Momentos de angustia de morir ahogados vivieron esta mañana un grupo de migrantes extranjeros que se aventuraron a cruzar el río Bravo, pese a que aumentó de manera considerable su caudal.
La crecida de las aguas del río Bravo, lo que tomó por sorpresa a migrantes que buscan cruzar la frontera para solicitar asilo en los Estados Unidos.
Entre las personas en movilidad hay quienes no saben nadar y aun así se aventuran a cruzar el afluente que divide a México de Estados Unidos.
Tal fue el caso de un migrante de procedencia extranjera, quien estuvo a punto de tragado por las aguas, viviendo momentos de angustia al ser arrastrado por las corrientes internas.
Muchas de las personas que se adentran en el cauce quedan inmersas en las aguas del río, cuya profundidad alcanza en algunos tramos cercanos a la Puerta 36 casi los dos metros.
La Puerta 36, es el lugar dentro del territorio estadunidense a donde acuden los migrantes procedentes del extranjero y de otros lugares de la república mexicana, con la esperanza de ser recibidos para solicitar asilo.
Cada año el gobierno de Estados Unidos entrega a México agua a través del río Bravo, como parte de los convenios establecidos en el Tratado de Aguas, que sostienen ambos países desde 1944.
Pese a los riesgos que ocurren con el aumento del nivel del río, ninguna autoridad ha realizado campañas para prevenir de los riesgos y alertar sobre el peligro mortal que pueden enfrentar los migrantes en su intento por cruzar al vecino país.