pues nada, que el Gobierno corralista no aceptó la recomendación y siguió duro que dale con sus acusaciones públicas.

¿Y qué culpa tuvo Néstor? Buena pregunta. El hecho es que, como dicen en el futbol, “no entra en los planes”.

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Los opositores al régimen de Marquito Bonilla –y no necesariamente del partido Morena– ya le están echando cuentas de los metros cuadrados de terreno que ha entregado, ya sea en donación o comodato, a diversas instancias tanto gubernamentales como privadas e incluso religiosas.

Se trata de la entrega del patrimonio municipal que no le genera ingreso alguno a las sufridas arcas del Ayuntamiento Chihuahuense, que ve cómo, en los últimos 25 años, se ha ido deshaciendo de sus reservas territoriales para darle “kórima” a muchas instancias que bien tendrían para pagarle por ellas, así fuera un precio módico.

De manera provisional, les podemos adelantar que el más beneficiado por ese dadivoso Ayuntamiento es el Gobierno del Estado de Chihuahua, seguido por unas organizaciones de productores de leche; luego, agrupaciones religiosas y una que otra “A.C.” de esas que huelen a panadería de aquí a quince cuadras.

La inquietud surgió a raíz de la solicitud que hiciera la organización Consejo Educación Chihuahua, que preside Enrique Terrazas Seyfert, para que el Municipio le dé en comodato un lote de nada más y nada menos que 44 mil metros cuadrados.

El solicitante ha manifestado que la petición se justifica porque será destinada a actividades educativas, pero no quita el halo de controversia por tratarse de una agrupación cuyo titular es un próspero y multimillonario empresario.

La cuestión está en determinar hasta dónde es justificado entregar el patrimonio municipal sin pago de por medio, a quién y bajo cuales condiciones.

Ya estaremos revisando el tema, porque da para muchos metros de terreno.

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El cantante metido a político, Antonio “Tony” Meléndez, se registró por segunda vez en su vida para competir por la diputación federal por el Distrito 5, con cabecera en Delicias, la tierra donde solía mandar el panismo, a plenitud.

Lo hará como representante de la alianza PRI-PAN-PRD, aunque su militancia y querencia política siempre ha sido el tricolor, partido que lo postuló en el año 2015 para el mismo cargo.

En esa ocasión, el líder de la popular banda Conjunto Primavera obtuvo 52 mil 952 votos, contra 38 mil 806 de Mario Mata, del PAN.

¡Quién iba a decir que, con ese resultado, el cantante iba a descartar a uno de los principales aspirantes a la candidatura del partido blanco y azul al Gobierno del Estado!

Para decirlo con la letra de su canción, fue algo así como “Necesito decirte… que te gané y no vas a ser gobernador”.

 Y así como aquella vez dejó al PAN sin candidato, ahora hará lo mismo, pues tampoco Mata, su hijo, del mismo nombre ni ningún otro panista encumbrado de aquella región irá por la curul.

En esa legislatura, Meléndez alternó sin problema alguno su carrera política con su actividad artística y, nos dicen, esta vez será igual. Así que lo mismo lo veremos en San Lázaro que en el bailongo, acompañado de sus “Primaveras” y dándole con fe al bailazo.

Por cierto, su contrincante será Miguel Rubio, de Morena, el alcalde en funciones del municipio de Aldama.

O sea que el distrito con cabecera en Delicias, que solía producirle al PAN precandidatos al Gobierno o dirigentes de Partido, quedó “tomado” por uno de Ojinaga y otro de Aldama.

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Trivia: ¿quién dijo la frase “no acepto a ese Gobierno falso ni colaboraré jamás con esa autoridad que es ilegítima; por el contrario, la combatiré con todos los medios a mi alcance”?

Respuesta: Francisco Barrio, el primer gobernador de Chihuahua emanado del PAN y apenas el segundo en la historia del país.

¿Y a quién se lo dijo, al presidente AMLO? No, ni mucho menos. Fue al entonces presidente Miguel de la Madrid Hurtado (q.e.p.d.) y a su contrincante, Fernando Baeza Meléndez, quien finalmente se instaló en el Palacio de Gobierno después de una de las elecciones más polémicas de aquellas épocas.

Era el llamado “verano caliente” de 1986, cuando el panismo y otras fuerzas opuestas al PRI llenaban de esquina a esquina la Plaza de Armas y las calles cercanas para protestar contra lo que calificaban como “el fraude más escandaloso de la historia”.

Qué cosas: muchos de aquellos que marcharon entonces caminaron ayer junto a los que “se robaron el voto de los chihuahuenses” en 1986.

“En Chihuahua se realizó el fraude electoral más escandaloso de que se tiene historia en donde ante los ojos atónitos de todos, cometieron atracos vergonzosos”, dijo en aquellos tiempos la emblemática Blanca Magrasi (q.e.p.d.), esposa del alcalde con licencia Luis H. Álvarez, quien para entonces hacía una huelga de hambre en el Parque Lerdo, en protesta, precisamente, por lo que consideraban un fraude.

Eso quedó atrás, por lo visto, como también el apoyo que entonces recibió el panismo de parte de organizaciones sociales, más identificadas con la izquierda; incluso, de actores como Antonio Becerra o el padre Camilo Daniel, identificados siempre con esa corriente política.

En aquella ocasión, el sonido de claxon que parecía decir “Barrio sí, Baeza no” se volvió una especie de grito de batalla.

Hoy, aquellos activistas sin partido podrían decir “Barrio no, Baeza tampoco”, de tan juntitos que andan.