En México cada año se registran 11 mil nuevos casos de cáncer en la piel, una enfermedad que cobra la vida de una persona cada 52 minutos alrededor del mundo.
Esto se debe principalmente a la falta de información y el nulo cuidado al exponerse a los rayos del sol y la contaminación sin el uso de algún producto que bloquee o inhiba su daño.
Con el objetivo de crear conciencia sobre este tipo de cáncer, el 13 de junio se conmemora su día mundial.
Factores de riesgo
La Fundación Mexicana para la Dermatología (FMD) señala que entre los 18 y 20 años de edad, muchas personas ya han recibido entre el 50 y 80 por ciento de la radiación ultravioleta a la que se verán expuestos a lo largo de su vida y esto incrementa la probabilidad de desarrollar cáncer de piel al llegar a la madurez.
Otros factores de riesgo son la carga genética, tener tres o más quemaduras solares antes de los 20 años, el fototipo de piel clara y lesiones precancerosas.
¿Cómo detectarlo?
La FMD recomienda que por lo menos 3 veces al año se realice un autoexamen de piel para identificar signos sospechosos mediante la regla ABCDE:
Asimetría: Forma no circular con dos mitades que no se parecen.
Bordes: Irregulares y mal delimitados, a veces con una extensión del pigmento sobre la piel alrededor de la mancha.
Color: No homogéneo (negro, azul, café, rojo o blanco).
Diámetro: Aumento en general superior a los 6 milímetros.
Evolución: Cualquier mancha pigmentada que cambia rápidamente de aspecto.
Para hacer esta autoexploración colócate de frente y de espalda al espejo con los brazos levantados y revisa de pies a cabeza, también por los lados.
Pon especial atención en los antebrazos, la parte superior e inferior de los brazos, las palmas de las manos, las piernas, los espacios entre los dedos, la planta de los pies, el cuello, espalda y cuero cabelludo.
Más vale prevenir…
Una forma de prevenir esta enfermedad es limitando la exposición al sol entre las 10 de la mañana y 4 de la tarde, cuando la luz ultravioleta se encuentra más intensa.
También es importante el uso de bloqueador solar y ropa que proteja de los rayos UV; y ante cualquier señal se debe acudir de inmediato a una revisión con un dermatólogo.