Archives for noviembre 2025

La Presidencia Municipal de Chihuahua puso en operación una aplicación que ayudará a los usuarios de telefonía móvil a bloquear llamadas de defraudadores o extorsionadoras y facilitar la denuncia ante las autoridades correspondientes.

En un comunicado, la autoridad municipal la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), firmó un convenio de colaboración con su similar de Querétaro, donde se desarrolló la aplicación, ponerla a disposición de los chihuahuenses y que estos puedan descargarla y protegerse de llamadas extrañas, ya que cuenta con más de 10 mil números que han sido reportados como fraudulentos o de extorsión.

Froylán Castillo, subdirector de Estado Mayor de la DSPM, informó que solo hay que descargar CuelgApp desde Google Play o App Store para acceder a sus beneficios. Para tal efecto, hay que aceptar los permisos que solicita y la app descargará la lista de números fraudulentos y estará lista para funcionar.

Esta app bloquea cualquier llamada de teléfonos que están en la lista, y enviará una notificación, además el usuario puede reportar nuevos números para ayudar a otros, informó el funcionario.

“Es importante que la ciudadanía también colabore reportando estos números, que una vez investigados, se definen como sospechosos”, exhortó Froylán Castillo.

Cuelgapp cuenta ya con más de 58 mil 600 descargas, y se suma a las herramientas tecnológicas con las que cuenta la Policía Municipal, para brindar mayor protección y seguridad a las familias.

Echar “toda la carne al asador” tiene su ciencia… pero ponerla en el carrito del súper cuesta hoy más que nunca. Durante octubre de 2025, los precios de la carne —especialmente del bistec y la molida— impulsaron un incremento importante en el costo de la Canasta Básica Alimentaria, de acuerdo con el INEGI.

El Instituto actualizó las Líneas de Pobreza correspondientes a octubre y reportó que la Canasta Básica Alimentaria aumentó 4.3 por ciento en zonas urbanas, por encima de la inflación anual del mismo periodo, que fue de 3.6 por ciento.

Esta canasta está integrada por 43 productos, incluidos alimentos consumidos fuera del hogar, que determinan el gasto mensual mínimo necesario para que una persona se mantenga por encima de la línea de pobreza alimentaria.

En octubre, su valor promedio fue de 2 mil 450.01 pesos por persona, y la carne —el bistec, la molida y el consumo de alimentos preparados— fue la principal responsable del encarecimiento.

Los bisteces y la carne molida, los que dispararon la inflación

El precio del bistec, tanto de res como de cerdo, fue uno de los elementos con mayor incidencia en el incremento de la canasta, solo por debajo de los alimentos consumidos fuera del hogar. El kilo de bistec de res llegó en octubre a 199.16 pesos, frente a los 183.20 pesos de marzo, lo que representó un aumento de 15.96 pesos equivalente a 8.2 por ciento, más del doble de la inflación acumulada en lo que va del año. El bistec de cerdo mostró una variación mucho más moderada, al pasar de 127.90 a 128.84 pesos por kilo.

La carne molida de res, uno de los productos más consumidos por las familias mexicanas, también tuvo un incremento significativo. En octubre alcanzó los 159.46 pesos por kilo, cuando en marzo costaba 147.10 pesos, un salto de 24.6 por ciento en solo siete meses.

Precios en Juárez: de 99 a más de 200 pesos el kilo

En Ciudad Juárez, los precios exhiben una variación amplia según la zona y el establecimiento, de acuerdo con la Profeco. En una tienda de autoservicio de Adolfo López Mateos 2125, el kilo de bistec se ofrece en 99 pesos, mientras que en un supermercado ubicado en Manuel J. Clouthier 10110, en Infonavit Ampliación Aeropuerto, alcanza los 206 pesos por kilo.

La carne molida también muestra diferencias importantes. La pulpa molida a granel se consigue en 99 pesos, la molida especial 80-20 ronda los 159.99 pesos y la de Top Sirloin 90-10 llega hasta los 190 pesos por kilo.

Diversas organizaciones han solicitado reforzar la producción ganadera nacional, ampliar los programas de engorda y otorgar incentivos a los productores para contener los precios, que hoy inciden de manera directa en la línea de pobreza alimentaria.

Cuando la carne pesa más que el salario

2,450.01 pesos

Lo que necesita una sola persona para comer al mes. Para una familia de cuatro, el gasto rebasa los 9,800 pesos, solo en alimentos básicos.

4.3 %

Aumento mensual de la canasta alimentaria. Cada punto porcentual más deja a miles al borde de la inseguridad alimentaria.

3.6 %

Inflación general. Los alimentos suben más rápido que el resto de la economía, golpeando sobre todo a los hogares con menores ingresos.

24.6 %

Aumento en la carne molida. Es uno de los productos más consumidos por las familias mexicanas de bajos ingresos; hoy es casi un lujo.

8.2 %

Incremento del bistec de res. Las proteínas animales se alejan del alcance cotidiano en miles de hogares juarenses.

99 pesos

Precio más bajo del kilo de bistec en Juárez. Aun así, representa casi el 4 por ciento del ingreso diario de una persona que vive con salario mínimo.

206 pesos

Precio más alto del bistec. Para muchas familias, equivale al costo de toda una comida completa.

43 productos

Integran la canasta alimentaria. Si uno de ellos sube, la presión se multiplica; si suben las proteínas, la calidad nutricional cae.

Comidas fuera del hogar: el mayor encarecimiento

Un impacto directo en trabajadoras y trabajadores que dependen de loncherías, fondas o comida rápida para su jornada.

Productores y organizaciones piden ayuda

Sin incentivos para la ganadería, los precios seguirán empujando hacia arriba una línea de pobreza alimentaria que ya afecta a millones.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este miércoles el acuerdo para reabrir el Gobierno federal, un giro político obligado tras 43 días de cierre que tensaron a su propio partido, golpearon a millones de trabajadores y pusieron en evidencia la incapacidad de la Casa Blanca para sostener el conflicto presupuestal.

La Cámara de Representantes había aprobado horas antes el proyecto con 222 votos a favor y 209 en contra, una votación que reveló fisuras en el bloque republicano, presionado por la creciente indignación pública y el costo político de mantener paralizadas agencias y servicios esenciales.

El cierre dejó sin salario a decenas de miles de empleados federales, afectó programas de asistencia alimentaria y provocó riesgos operativos en el sistema de control de tráfico aéreo. Sectores económicos y sindicatos exigieron el fin del bloqueo, señalando a la Casa Blanca por “usar al país como rehén” en un conflicto político.

La firma de Trump marca el final de una crisis que superó incluso el cierre de 35 días ocurrido en 2018-2019, también bajo su administración, y reabre el debate sobre su manejo del poder, la disciplina interna del Partido Republicano y los costos electorales de sostener disputas presupuestales con impactos directos en la vida diaria de la población.

Las agencias federales retomarán actividades esta misma semana, mientras analistas coinciden en que el episodio podría influir en la agenda política rumbo a los próximos comicios.

Estados Unidos dejó de producir el penny por una razón incuestionable: fabricar cada moneda cuesta más de lo que vale. En 2024, crear un centavo costaba 3.69 centavos, lo que generaba pérdidas millonarias para el erario solo para mantener en circulación una pieza que, en la práctica, ya casi nadie usa.

Ayer, 12 de noviembre, el Departamento del Tesoro confirmó oficialmente el final de la acuñación en todas las instalaciones del United States Mint. Las últimas piezas salieron de la línea de producción en una ceremonia discreta, marcada más por la lógica económica que por la nostalgia. Con ello, se cerró un ciclo 232 años de historia monetaria.

El penny perdió sentido en la economía actual. La mayoría terminan guardados en frascos o cajones sin volver al comercio, mientras tiendas y bancos consideran su manejo un gasto administrativo innecesario. Con el avance de los pagos electrónicos, la precisión del centavo dejó de ser indispensable y su circulación se volvió mínima.

El Gobierno estadounidense prevé ahorrar alrededor de 56 millones de dólares al año al eliminar su producción. Las monedas existentes seguirán siendo válidas, pero desde el 12 de noviembre la especie quedó oficialmente en extinción. En un sistema cada vez más digital, sostener una moneda que cuesta más producir que su valor real dejó de ser racional.