El alcalde de Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, llegó a Chihuahua, llenó el reducido espacio del otrora famoso salón Sunion y se proclamó—sin decirlo, vale aclarar—como el genuino líder del movimiento conocido con el nombre “Unidos con rumbo”, una especie de corriente alterna a la dirigencia estatal de Morena, que busca colocar coordinaciones de campaña y, por supuesto, candidaturas a cargos de elección popular.
¿Qué quienes lo acompañaron? Una larga, muy larga lista de liderazgos–¿o vale decir “exliderazgos”? —del priismo viejo, “millennial”, si no es que “generación X”, que salió del radar casi desde que César Duarte ganó la gubernatura.
Ahí andaba Jaime Enríquez, por citar a uno de los altos mandos de esa agrupación pro-Claudia Sheinbaum, pero también pro-Cruz y pro- “yo mero la quiero”. Enríquez, un ex diputado local, parte de una familia de connotados miembros de la CNC priista de tiempos de Patricio Martínez y Reyes Baeza, ahora anda con la playera color guinda bien puesta, con la lealtad a Cruz a todo lo que da.
Ahí andaban, desayunando alegremente en el abarrotado Salón Sunion, viejos agentes del “reyesbaecismo” y dos que tres ex priistas que no se alinearon a esa rara corriente del tricolor que decidió fusionarse al PAN, con una actitud más conservadora que la del propio blanquiazul.
Vale recalcar la presencia de Adriana Terrazas, la diputada malquerida por sus compañeros de legislatura pero que al interior del morenismo “primorista”— “se parece tanto al PRI, que no puedes engañarme”— es bien recibida y hasta ensalzada por haber llegado a la presidencia del Congreso del Estado en dos períodos consecutivos.
Cauto, hasta eso, el edil juaritos tomó el micrófono para dar un discurso breve, conciso y cuidadoso de las formas. Lo mismo le dio su lugar a la dirigente estatal de Morena, Brigitte Granados, que se fue por la “orillita” a la hora de mencionar al Gobierno del Estado. Fue tan meticuloso que ni siquiera mencionó a la gobernadora por su nombre.
Eso sí, le recordó, por aquello de que “les va a romper el hocico” a los de Morena, que no van 2-0 en el marcador, sino 1-1- “Nos ganaron en el 2021, pero nosotros les habíamos ganado en el 2018”, soltó Cruz, y le rebotó una sonora ovación.
Todo bien dentro del salón, pero afuera, en la banqueta, cuadros morenistas le reclamaban su autoproclamación como líder de campaña de la 4T en Chihuahua, y su pretensión de repartir candidaturas tanto en municipios como en distritos locales y federales.
Duro y a la cabeza: No quieren a Otto Valles Baca, el empresario encarcelado por el gobierno de Javier Corral y liberado por el de Maru Campos, dijeron. Tampoco aceptan que se asuma como jefe de campaña cuando ni siquiera se ha metido a defender las causas de la 4T, dicen.
Para esta Doña ya quedaron definidos los grupos: los que se proclaman como morenistas de cepa, con ADN de izquierda y una historia de luchas en contra de los gobiernos del PRI y el PAN, y los que hace pocos años los veíamos enfundados en camisetas azules o rojas, defendiendo con todo a gobernantes que hoy son impresentables.
………………
¿Qué quién reapareció en la arena pública, con camiseta de precandidato y tropa de ataque? Pues nada menos que el principal damnificado del duartismo: Marco Adán Quezada Martínez.
Sí, el mismísimo ex alcalde de Chihuahua, quien creía navegar con viento en popa rumbo a la candidatura al Gobierno del Estado en el 2016 cuando en eso ¡Zaz! Que se le atraviesa el terrible accidente del espectáculo “Monster Truck”, organizado por su administración, que dejó nueve muertos y más de 40 heridos.
La historia es bien conocida: Quezada era una herencia de José Reyes Baeza, que gobernaba la presidencia municipal de Chihuahua con un amplio rango de popularidad, pero también con el permanente recelo del entonces gobernador César Duarte Jáquez.
Estaba claro: Marco no entraba al “póker” de posibles candidatos del duartismo para la elección del 2016, aunque él se empeñaba en posicionarse a como diera lugar.
Aquel año 2013, último de su gestión, le deparaba al político, entonces priista, un final de período de esos que nadie se puede imaginar: el accidente mortal ocurrido en el espectáculo “Monster Truck”, cuya pésima organización permitió que el conductor de una camioneta destructora de autos saliera de control y atropellara a decenas de asistentes al espectáculo.
Pese al desastre ocurrido, ni la carrera política de Quezada ni su halo de popularidad se esfumaron, pero—insistimos—no era el “gallo” del gobernador, y punto.
Durante todo el período de Javier Corral nadó “de muertito”, pero regresó este lunes, con todo y un grupo de operadores y operadoras que le manejaban contingentes en colonias periféricas, puestos a disposición de “la 4T”.
“El señor está más que dispuesto a sacrificarse por una diputación, aunque sea pluri”, dijo un veterano expriista, refiriéndose, no sin socarronería, al exalcalde que ahora se muestra más “claudista que Claudia”.
………………
El ministro de la “tremenda Corte” de Justicia de la Nación, Luis María Aguilar, peló los ojos y se echó de espaldas, con todo su peso sobre el respaldo de su mullido sillón ejecutivo, cuando oyó lo que le dijeron las y los activistas chihuahuenses que defienden los libros de texto gratuitos del ciclo 2023-2024.
Personas que acudieron a la reunión que sostuvieron con el jurista nos describieron la cara que puso cuando le dijeron que, acá en Chihuahua, se dice que es él quien declaró inconstitucionales los nuevos textos para preescolar, primaria y secundaria.
“Yo no hice eso”, decía azorado. Les explicó que lo único que hizo fue radicar la demanda del Gobierno de Chihuahua y otorgar una suspensión provisional en tanto se investigaba si la elaboración y edición de esos libros estuvo apegada al programa educativo de la SEP. Pero nada de que él los prohibió o que los ha condenado a la hoguera…o a la recicladora de papel.
Peor se quedó cuando le explicaron que, nada más en Chihuahua, hubo sesiones de trabajo con bastante tiempo de antelación donde participaron académicos, profesores, funcionarios de dependencias del Gobierno del Estado y representaciones sindicales para analizar el contenido que tendrían los libros que ahora están “detenidos”.
Nos cuentan que el entogado les respondió que él no era un enemigo de esos textos, que sólo dio la suspensión provisional y que en octubre próximo se resolverá si procede o no el amparo promovido en Chihuahua. Y no más.
¡Ahora resulta que ni enterado estaba!
………………
Los habitantes de la colonia Vistas Cerro Grande, al suroeste de la capital, ya se la tienen “cantada” al alcalde Marco Bonilla, “Marquito”, pues.
Resulta que ni les ayuda, ni les hace obra ni manda a sus policías a poner orden y detener el narcomenudeo, pero ¡qué bien que fastidia la existencia para no dejarlos trabajar!
Esta colonia, cercana al emblemático cerro “Grande” de Chihuahua, alejada de las zonas más urbanizadas y con un grave rezago de obra pública, tiene un tianguis cuya antigüedad es casi la misma de la colonia.
Sus habitantes llevaban años colocando el “tenderete” de puestos para hacer su vendimia y así ganarse unos pesos con los que podían cubrir parte del gasto familiar.
Esa vendimia había ganado ya cierta tradición no solo en la colonia, sino en otras que se ubican en las cercanías, por lo que su operación generaba un círculo virtuoso donde el comprador encontraba objetos a bajo precio y el vendedor se ganaba algo con esas operaciones.
Todo iba bien hasta que llegó la “Marquito-administración” y, nada más por sus pistolas, lo hizo retirar.
Lo que reclaman los ofendidos habitantes de la colonia es que ni les ha hecho obra ni los atiende, ¡pero mira que sí les quitó su mercado!
Que le haga como quiera, dicen sus habitantes. “Ya nos veremos el año próximo, cuando vengan a pedirnos el voto!”