Usuarios del sistema de agua potable y alcantarillado de la ciudad de Chihuahua se pusieron en contacto con esta comunicativa columna para quejarse de que la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, la mentada JMAS, les está pasando un cuentón bárbaro, pero por concepto de “aire”.
Así, como se lee, la JMAS ahora cobra por el aire que corre por sus tuberías en las que distribuye el agua potable que llega a los hogares que tienen el privilegio de contar con ese servicio.
Los quejosos y quejosas nos comentaron que solían pagar recibos de 200 a 400 pesos mensuales, pero, después del cambio de medidor, la cuenta les llegó a mil 600 pesos.
Y eso que no digamos que gastan la misma agua, sino que muchos de ellos han tomado medidas para economizarla y ya no tirarla a lo bruto.
Por más que han alegado, la JMAS de Chihuahua jamás les explica a con razones el incremento tan desproporcionado.
Les dicen y les repiten que no hay manera de que gasten esa cantidad de agua, pero a lo más que han llegado algunos es a obtener una “rebajita”, y eso por ser adultos mayores.
De las pocas explicaciones recibidas, la que más les suena es que los nuevos medidores son tan sensibles que registran no solo el paso del agua, sino el fuerte “soplido” de agua que va por delante del chorro, sobre todo en las horas cuando está más fuerte la presión.
O sea que el medidor se mueve con el aire y, por tanto, se los cargan a la cuenta: ¡Y la gente pensando que al menos el aire era gratis!
En una de esas y el cobro del aire es lo que ayudó a que la JMAS de Chihuahua incrementara de manera sustancial su disponibilidad de efectivo en solo un año, pues pasó de 260,073 millones en el 2021, a 397,073 en el 2023.
¡A caray, 137 millones de incremento de un año a otro, o sea, un 52%. No, pues eso de “échele aire” sí deja, y mucho.
………………
El fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en favor de la despenalización del aborto en el estado de Chihuahua levantará polvaredas cuyas dimensiones no nos imaginamos.
Como es sabido, el máximo tribunal del país emitió un veredicto el pasado miércoles en el determinó que “son inconstitucionales varios artículos del Código Penal del Estado de Chihuahua que criminalizan el aborto”.
Para empezar, declaró inconstitucional el 143 del Código Penal, que dice, a la letra: “El Aborto es la muerte del producto de la concepción en cualquier momento del embarazo”. Pues esto es inconstitucional, según la SCJN.
De tal modo, la penalidad de seis meses a tres años de prisión a quien haga abortar a una mujer embrazada quedaría descartada.
También está en esa condición el 145, en el cual se aplican sanciones idénticas a la mujer “que voluntariamente practique su aborto o consienta en que otro la haga abortar”.
Y pues entrados en el tema, también se llevaron por delante el 144, donde se establecen las tres situaciones donde se deja sin penalidad el acto de abortar: Cuando el embarazo sea resultado de una violación; cuando de no provocarse el aborto, la mujer embarazada corra peligro de afectación grave a su salud o cuando se trate de un aborto culposo.
Para las y los entogados, la legislación chihuahuense en materia penal, al menos en su capítulo de Aborto, tiene disposiciones que son contrarias “a los derechos a la dignidad humana, a la autonomía reproductiva y libre desarrollo de la personalidad, el derecho a la salud y el derecho de igualdad y no discriminación”.
A ver cómo le hacen ahora las bancadas que defendieron este jueves, a capa y espada, a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Se gastaron horas enteras en defender la autonomía del Poder Judicial del país y el carácter inapelable de los fallos del máximo tribunal.
Si ya en el pasado, la misma Corte les dijo que reformaran el Código Civil para permitir los matrimonios igualitarios, y no lo han hecho, con el Código Penal no se ve ni cómo, pues incluso en la bancada de Morena no hay consenso en torno a ese punto.
Difícil que se lleve a cabo la reforma, pero de que se va a levantar polvo, se va a levantar.
………………
Ya se veía venir: Mario Mata Carrasco se sumará en breve a la guerra de los espectaculares que sostienen aspirantes panistas a ocupar un escaño en el Senado de la República, o ya aunque sea una diputación federal.
El actual presidente de la Junta Central de Agua y Saneamiento aparece en la portada del número 270 de la revista “Ser empresario”, especializada en negocios y de circulación estatal, aunque con mayor presencia en Ciudad Juárez.
El aún funcionario estatal luce un porte tipo Michael Corleone en la portada de la película “El Padrino II”: traje negro, camisa blanca, sentado de pierna cruzada en un mullido sillón.
Lo que distinguiría a ambos es el color de la corbata, que en el caso Mata Carrasco es azul.
Esto no indica otra cosa más que esa portada quedará “colgada” de decenas de carteleras a lo largo y ancho del estado, tal como lo han hecho el resto de las y los panistas que se disputan a brazo partido la postulación al Senado de la República.
Y bueno pues, en el caso de este “Mario”, no le queda de otra, pues ya está en su segundo período consecutivo como diputado federal por el Distrito V con cabecera en su querida Delicias.
El problema es que llega con semanas, si no es que meses de desventaja, pues “el otro Mario”: Vázquez Robles, tiene su foto colgada de las carteleras desde hace semanas, si no es que meses.
Como es sabido, por aquello de la paridad de género, de las dos fórmulas que registre cada partido, una debe ser para mujeres—titular y suplente—y la otra para hombres. El orden es lo que está por verse.
Así que esta será una especie de “Mario Bros” versión chihuahita, donde dos panistas “espectaculares” se disputen la candidatura a ese cargo tan codiciado que dura seis años: la Senaduría.
………………
El INEGI publicó los resultados de su encuesta trimestral en materia de percepción de inseguridad y con ello, sin que ese fuera su propósito, incluyó una cifra que bien le servirá al alcalde Cruz Pérez Cuéllar ahora que salga a hacer su campaña de reelección.
Según ese muestreo, la sensación de inseguridad en Ciudad Juárez tuvo un considerable “bajón” de 2022 al 2023.
En el período julio, agosto y septiembre del año pasado, el 80.9 por ciento de las y los juarenses se sentían inseguros en su ciudad. Ahora, en el mismo período del 2023, la cifra bajó al 68.3.
¡A destapar la champaña! Porque le bajaron 12 puntos al miedo que sienten las y los ciudadanos cuando andan en las calles de su querida juaritos.
En cuanto a la capital, Marquito no tiene mucho confeti qué aventar al aire, pues tuvo un leve descenso 56.8 en el trimestre julio a septiembre de 2022, a 57.5 en el 2023.
Cosa de nada, pero aún es muy alto si se compara con las cifras de Saltillo: 25.7 de percepción de inseguridad, o de Piedras Negras: 19.7, ambos, en el vecino estado de Coahuila.
De algo les han de servir las cifras y, de seguro, las van a aventar como serpentinas en sus discursos de campaña, que ya están en puerta, por cierto.