Les habíamos comentado del pasivo marca Acme que se carga el Gobierno Municipal de Chihuahua por el pago de las pensiones y jubilaciones de sus empleados.

Pues bien, una disculpa, porque nos habíamos quedado muy, muy cortos, ya que el ayuntamiento que preside Marquito Bonilla carga en la espalda con una deuda que parece la loza del Pípila.

Echemos cuentas: por medios de impugnación presentadas por contribuyentes de impuestos o derechos municipales, la cuenta va en 139 millones de pesos.

Esto es, pleitos judiciales que promueven los causantes de Predial, Traslación de Dominio o algún otro gravamen municipal y que, en caso de ganarlo, el municipio capitalino deberá regresarles el dinero. Échenle: si pierden todos esos litigios, se irán unos 140 millones “del águila”.

Eso no es todo: hay una bolsa que se debe hacer, por unos 50.5 millonsotes por si se pierden los juicios laborales que están en curso.

Háganos el favor: son 159 juicios, ya sea en situación de amparo o de demandas laborales, que datan desde hace casi 20 años: el año 2005, y que se han ido acumulando como bola de nieve.

Es decir, que pasaron seis administraciones municipales y ninguna hizo por resolver el problema para evitar justo lo que pasa hoy: que el pleito se hiciera más grande.

Como quien dice, aquellos nada más “patearon el bote” para adelante y, por lo que se ve, Marquito va a tener qué hacer lo mismo.

Y no acaban ahí las cuentas, no. Fíjese usted, ¿se acuerdan de aquel terrible accidente ocurrido en el año 2013, cuando se presentaba ese monumento a la imprudencia que fue el espectáculo “Monstrer Truck”, dentro del Festival Aeroshow, donde murieron 9 personas y otras 58 resultaron gravemente heridas?

Pues 12 años después, todavía se tiene una deuda contingente por concepto de provisión para demandas y litigios, que suma al corte del 2023 un total $44.9 millones para pago de indemnizaciones.

Todos los numeritos—¡numerotes, qué! —antes mencionados son cifras oficiales provenientes de la mismísima administración de Marquito.

No se vale, la verdad: son en total 235.4 millones de esos que cuesta mucho trabajo pagar, y que se han juntado porque los que estuvieron antes no resolvieron sus pendientes.

Ni hablar, se la dejaron gacho a Marquito. A ver si él resuelve y no hace lo que sus antecesores: dejarles una herencia maldita a quienes vengan después.

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La flamante precandidata a diputada federal por el comodísimo Sexto Distrito, Manque Granados, no tiene motivos para apresurarse y limpiar la oficina antes de entregarla a quien llegue a ocuparla, porque le queda un mesesote para estar al frente de la Secretaría de Innovación y Desarrollo Económico.

“Destapada” el pasado viernes como la propuesta de la alianza “Fuerza y Corazón por México” a la diputación federal por el VI Distrito, Manque no se ha apurado en terminar lo que estaba haciendo porque tampoco tiene definido a quién le entregará.

No hay apuro, porque aún no está encima la fecha límite para hacer el registro, pero tampoco está claro quién podría quedarse al frente de una de las secretarías que mayor lucimiento le ha dado a la actual administración.

Entre los más apuntalados, se menciona al expresidente de Canacintra, Miguel Guerrero Elías, a quien ya se había mencionado en fechas anteriores, cuando Manque sonaba para la candidatura al Senado.

Nos cuentan que es la carta fuerte y que, si fueran carreras, iría en la punta del pelotón, pues su trayectoria como presidente del Grupo Acermex11, y como expresidente del Consejo Coordinador Empresarial de Chihuahua le dejaron buenos dividendos de imagen.

La otra carta, por raro que parezca, es un miembro del gabinete. Se trata nada menos que de Edibray Gómez, el expresidente de Canaco y actual secretario de Turismo.

Éste va a la zaga, pues le sigue el estigma de haber sido beneficiado por el mismo gobierno para el cual trabaja con el contrato para imprimir los famosos “cuadernillos” educativos con los que se pensaba suplir las funciones de los libros de texto gratuitos.

¡Qué cosas! En fechas recientes, hubo un tira-tira entre Turismo e Innovación porque ambos se tiraban la pelota en torno a la inauguración del aeropuerto de Creel.

¡Ah cómo las gasta el destino! Si le toca a Edibray, ya no tendrá pretexto para darle pa’delante a ese proyecto, que lleva más de 30 años de retraso.

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El PRI de Chihuahua, boca abajo como está, va a pedir permiso a su dirigencia nacional para terminar el proceso de registro de candidaturas a presidencias municipales a más tardar el 22 de febrero.

Este martes, Alex Domínguez, dirigente estatal, se apersonará en la oficina del PRI Nacional, allá por Insurgentes Norte, en la Ciudad de México, para proponerles el calendario para definir las candidaturas que faltan: el 12 de febrero para la encuesta, y el 24 para el registro y prácticamente el arranque del proceso.

Al menos en eso andan adelantados los descoloridos tricolores de Chihuahua, porque al parecer no les va a quedar de otra más que aceptar candidatos emanados del PAN en los cuatro municipios donde definirán por medio de encuesta.

Y son, nada más y nada menos, la joya de la corona, Juárez, más Hidalgo del Parral y Nuevo Casas Grandes, que además son cabecera de distrito, y Aldama, donde no gobiernan en la actualidad.

Lo peor del caso para el expartidazo es que ni en Parral ni en Nuevo Casas Grandes tienen como para quedarse con la candidatura. Es decir, que van a apoyar a uno del PAN, el partido que antes fue su enemigo, pero que ahora “defiende los mismos ideales”.

En “Casas”, lleva la delantera el PAN; en Juárez también, aunque no con uno totalmente de casa, sino con otro que viene de las filas de la IP y en Hidalgo del Parral se irán con una fórmula duarte-panista. Ya les iremos platicando.

Por lo pronto, lo que podemos adelantar es que, en cada una de esas plazas, los colores serán azul y blanco con un leve toque de rojo y verde. ¿Y el amarillo del PRD? Como dice la canción: “amarillo no me pongo”.

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La bronca entre el empresario “Incondicional” del duartato, Jaime Galván Guerrero, el banco deliciense Bankaool se está volviendo casi en un pleito de cantina donde el uno culpa al otro de robo, y el acusado contesta que él no tomó su cartera. (¡¿Cómo supo que el objeto robado era la cartera?!).

¿Se acuerdan que les contamos en este espacio que le habían quitado el rancho vitivinícola donde sembraba las vides para su marca de vinos “Cavalini”, nada más porque debía cientos de millones de pesos?

Pues bien, resulta que no sólo se rehúsa a pagarle a Bankaool, su acreedor crediticio, sino también a la Comisión Federal de Electricidad, a la que le debe 25 millones de pesos.

Y, no conforme con eso, ahora hasta se metió “de trampa” al rancho de donde fue sacado “por exceso de pago” y se niega a dejar el lugar que, por cierto, ya no es de su propiedad.

La institución crediticia Bankaool, emitió un comunicado en el cual informó de las conductas tanto de Galván Guerrero, como de su hijo, Jaime Galván Berjes y su esposa, Elia Patricia Berjes Chávez.

“…se dieron facilidades para recolectar sus pertenencias y salir por sus propios medios”, agrega el comunicado.

No obstante, Galván Guerrero, literalmente, se “brincó las trancas” y se metió a la malagueña al rancho que ya no le pertenece, según Bankaool.

El “Incondicional”, el que “no espera nada” del gobierno duartista, pese a que contrató a Luis Miguel para una fiesta en honor a la familia del exmandatario, reviró ahora y asegura que, por el contrario, el ratero es Bankaool, porque le sustrajo tractores, vehículos y miles de botellas de vino de las marcas “Cavall 5” y “Cavall 7”, entre otros.

¡Qué raro! Ninguno muestra documentos de fallos judiciales emitidos a su favor.

Eso sí, Bankaool afirma que su antiguo cliente le debe, a estas alturas unos 30 millones de pesos por concepto de renta del dichoso rancho.

¡Ni Don Ramón se atrevió juntar tanta deuda por no pagar la renta!

Galván Guerrero, les platicamos en este espacio, tuvo sus años de gloria en aquel infausto sexenio de César Dee Jay, el gobernador que tanto añoran priistas y panistas de la actualidad. (¿Lo extrañan? Vengan y paguen las deudas que dejó)

Reseñamos aquí que llegó a organizar fiestas amenizadas por Luis Miguel y Juan Gabriel, pero también, que cayó dos veces en prisión por meterse en líos financieros.

Ahora, a los antecedentes aquellos, se suma el de meterse a la mala, deberle dinero a la CFE, unos 25 millones de pesos, “más lo que se acumule esta semana”. ¡Y ese era el “Incondicional” de Dee Jay!