No se puede garantizar el ciclo agrícola de Tamaulipas destruyendo el ciclo del sector productivo chihuahuense, por lo que no es opción el llevarse el agua a otra entidad, dijo el presidente de la Comisión del Agua en el Congreso del Estado, Édgar Piñón.
El legislador por el PRI se sumó a las críticas de los diputados del PAN en torno a la supuesta intención del Gobierno Federal de trasvasar el agua de las presas del estado de Chihuahua hacia Tamaulipas.
Piñón Domínguez destacó que sería irrisorio el trasvase, puesto que transitar 100 millones de m3 de una presa del Conchos hasta el bajo Río Bravo representaría una pérdida del 83 por ciento, de acuerdo a los cálculos del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua.
Agregó que se perdería el agua en el trayecto a causa de la evaporación en perjuicio de Chihuahua y sin beneficiar a ningún estado.
“Es insostenible que un tratado que data desde 1944, nunca antes había registrado tantos conflictos como los suscitados a partir de 2018, en donde la insensibilidad del gobierno con el campo chihuahuense ha derivado en problemas graves que ha afectado a miles de familias que dependen del sector productivo en todos los distritos de riego, Alto de Conchos, Delicias y Ojinaga”, señaló Piñón.
Catalogó de arbitraria la manera en que el gobierno federal se ha conducido en el manejo del agua de Chihuahua y otros estados.
Aseguró que Chihuahua no está en posición de trasvasar agua, pues ha afrontado sequías extremas e incluso desastres naturales con grandes pérdidas para los agricultores.
“El problema del agua no corresponde al tratado internacional, si no a la falta de corresponsabilidad que ha manifestado el Ejecutivo federal, pues desde la conformación del presupuesto federal para el 2023, destinó menos del 1 por ciento de recursos para el estado de Chihuahua para los programas de apoyo a la infraestructura agrícola y rehabilitación y modernización de presas, lo que resulta insuficiente para la operación sostenible, eficiente y sustentable de nuestros recursos hídricos”, agregó.
Tamaulipas es un estado con precipitación promedio anual superior a 770 mm contra 430 mm de Chihuahua, lo que les permitió regar 159 mil hectáreas en 2021, cuando en Chihuahua sólo fue posible regar el 45 por ciento correspondiente a 38 mil hectáreas y 29 mil en 2022.