Los inversionistas están llevando al peso mexicano, considerado la moneda más cara del mundo, a alturas cada vez más vertiginosas, desafiando los riesgos potenciales asociados con recortes de tasas de interés, elecciones divisivas y advertencias de analistas, informó esta tarde El Economista.
De acuerdo con el diario especializado en información económica, este año, el peso mexicano se ha destacado como la moneda principal con mejor desempeño a nivel mundial, consolidándose como la líder en una lista de tipos de cambio efectivos reales, una medida crucial de la competitividad de una nación, según datos compilados por Bloomberg. De acuerdo con Deutsche Bank, este tipo de cambio alcanzó el nivel más alto registrado para México, al menos desde 2005.
El impulso alcista del peso ha sido tan firme que los inversionistas muestran reticencia a apostar en contra de la moneda, a pesar de su alta valoración. Los datos del mercado de opciones sugieren que los operadores consideran que es más probable un fortalecimiento adicional del peso en los próximos tres meses que una caída.
“En el pasado, hemos intentado ir en contra de esa fortaleza y simplemente no ha funcionado”, comentó Nicolas Jaquier, gestor de cartera de NinetyOne UK Limited en Londres, quien está a favor del peso. “Parece cara en varios modelos, pero creo que debemos tomarlos con cautela”.
Según la información, la fortaleza del peso mexicano se ha sostenido gracias a su baja volatilidad y las tasas de interés récord del país, lo que lo hace atractivo para llevar a cabo operaciones de carry trade, donde se pide prestado dinero en una moneda con tasas de interés más bajas para luego prestarlo en pesos.
Después de registrar su mayor apreciación anual en más de dos décadas el año pasado, el peso se ha fortalecido un 1.8 por ciento frente al dólar estadounidense en lo que va del año. Actualmente se cotiza alrededor de 16.69 por dólar, aproximadamente en su nivel más alto desde 2015.
