El acarreo ayer de miles de simpatizantes de todos los puntos de la capital y el país, así como la venta de souvenirs, principalmente los muñecos parlantes conocidos como Amlitos, marcaron el ambiente previo al llamado AMLOFest para festejar el quinto aniversario del triunfo electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Una vez más, simpatizantes de Morena demostraron su capacidad de movilización. La noche anterior, decenas de camiones y camionetas se trasladaron al corazón de la Ciudad de México, como lo hacen usualmente en los eventos multitudinarios insignia de la Cuarta Transformación.
Retratos del mandatario, banderas de Morena, partidos aliados de los guindas y una que otra manta en apoyo a las corcholatas pasaban de mano en mano.
Por igual, adultos, jóvenes, niños y personas de la tercera edad vitoreaban: “¡Es un honor estar con Obrador!” y se enfilaban hacia Palacio Nacional.
Los rayos del sol no afectaron a las centenas de personas provenientes de comunidades indígenas que usaron con orgullo sus trajes típicos, con los que bailaron al ritmo de la tambora.
También las estructuras políticas y grupos morenistas de cada entidad mostraron músculo portando gorras, chalecos, camisas y distintivos del partido.
“¡Honrado y valiente, este es mi presidente!”, retumbó a mil voces que pronto abarrotaron las calles Eje Central, 5 de Mayo, Madero y 20 de Noviembre.
En el camino, vendedores hicieron su agosto al ofrecer llaveros, gorras, sandalias, mantas y los famosos Amlitos parlantes con un precio de hasta 600 pesos que se agotaron rápidamente.
Según el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, 250 mil personas asistieron al evento en el Zócalo.