La fila de migrantes que estaba junto al río Bravo desapareció, luego de que autoridades migratorias de Estados Unidos les dieron acceso, tras las bajas temperaturas que se registraron durante la madrugada.
Se había formado dicha aglomeración de solicitantes de asilo político desde el pasado domingo, luego de que arribó a la ciudad una caravana con mil personas en movilidad, principalmente nicaragüenses.
Desde entonces estuvieron cruzando en pequeños grupos, siendo recibidos por la Patrulla Fronteriza y otras familias o personas que llegaban en lo individual al río, tenían que formarse también, de tal manera que la fila se mantenía con arriba de 500 personas.
Estuvieron a la intemperie en todo momento y no les permitieron instalar tiendas de campaña, mientras que el frío se lo quitaban con cobijas o chamarras, así como fogatas.
Tras cruzar los últimos de la fila esta madrugada, dejaron abandonadas mochilas y otras prendas, las cuales eran revisadas por personas que cruzaron solo a eso desde Ciudad Juárez, con la esperanza de encontrarse algo de valor.