Febrero es conocido como el mes del Super Bowl y en todas partes se habla de futbol americano.
¿El partido más esperado del año ha despertado la curiosidad en tus hijos? Motívalos a practicar este deporte porque no solo se desarrollarán mejor a nivel físico, sino también en lo emocional.
Expertos recomiendan que los niños se inicien en el futbol americano entre los 6 y 8 años.
Lo ideal es buscar una escuela o equipo que cuente con una categoría preinfantil para que comiencen a acostumbrarse al contacto físico completo y a las reglas del juego.
El objetivo es que los niños puedan ampliar el sentido de la sana competencia y el compromiso de cumplir con los horarios de prácticas, así como incrementar su interés y emoción por este deporte.
A continuación te contamos todos los beneficios que aporta el futbol americano:
Físicos
⁃ Estar en movimiento, correr, saltar, taclerar, cambiar de dirección rápido, frenar y acelerar mejora su salud cardiovascular
⁃ Mejora la musculatura en las extremidades, incrementando el tejido
⁃ Desarrolla la capacidad pulmonar
⁃ Mejora la capacidad motora y su coordinación
⁃ Amplía su visión periférica
⁃ Se desarrolla la densidad ósea de forma más óptima, dándole solidez
⁃ Oxigena la sangre y mejora la capacidad cardiovascular
Mentales y emocionales
⁃ Estimula su capacidad al reaccionar
⁃ Da mayor seguridad e incrementa su autoestima
⁃ Les enseña a ser responsables con su cuerpo y con el de los demás
⁃ Es ideal para socializar con otros niños, les enseña a comunicarse para trabajar en conjunto y a confiar en los demás
⁃ El campo de futbol americano es uno de los lugares donde se crean mayores lazos de amistad
⁃ La adrenalina que produce el juego favorece al sistema inmune, nervioso y psicológico, reduciendo los niveles de tensión y estrés
⁃ Sirve para canalizar la energía ⁃ Forja el sentido de la responsabilidad, disciplina y constancia