Empleados del Instituto Nacional de Migración (INM) acusan al delegado en Chihuahua, el contraalmirante retirado Salvador González Guerrero, de haber dado la orden de dejar encerrados a los 68 migrantes extranjeros, donde murieron 39 de ellos.
Tres de los empleados federales que buscan el amparo de la justicia, tras tener miedo de que los acusen de homicidio, dicen haber recibido la instrucción precisa de parte del militar retirado, de no abrir la puerta de la celda donde se estaban quemando los migrantes retenidos.
Lo anterior lo confirmó el abogado Jorge Vázquez Campbell, quien mencionó que de acuerdo a la información obtenida, “cuando inició el mitin o protesta y empezaron a quemar colchones, él ordenó que le cerraran la reja y que (los empleados) se salieran, que los dejaran morir (a los migrantes)”.
Indicó que el personal del INM le hizo una llamada telefónica a González Guerrero para pedirle su instrucción y esa fue la orden que dio por esa vía: “que no los soltaran”.
El litigante refirió que acudirá a la Fiscalía General de la República a interponer la denuncia correspondiente.
De acuerdo a los empleados federales, el contraalmirante amedrentó con consignar ante la autoridad a quien le abriera la puerta para liberar a los 68 migrantes.
“Entonces los intimidó y se salieron y ahí los dejaron que se quemaran”, sostuvo.
Vázquez Campbell mencionó que si la autoridad revisa el teléfono celular del representante del INM en la entidad, podrá corroborar que se hizo dicha llamada.
Expresó que el miedo de los servidores públicos referidos, es que los vayan a acusar de homicidio, cuando sólo obedecieron una instrucción de dicho personaje, además de ser intimidados.