Las protestas del Sindicato de Trabajadores administrativos de la UACH causaron un desastre vial en la ciudad, que motivó congestionamientos en calles de todo el primer cuadro e incluso en las colonias del centro-sur y norte.
El tráfico quedó interrumpido en las calles aledañas a la Rectoría y al Palacio de Gobierno, es decir, la Aldama, Rosales, Vicente Guerrero y Venustiano Carranza o Calle 11ª, por donde transitan cientos de automóviles por hora.
Todo el flujo vehicular que debía pasar por ese cruce de calles se desvió hacia la avenida Independencia y de ahí, hacia la Escudero, ya en el barrio de San Felipe, pasado el Canal Chuvíscar.

El tiempo promedio para salir de ese embotellamiento era de entre 45 minutos y una hora, pues en las calles alrededor del Palacio y la Rectoría no se podía circular.
Agentes de Vialidad cerraron la circulación por la calle Aldama desde la avenida Ocampo, al centro-oeste de la ciudad; así como en la Vicente Guerrero, a la altura de la calle Allende y en la Rosales, donde corre el tráfico que circula de este a oeste con destino al centro.
La movilización de los trabajadores universitarios inició al medio día y todavía a las 15:00 horas, tres de la tarde, mantenían el cierre de la circulación.

En el intento por avanzar, algunos automovilistas intentaron pasar por las calles tomadas, pero lo único que lograron fue desatar enfrentamientos verbales con los manifestantes.
Cuando eran las 3:00 de la tarde, el grupo representativo de los trabajadores administrativos sindicalizados permanecía en reunión con el rector Luis Alfonso Rivera Campos.