La gobernadora Maru Campos recurrió a su propio equipo de trabajo para cubrir los espacios que le quedaron vacíos en su Gabinete a causa de las campañas electorales que ya están a todo lo que dan.

En las tres secretarías donde ayer ratificó a sus titulares, consideró para el cargo a quienes ya estaban en calidad, o de interinos o en funciones de “segundo de abordo”, lo que les daba todo el conocimiento sobre los temas que van a tratar.

Aunque en la semana pasada se oyeron nombres de líderes empresariales que quedarían a cargo de la Secretaría de Innovación y Desarrollo Económico, el SIDE, finalmente, fue el subsecretario Ulises Alejandro Fernández Gamboa el designado para sustituir a Manke Granados Trespalacios, quien irá por una diputación federal.

Nos cuentan que, de esa forma, la gobernadora le atinó a dos pájaros con el mismo disparo, pues dejó a cargo a una persona de toda la confianza de Manke, de ella misma, y cercana además al grupo empresarial que encabeza Miguel Guerrero, el expresidente de Canacintra que también sonó para ocupar ese encargo, pero luego lo rechazó.

Para la Secretaría de Desarrollo Humano y Bien Común, designó a Rafael Loera Talamantes, quien fuera allegado al “desaparecido” Luis Serrato, el fantasmagórico secretario de Cooridnación de Gabinete, que nada más un día dejó de ir al Palacio y no se le ha vuelto a ver.

Ahí, el nuevo secretario ocupó el cargo de titular del área de Vinculación Ciudadana y Políticas Públicas.

De extracción derechista pero en serio, pues viene del ya desaparecido Partido Humanista, el ahora secretario reemplazará a la diputada local Carla Rivas, quien regresa a su curul después de haber tapizado calles y carreteras con anuncios espectaculares.

Durante semanas, se le refirió como probable candidata al Senado de la República, pero con el paso de los días se fue “desinflando” y ahora nada más aspira a repetir en su curul local.

Respecto a Jorge Chánez Peña, pues le tocó quedarse a cuidar la trinchera de la SCOP, luego de que Mario Vásquez Robles la dejara para irse a competir por una senaduría.

Al menos la góber no improvisó con grillos de tiempo completo ni usó las vacantes en su Gobierno para contentar a candidatos fallidos.

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La defensa jurídica del exgobernador César Dee Jay ha insistido en solicitar que se le dé un trato especial a su defendido, debido al delicado estado de salud en el que se encuentra.

Y bueno, a propósito de esa petición, han difundido todo tipo de versiones, de las cuales la más grave tuvo lugar esta misma semana, cuando anunciaron que el político recluido en el CeresoNo. 1 de San Guillermo sería intervenido en operación a corazón abierto.

Sin embargo, fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal que todo le chismean a esta Doña nos dicen que ni siquiera presentaron una solicitud formal los abogados del imputado para que este viajara a la Ciudad de México a que le practicaran esa operación.

Además de que no la solicitaron, difícilmente se las iban a conceder, porque no han acompañado su petición de un dictamen médico que diga con toda claridad cuál es el diagnóstico y en qué consiste la intervención quirúrgica a la cual se refieren.

Otras fuentes igual de informadas nos comentan que, si bien el estado de salud del ballezano es delicado, también lo es el que se le ha dado atención oportuna y de calidad en los hospitales de la ciudad, tanto públicos como privados.

Dicen esas informativas fuentes que ha sido el propio personal médico del Cereso el que ha solicitado traslados a hospitales externos cuando así lo han considerado necesario. No está desatendido, pues.

Por lo demás, especialistas abordados por esta Doña nos cuentan que hay instalaciones tanto públicas como privadas en Chihuahua donde se practican intervenciones quirúrgicas de corazón con tal calidad que se han ganado la admiración y el respeto de propios y extraños.

Una vez más, le deseamos al exmandatario una plena recuperación y que siempre tenga a la mano la supervisión médica que requiere, pero lo mismo pedimos para todos los demás internos en ese penal.

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Los días pasan y nomás no paran las protestas en contra de la dirigente estatal de Morena, Brighite Granados de la Rosa a causa de la asignación de candidaturas a la Presidencia Municipal de 32 “chicos”.

Este jueves, un grupo de militantes de Ciudad Jiménez se apersonaron en las oficinas del partido guinda, ubicadas en pleno centro de la capital, para pedir la destitución de Brighite por lo que consideran una “imposición” de candidaturas.

El reclamo sigue siendo el mismo que en semanas anteriores: no a la imposición de candidatos, no a los “chapulines” recién llegados desde otros partidos, donde ya se les había acabado la pólvora y prácticamente no representaban a nadie.

Al grito de “fuera Brighite”, los manifestantes expresaron su repudio hacia la dirigente morenista, pues consideran que no ha atendido las exigencias de los militantes inconformes con la forma de designar candidaturas.

Pancartas en mano y una gran manta que identificaba al grupo como integrante de “Los de Abajo”, una corriente interna de Morena en la ciudad de Chihuahua, reiteraron su negativa a aceptar los “consensos” que según la dirigencia de su partido, aplicó para designar a 34 candidatos en un igual número de municipios.

Ahí andaba, por supuesto, la maestra Rosa Lilia Cardona Muñoz, quien no se ha perdido ni una de las protestas en las que se le exige a la nomenclatura morenista que respete a los fundadores del partido en Chihuahua.

Gritos, porras y reclamos, todo en el mismo rato, mas las pancartas y las proclamas, todo para que la tal Brighite ni siquiera los oyera, porque, nada más para variar, no estaba en su oficina.

Esos de Morena, knock-knock, ¿hay alguien en casa?

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De pena ajena el posicionamiento del dirigente estatal del PAN, Gabo Díaz Negrete.

Lo que es no tener una agenda política ni un pronunciamiento de fondo con los cuales llamar la atención no solo del electorado, sino de sus propios cuadros de partido.

Mire con que salir a denunciar que está muy caro el tomate, así como para lanzar una acusación en contra del partido en el poder, en este caso, Morena, sonó a campaña de pueblo, con el debido respeto a nuestras comunidades.

Le echa en cara al Gobierno morenista que, por “el descontrol de la inflación en el país”, el tomate está a 80 pesos el kilo y la cebolla hasta en 60 pesos.

¡Mira quién habla! ¿Pues qué no son ellos, los panistas y los neoliberales priistas, los que piden que todo se deje al juego del libre mercado y que sea este el que fije los precios en función de una correlación de fuerzas entre oferta y demanda?

O, ¿de qué se trata? ¿Acaso, de regresar al viejo, oxidado e inútil esquema del control de precios, con el que se le hizo un gran daño a la economía en décadas pasadas?

El panista acusó al Gobierno de AMLO de tener “una de las más altas inflaciones de los últimos sexenios”.

Gabriel Díaz detalló que el Inegi promedió la inflación en 4.88 por ciento al inicio de este año, pero en el sexenio de López hemos tenido una máxima de 7.94 por ciento.

Eso dice el entomatado líder. Lo que indica el medidor del Inegi es que, de diciembre de 2018 al mismo mes del 2023, la inflación promedio es de 5.04 por ciento, alta sí, pero cercana a los  4.68 del presidente Vicente Fox; similar a los 4.2 de Calderón y un punto arriba del 4.08 que tuvimos con Peña Nieto.

Luego, así como para servir PAN con lo mismo, regresa a la frase de que el país está entre el “autoritarismo de Morena contra el México de las instituciones y libertad”. ¡Oh, pues! Si quiere libertad, los precios van a subir según sean las condiciones del mercado y, la verdad, las actuales no son muy favorables para algunos productos básicos.

O sea, aquí ya no se trata de que le cueste el azul celeste, sino que pague por el rojo tomate.