Mucho se habla de los “avances” que ha logrado Chihuahua en materia de seguridad, o la recuperación de la paz, que dicen haber logrado las autoridades de Juárez.

Sin embargo, las cifras oficiales les dan a ambas una bofetada en la boca para que se dejen de habladas, porque la situación del estado y de las ciudades más pobladas está como para no andar haciendo festejos.

Ahí están las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública: 191 homicidios al cierre de enero, en todo el estado, la cifra más alta en lo que va de la década para un primer mes del año.

Nada qué celebrar, pues.

Pero si eso no nos pone a temblar, o para dejar la fiesta y ponernos a trabajar en serio en el combate a la delincuencia, échenle un ojo a las cifras que arrojó el informe correspondiente a enero de 2024.

De 171 homicidios que se registraron en enero del 2023, se pasó a 191 en el 2024, o sea, 20 más en un período de 12 meses.

Y como hemos venido diciendo en esta comunicativa columna, ni modo que sea nada más culpa del uno o del otro, si todos los niveles de Gobierno tienen Policías, y estas están para impedir el delito, o bien para castigarlo. ¿Tons?

Lo peor del caso es que las fuerzas políticas se siguen peleando para ver a quién le cometen más crímenes, en vez de sentarse a dialogar para tratar de encontrar una solución.

A ver si no salen ahora con que ese incremento se debe a que hay mucha gente de otras partes del país, así como Marquito le quiere echar la barra a los juarenses de la violencia en su municipio.

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Esos chapulines políticos dejarían pálido al personaje de Roberto Gómez Bolaños, porque, ¡ah, qué buenos salieron para brincar de un cargo a otro, y de partido en partido!

Hasta ahora, estaba difícil decidir a quién entregarle el “Chapulín de oro” correspondiente a esta temporada de campañas y elecciones, pero por lo visto, el nuevo candidato de PRIAN a presidente municipal de Jiménez, Marcos Chávez.

Mire nada más: actualmente, es el alcalde de Jiménez, después de ganar la elección del año 2021, cuando contendió con las siglas de Morena.

Ahora, según anunció la dirigencia estatal del PRI, volverá a sus añoranzas tricolores y será candidato a reelegirse, pero ahora por la coalición que integra a ese partido con el PAN y el PRD.

Ciertamente, a estas alturas ya no asusta que uno se brinque de un lado para el otro y que el enemigo acérrimo de otras épocas sea ahora el amigui del alma, pero este señor, la verdad, se llevaría la medalla de oro en la prueba de salto… de partido a partido.

Mire nada más: la primera vez que fue alcalde, fue postulado por el PAN, allá a principio de la década de los “diceces, para el período 2010 a 2013.

Luego, en el 2018, volvió a la carta, pero esta vez por el PANAL, ya desaparecido, que aglutinaba a las fuerzas de la líder magisterial, Elba Esther Gordillo, en coalición con la “Familia Aguilar”, el PT.

En el 2021 apareció nuevamente en las boletas, pero ahora por Morena y, en este 2024, va “de nuez”, pero como prianista.

Tal parece que la apuesta ahora no es si gana o no la elección, pues trae buen “rating” entre la población jimenense, sino por cuál partido se va a postular en la próxima.

Nada más le faltó decir, como se ha vuelto ya un clásico, que “siempre fue de izquierda”, como los que se cambian a Morena, o que “rechaza el populismo”, cuando se pasan al PRIAN.

Ahora sí que pa’ qué tanto brinco, estando la elección tan cerca.

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La comunidad chihuahuense tiene dos noticias procedentes de los órganos adminsitradores del agua. Como ya es costumbre, una es buena y la otra es alarmante.

Vayamos primero por la buena, como marca la tradición.

Al parecer, y si las circunstancias no cambian, el abasto de líquido para las dos ciudades más grandes del estado, o séase, Chihuahua y Juárez, está garantizado.

Esto nos lo contaron fuentes dignas de todo crédito, lejos de toda sospecha, que están bien enteradas de lo que pasa al interior de los organismos adminsitradores del agua.

Estos comunicativos enterados nos juran y perjuran que no habrá problemas en el abasto de agua para este verano, ya que no proviene de las presas del estado, que tienen un almacenaje muy bajo en la actualidad.

Nos aseguran que el 99 por ciento de las fuentes de abastecimiento proviene de fuentes subterráneas, que son pozos, ciertamente, muy sobreexplotados, pero que todavía dan la batalla para aguantar el calorón que se nos viene.

Ahora va la mala: el problema no es el “agua de la llave”, sino el riego para la zona agrícola del sur y sureste del estado, que depende en gran medida del almacenaje de las presas Boquilla y Las Vírgenes.

Dicho de otra manera, que se preocupen en Delicias, Camargo, Jiménez y Valle de Allende, en donde las cosas no pintan tan optimistas como aseguran los funcionarios del agua.

Mala noticia para todos, porque de ahí sale buena parte de la “papa” que deja el sector primario de Chihuahua, el cual mete bastantes divisas al estado y al país con sus exitosas exportaciones al mundo entero.

A ver cómo se pone la bronca, ahora que anden todos encampañados, ofreciendo soluciones mágicas para todo y para todos.

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Esta semana tendremos una escena que más parece la novena entrada de un juego de estrellas, esos donde terminan con puros suplentes, pues los titulares se fueron yendo uno a uno antes de que terminara la partida.

Ahí estarán los suplentes de casi todos los alcaldes del estado, pues la mayoría de ellos está en condiciones de salir a buscar el voto para repetir en el cargo por un período más.

En el caso de Chihuahua, Marquito le dejará encargado el mostrador a su suplente, que es nada menos que Jorge Cruz Russek, el próspero empresario del ramo automotriz que también le ha entrado a la polaca desde hace tiempo.

De un tiempo a la fecha, se le conoce como el “Primer cuñado del estado”, por la fuerte influencia que ejerce en la administración municipal, ya sea por su liderazgo en el sector empresarial, o porque es “hermano de su carnal”.

En Juárez las cosas van a estar bien curiosas, porque el alcalde Cruz Pérez Cuéllar pedirá licencia para irse de campaña y, con eso, tendrá dos cargos “colgados”.

No hay que olvidar que, alcalde y todo, es senador de la República por el estado de Chihuahua, cargo del que está separado mediante una licencia que solicitó para lanzarse de alcalde por Juárez.

Su lugar lo ocupa el suplente, Rafael Espino, quien parece lo que sea menos morenista.

Además de salirse a pedir el voto cuando tiene pendientes otros dos encargos de elección popular, Crucito se “cruzará” en el camino con su hermano, Alejandro Pérez Cuéllar, quien andará buscando el voto para ser diputado federal por el IV Distrito con cabecera en Juárez.

Y por el estilo estará todo el estado, con diputados que dejarán encargada la curul, y alcaldes o alcaldesas que saldrán “por un rato” a buscar otra vez el voto.

Ahora sí que llamen pitcher de relevo en la novena entrada.