En la carretera Camargo–Ojinaga, al noreste del estado de Chihuahua, un resplandor rojizo iluminó el horizonte la noche del martes.
El fotógrafo Juan Villanueva registró la escena desde el desierto camarguense, donde el cielo mostró una tonalidad poco común, visible durante varios minutos antes de desvanecerse.
Las imágenes muestran el contraste del paisaje árido con una franja de luz roja que se extendió sobre el horizonte, bajo un cielo estrellado.
El fenómeno coincide con la actividad de tormentas geomagnéticas provocadas por erupciones solares que alcanzaron la atmósfera terrestre durante las últimas horas.
Estos eventos pueden producir auroras —luces polares visibles en zonas cercanas a los polos— que, en condiciones excepcionales, se extienden hacia latitudes más bajas.
En el caso de Chihuahua, las luces se observaron de manera tenue, pero con suficiente intensidad para ser registradas mediante largas exposiciones fotográficas.
Efectos de las tormentas geomagnéticas en el oxígeno
De acuerdo con la información difundida por la cuenta especializada Chihuahua Tiempo Severo, las tormentas geomagnéticas pueden afectar la atmósfera terrestre, incluyendo el oxígeno, de varias maneras:
1. Ionización del oxígeno: La radiación de alta energía puede ionizar el oxígeno (O₂) en la atmósfera superior, creando iones de oxígeno (O⁺).
2. Destrucción del ozono: La radiación ultravioleta (UV) puede destruir el ozono (O₃) en la estratosfera, lo que aumenta la cantidad de radiación UV que llega a la superficie terrestre.
3. Alteración de la química atmosférica: Estas tormentas pueden modificar la formación y destrucción de moléculas de oxígeno y ozono.
El resplandor observado desde el desierto de Chihuahua se suma a los reportes de luces similares en otras regiones del país.