La Secretaría General de la Universidad Autónoma de Chihuahua quedó, a partir de este miércoles, a cargo de Ignacio Rodríguez Bejarano, quien ocupará el cargo que dejó vacante la diputada local—en ese entonces, con licencia—Georgina Bujanda Ríos.

Dos meses tardó el rector de la UACH, Luis Alfonso Rivera Campos, para encontrar a quien sustituyera a la legisladora que un 1 de agosto decidió entregar las llaves de la oficina para regresarse a su cubículo.

Y terminó por nombrar a un catedrático de la Facultad de Contaduría y Administración, con larga trayectoria académica, partidista y burocrática, y que tuvo un serio encontronazo con el gobierno de Javier Corral, allá por el 2017.

Eran aquellos entonces los tiempos de nombrar al nuevo titular de la Auditoría Superior del Estado, la ASE, y las bendiciones del Palacio de Gobierno, ocupado entonces por Javier Corral, apuntaban hacia Armando “El Oso” Valenzuela Beltrán (qepd).

Así estaba “planchado” ya con aquella indescifrable, indescriptible y casi impresentable bancada del PAN en la 65ª Legislatura, de donde surgía la más férrea oposición a las iniciativas y propuestas de Corral.

Algo pasó en el camino entre el Palacio y la Torre Legislativa que “arrugó” el traje que había planchado César Jáuregui Robles, entonces secretario General de Gobierno, porque llegando a la sede del Congreso, el jefe de bancada panista, Miguel Latorre—hoy, en Morena—volteó todo y propuso a Ignacio “Nachito” Rodríguez.

El hecho causó un encontronazo tal entre Latorre y Jáuregui que este lo acusó de traición. Poco le duró el cargo a “Nachito”, porque días después de su nombramiento presentó su renuncia.

Luego, se sumaría a la administración de Maru Campos Galván en la Presidencia Municipal y desde esa posición se ha apuntalado en la actual gestión gubernamental.

Ahí quedó ya, instalado en una Secretaría General que duró casi dos meses acéfala. A ver si ahora sí le dura el gusto.

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Pues que no fueron 221 mil pesos los que se llevó Enrique “Kike” Garay de la UACH por dar un par de conferencias, sino 235 mil 566 pesos. ¡Casi un cuarto de millón, y solo por dar dos conferencias sobre ventas a estudiantes universitarios!

En un primer contrato, del que hablamos anteriormente, se le pagaron los 121 mil 165 por dar una conferencia en marzo del 2020 en la Universidad, según la solicitud de información número 079202021 enviado a la Unidad de Transparencia de la casa de estudios por un/a solicitante identificado/a como Sor Juana Ciudadano.

La otra, efectuada en el 2023, tuvo un costo para la UACH de 114 mil 401.

Cabe mencionar, respecto a este último, se pagaron 120 mil pesos más 19,200 de IVA, para un total de 139 mil 200 pesos. La UACH, a su vez, retuvo 12,000 pesos de ISR y otros 12,798 pesos de IVA, por lo cual, el comentarista deportivo recibió finalmente los 114 mil 401 que mencionamos.

La justificación que dio la Unidad de Transparencia para contratar ese tipo de servicios formó parte de la materia “Coaching en salud universitaria”, que forma parte del primer ciclo de la “renovación universitaria DS.

Ahí queda el dato: dos conferencias de casi un cuarto de millón de pesos. Ahora explíquenle eso, denles un “coaching” a los maestros de hora clase que cobran 100 pesos por cada presentación en el aula, o a los alumnos que no tienen aire acondicionado en sus salones de clase, que porque “no hay dinero”.

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La salida de César Alejandro Jáuregui Moreno de la Fiscalía General del Estado es cuestión de días, si no es que de horas según se comenta en los corrillos de la dependencia, cuyas oficinas centrales se encuentran a escasas dos cuadras del Palacio de Gobierno.

El también exsecretario General de Gobierno no solo está incómodo en una posición que nunca pensó ocupar, pues su chamba de siempre ha sido la de echar grilla y hacer operación política ¡y vaya que la ha hecho!

Ahora pinta para regresar al Congreso, otra vez, como coordinador parlamentario en un escenario sumamente complejo, pues será el último trienio del actual gobierno estatal, que coincidirá con la primera mitad del próximo gobierno federal.

Si no se ha dado la salida de Jáuregui es porque aún no le encuentran sucesor, según nos platican, aunque ya se barajan al menos dos nombres.

Uno es del agrado de buena parte de la comunidad policial e incluso de la sociedad, especialmente la juaritos. Se trata del exfiscal general Carlos Manuel Salas, actual fiscal de Distrito Zona Norte, con sede en Ciudad Juárez.

El detalle con Salas, quien ya ocupó ese cargo en la primera mitad del gobierno de César Duarte, es su edad y su estado de salud, que no es el óptimo como para aguantar un tren de trabajo y de estrés como el que demandará la FGE.

La otra carta, nos dicen, la “marcada” es nada menos que Heliodoro Araiza, el fiscal de Distrito Zona Centro, quien hiciera su aparición estelar en la administración pública como jefe de Policía en tiempos del alcalde de Chihuahua, Marco Adán Quezada Martínez.

El 26 de julio pasado rindió protesta como fiscal Zona Centro y desde entonces ha hecho todo lo posible por “salir en la foto” y granjearse la atención de los medios de comunicación.

Según el currículum difundido por el Gobierno del Estado, Araiza Reyes, es licenciado en Derecho, egresado de la UACH, maestro en Ciencias Penales por el INACIPE y doctor en Derecho por el Instituto Internacional del Derecho y del Estado; subprocurador General de Justicia y director de Seguridad Pública del Municipio de Chihuahua, “entre otros importantes cargos”.

¿Qué, le agregamos el de fiscal General?

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El INEGI dio a conocer este miércoles las estadísticas de matrimonios y divorcios del año 2022 y, nada más para variar, Chihuahua salió mal parado.

Empecemos por decir que, a nivel nacional, hubo 166 mil 766 divorcios, de los cuales la gran mayoría: 110 mil 941 en total, fueron por la controvertida vía de “Divorcio incausado”

Según la página de trámites de Gobierno Federal, el divorcio incausado procede cuando “uno de los cónyuges no desea continuar con el matrimonio ya que no requiere del consentimiento de ambos cónyuges, sin la necesidad de señalar una causa concreta que lo justifique”.

Esta figura ha sido motivo de discusión y análisis, pues hay estudiosos del tema que la consideran inconstitucional.

Pero pasando al tema de Chihuahua, en el 2022 hubo 8 mil 136 divorcios, una cifra que se parece mucho a la de años anteriores, por lo que la tendencia sigue en la misma tónica.

Al menos podemos decir que la mayoría de los divorcios en Chihuahua: 7 mil 950, fueron por mutuo consentimiento.