El cheat meal o comida trampa consiste en comer lo que te apetezca sin pensar en las calorías.
Lo anterior no significa que debas arrasar con todo lo que tengas enfrente, sino darte el gusto de disfrutar alimentos que realmente se te antojen.
Te contamos algunas claves para que tu cheat meal sea todo un éxito sin arruinar el régimen alimenticio equilibrado y saludable que llevas el resto de la semana.
Una vez a la semana
Puedes practicarlo una vez por semana o cada quince días, así calmarás tu ansiedad por esas comidas calóricas que son toda una tentación.
Planéalo
Analiza cuál será el día y en qué momento es mejor hacerlo. Por ejemplo, en una comida del fin de semana o cuando tengas una celebración especial con la familia o tu grupo de amigos.
Escucha a tu cuerpo
Quizá en toda la semana no te apetezca realizar una comida trampa y está bien. Aprende a escuchar a tu cuerpo para tomar conciencia de tus necesidades y de tus ganas sobre la comida.
Sin remordimientos
Llevar a cabo esta práctica no debe causarte culpa. Se trata de un momento de placer ocasional que te motive a seguir con tu alimentación sana.
¿Comida o alcohol?
El cuerpo no metaboliza alcohol y grasa al mismo tiempo, así que lo recomendable es que elijas una sola cosa para tu comida trampa.
Combínalo con ejercicio
Si te vas a dar el lujo de comer lo que quieras, un poco de ejercicio no te caerá mal, ya sea en los días previos o posteriores al cheat meal.