Dicen que “lo que mal comienza, mal acaba”, y la relación de Jennifer Lopez y Ben Affleck parece ser el claro ejemplo de ello.
Después de meses de especulación mediática, el martes Jennifer Lopez finalmente solicitó el divorcio ante el Tribunal Superior del condado de Los Ángeles, según informó el portal TMZ.
La diva de El Bronx no presentó los documentos a través de un abogado, sino que hizo el trámite de manera personal, confirmando los rumores de la separación.
Según el sitio, Lopez indicó en el documento legal que la ruptura definitiva ocurrió el 26 de abril, poco antes de la Gala del Met el 6 de mayo, a la que asistió sola. El último evento público al que asistieron juntos fue un partido de los Lakers, el 16 de marzo pasado.
Se detalló que para el segundo aniversario de matrimonio, en julio, la pareja ya estaba separada, pues desde mayo Affleck habría dejado la residencia de 60 millones de dólares que compartían.
Las diferencias entre ambos se hicieron más evidentes por esas fechas: mientras Affleck prefería una vida tranquila y alejada de los medios, Lopez disfrutaba de la atención pública.
Tras dejar el hogar, Affleck alquiló una propiedad cerca de donde viven sus hijos con Jennifer Garner, mientras continuaba trabajando en sus proyectos y posteriormente adquirió una nueva casa.
Por su parte, Lopez se enfocó en sus hijos Max y Emme, quienes tuvo con Marc Anthony, y viajó con ellos a Japón y México, además de pasar el verano en los Hamptons, donde celebró su cumpleaños sin la presencia de su esposo, asistiendo a shows y eventos de moda.