El actor estadounidense Kevin Spacey, dos veces ganador del Oscar, reveló este jueves que se encuentra prácticamente sin hogar y que sobrevive alojándose en hoteles y apartamentos temporales después de perder su mansión en Baltimore y la mayor parte de su fortuna.
“Ya no tengo casa. Literalmente vivo en hoteles, en Airbnbs, voy donde está el trabajo”, declaró el intérprete de 66 años en una extensa entrevista publicada por el diario británico The Telegraph.
Spacey vendió en subasta su residencia de Baltimore (valorada en varios millones de dólares) para hacer frente a los costos legales “astronómicos” derivados de múltiples demandas por presunta agresión sexual.
El colapso financiero del actor comenzó en 2017, cuando decenas de hombres lo acusaron de conducta sexual inapropiada en el marco del movimiento #MeToo.
Aunque fue absuelto penalmente en Reino Unido en 2023 y declarado no responsable en un juicio civil en Nueva York en 2022, los gastos en abogados y las indemnizaciones lo dejaron al borde de la bancarrota.

“Perdí todo. Mi patrimonio pasó de 70 millones de dólares a casi nada”, reconoció Spacey, quien actualmente sobrevive con proyectos independientes en Europa y actuaciones esporádicas, como el reciente espectáculo musical “Kevin Spacey: Songs & Stories” en Chipre.
Pese a la ruina económica, el actor insiste en que desea volver a trabajar sin restricciones.
Figuras como Sharon Stone y Liam Neeson han pedido públicamente que se le dé “otra oportunidad” por su talento, pero Hollywood mantiene la puerta cerrada.
Spacey cerró la entrevista con un tono resignado: “He pagado un precio muy alto, pero estoy listo para seguir adelante”.
Fuentes cercanas indican que el actor pasa temporadas entre Londres, Los Ángeles y ciudades europeas donde encuentra pequeños contratos, sin un domicilio fijo desde hace meses.