El Congreso del Estado entró ya en su etapa de despedida, de “apaga y vámonos”, con el inminente cierre de su último período ordinario de sesiones.

Los diputados que se iban a retirar para irse a buscar la reelección, o un “hueso” más carnudo, comenzaron a buscar la puerta de salida. Las diputadas, las que van por la renovación como representantes populares, también se empiezan a alejar de la Torre Legislativa.

Este martes, el Pleno del Congreso del Estado tomó protesta a la diputada Zonnia Dunestschka Alvarado Renpenning y al diputado Carlos García Morales.

La una, es suplente de Rocío Sarmiento, del PAN, quien deja su curul como diputada local por el XIII distrito con cabecera en Guerrero, para buscar otra curul, esta vez, federal, por el distrito VII de Cuauhtémoc, postulada ahora por la coalición Fuerza y Corazón por México, el PRIANPRD, pues.

El otro entra a cubrir la vacante que dejó Roberto Marcelino Carreón Huitrón, para meterse de lleno a la coordinación de la campaña de Xóchitl Gálvez en el distrito XIX de Delicias y, ya entrado en gastos, hacer la suya propia para obtener la reelección.

Así, por el estilo, van a venir las próximas sesiones del Congreso. Nos cuentan, va a parecer uno de esos Juegos de Estrellas del beisbol que ya están avanzados en entradas, cuando los titulares se han ido y los relevistas se quedan a cargo del cuadro, el montículo y el bullpen.

El detalle no es que se vayan y dejen a su suplente, pues esa es una figura contemplada en la ley, sino todo el trabajo legislativo que quedará para luego, si es que sale, porque quienes estaban a cargo de los dictámenes de todo ese mar de iniciativas presentadas a lo largo de casi tres años, ya andan en otra cosa.

Por ejemplo, nos comentan, la reforma integral a la Constitución ya no está ni en la mesa, porque ni a quién se le ocurra ahorita sacar una votación de a dos tercios para que salga aprobada.

Si acaso, le dedicarán tiempo a ventilar la “iniciativitis” de algunos diputados que se la pasaron presentando proyectos de reformas francamente descafeinadas, las cuales se pueden quedar en el montón del papel para el reciclado y no va a pasar nada.

La última sesión se celebrará dentro de dos semanas, pues el período concluye el 30 de abril. Falta, también, la Sesión Solemne para conmemorar el Día del Niño con la instauración del Congreso Infantil.

No falta quién diga, poco en broma, poco en serio, que ya de una vez dejen a los niños diputados para todo lo que queda de la Legislatura, que termina el 31 de agosto. En una de esas y hacen mejor papel.

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Curiosos, por decir lo menos, los datos que entregó la Auditoría Superior del Estado, la ASE, a la Comisión de Fiscalización.

En su informe de actividades correspondiente al año 2023, la agencia a cargo de Héctor Acosta Félix informó sobre la realización de “Auditorías de Desempeño” a organismos del Gobierno del Estado. Pasó, de 17 en el año 2021, a solo una, en el siguiente.

En cuanto a organismos dependientes del Ejecutivo, “bajó” de 18 a apenas siete en ese año. La única explicación medianamente válida que se dio al respecto, así como para tratar de justificar el “bajón”, fue que en este año hubo más revisiones a presidencias y organismos municipales.

Ahí sí que les hincaron el diente, porque la mayor parte de las recomendaciones y las acciones correctivas le cayeron encima a las presidencias municipales. O sea, que al perro más flaco le cargaron las pulgas.

En general, hubo un “bajón” en casi todas las acciones correctivas de la ASE, según los datos que se dieron a conocer en la reunión de la Comisión de Fiscalización del Congreso del Estado, celebrada este martes 15.

De mil 197 recomendaciones emitidas en el 2021, se pasó a mil 431, o sea, 234 menos. Bueno el “bajón”, solo comparable con el que tuvieron las acciones, o sea, los “apretones de tuercas”, que descendieron, de 411 en el 2021 a 377 en el 2022.

La ASE programó 212 auditorías y 16 revisiones, correspondientes a la Cuenta Pública 2022, según se informó.

La cifra luce impresionante si se compara con las 171 auditorías del año anterior. Sin embargo, como ya lo apuntábamos, el crecimiento de esas labores de fiscalización recayó en los municipios.

La comisión volverá a sesionar el viernes próximo y esperan, para entonces, contar con la presencia del “Lord auditorías”, Héctor Acosta Félix. A ver qué les explica de esos curiosos cambios de criterios.

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Tarde, y quién sabe sin sueño, pero el Tribunal Estatal Electoral, el TEE, salió a dar la cara para asegurar que el ataque cibernético que sufrió el lunes pasado no le mermó su capacidad de sanción.

Decimos que tarde, porque fue hasta este martes 16 cuando el órgano a cargo de la magistrada Roxana García Moreno “aclaró” que, pese al hackeo de que fueron objeto, no se perdió ningún documento importante.

Según el comunicado enviado este martes, el TEE asegura que todos sus expedientes cuentan con su respectivo respaldo, tanto físico como electrónico.

“Resulta falso que alguno de estos haya desaparecido”, dice el boletín, y alude específicamente al documento marcado con el número PES-048/2024, correspondiente a la sanción impuesta al diputado morenista Cuauhtémoc Estrada por haber ejercido –según el fallo del TEE– “Violencia Política en Razón de Género” en contra de la presidenta del Congreso, Adriana Terrazas Porras.

Ese expediente “permanece intacto en archivos de este Tribunal, al igual que todos los demás”.

Un día antes, el propio TEE informó del ataque informático a su página web y a su base de datos, donde se resguardan impugnaciones, sanciones y demás actos relacionados con candidaturas para el próximo proceso electoral local.

Incluso, se contó con la participación de la Policía Cibernética de la Fiscalía General del Estado para indagar sobre el hackeo al TEE.

Pero ahora dice el Tribunal de marras que “sin novedad en el frente” y que las sanciones contra el morenista Estrada están como el primer día.

Todos tranquilos, entonces. Nada más que conste en el acta que ya sufrieron un ataque, que pueden recibir otro y más vale no bajar la guardia.

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Operadores de la 4T ya empiezan a hacer cuentas alegres porque, aseguran, tienen “en la bolsa” triunfos electorales que podrían cambiar el mapa político del estado para los próximos tres años.

Fuentes al interior de Morena nos dicen que tienen “otros datos” según los cuales cargan una clara delantera en las preferencias electorales, tanto en Hidalgo del Parral como en Cuauhtémoc.

No se trata solo de las dos alcaldías, que corresponden al tercero y al quinto municipio más poblado del estado, sino también a cabeceras de distritos tanto locales como federales.

Si, como apuntan los “morenos”, tienen ganado Parral con Otto Valles como candidato, difícil será que pierdan el IX Distrito Federal y otro tanto el XXI Local, ambos, con cabecera en la capital del mundo.

Más o menos igual sería en la “manzanópolis”, porque es el epicentro del distrito XIV local y del VII Federal. Si las cosas van como pintan, dicen, en una de esas y se hacen de la mayoría en el Congreso.

Vale el optimismo y siempre será bienvenido, pero bueno, son elecciones y nadie va a salir a gritar que va perdiendo, así que, desde aquí les decimos que mejor pagamos por ver.