En el ámbito de las oficinas centrales de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el nombre de Chihuahua es algo así como un mantra maligno que nadie quiere ni oír su nombre, y menos si se trata de una postulación para hacerse cargo del “changarro”.

Nos cuentan allegados a aquellos lares de la burocracia federal que nomás no hay quien le quiera entrar a la Conagua-Chihuahua, porque para broncas no se gana y, en una de esas, hasta “emproblemados” con la justicia salen.

Las razones para sacarle la vuelta al estado más extenso del país sobran, pero la que más asusta a quienes temen ser nombrados para ocupar algún cargo es el de los amparos.

Sí, son los recursos promovidos por los usuarios de mantos subterráneos que promueven amparos ante la Justicia Federal para evitar que la Conagua les limite la extracción de agua o, de plano, les suspenda el permiso.

Nos cuentan que son alrededor de 150 amparos nuevos los que les llegan por semana y pues, así, ni aunque dedicaran toda la capacidad de trabajo de la oficina Chihuahua a esa función se darían abasto.

Por increíble que parezca, en el estado que más agua aporta al Tratado Internacional de Aguas con los Estados Unidos, que además es uno de los más secos del país y donde hay más acuíferos abatidos por sobreexplotación, la justica beneficia a quienes hacen un uso irracional de ese preciado recurso.

Para quien trabaja en la Conagua no hay de otra: o se deja de hacer lo que estaba atendiendo para entrarle a la bronca legal, o enfrenta cargos por no contestar los amparos.

Así, mejor, ni entrarle. Por eso, cuando a alguien le llaman para “hablar” de Chihuahua, hasta sale corriendo.

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El llamado Grupo Plural que se encarga de armarle el plan de gobierno a la candidata presidencial Claudia Sheinbaum, enviará sus columnas a abrir fuego electoral en Chihuahua.

Será el próximo 16 de mayo cuando lleguen a la capital del estado Julio Berdegué Sacristán, quien está a cargo del diseño de toda la política agropecuaria de la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México.

En los corrillos de la campaña de la 4T se habla de que podría ser el próximo secretario de Agricultura –como quiera que se llame esa dependencia, a la que le cambian de nombre cada sexenio– si es que Sheinbaum gana las elecciones el próximo 2 de junio.

Junto con él, llegará Alfonso Ramírez Cuéllar, veterano en las lides de izquierda, y uno de los principales promotores de la candidatura de Sheinbaum allá en la época de la guerra de las corcholatas.

Berdegué fue uno de los integrantes del Grupo Plural que presentó la aspirante presidencial, el cual incluye al exrector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, y al exgobernador de Chihuahua, Javier Corral.

Originario del estado de Sinaloa, Berdegué ocupó el cargo de subdirector de la FAO y en diversos medios se maneja su nombre como próximo secretario de Agricultura.

Su presencia en Chihuahua, al igual que la de Ramírez Cuéllar, se debe a la participación que tendrán en las reuniones de trabajo con productores agrícolas del estado que deben deudas, pero también le exigen cuentas a la Comisión Federal de Electricidad.

Que siga la mata dando, y la campaña también. Nada más falta que, si llegaran a ganar, no se olviden de las promesas que dejaron sembradas en Chihuahua, no vaya a ser que tampoco se logren, como muchos de los cultivos que no se darán este año a causa de la sequía.

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Si en el Pleno no se lucieron los diputados de la 67ª Legislatura, en las comisiones legislativas menos.

Ahí están las listas de asistencia publicadas por el Congreso del Estado, para ver que algunas celebraron unas cuantas sesiones, otras más, parece como que se les olvidó su existencia, y las menos lucieron saturadas de trabajo.

De las desairadas, la Comisión Especial de Vinculación con Organizaciones de la Sociedad Civil se llevó la medalla de oro, pues no celebró ni una sola sesión de trabajo. ¡Así de importante fue la vinculación del Poder Legislativo con la Sociedad Civil!

Luego, el Comité Editorial y de Biblioteca se llevó la medalla de plata al desaire, con solo dos sesiones en los tres años que ha durado la 67ª Legislatura.

Luego, la que se formó ex profeso para atender el problema de los migrantes, de nombre largo y rimbombante: “Especial de Evaluación y Seguimiento del Caso de la Estancia Provisional del Instituto Nacional de Migración”, se quedó con apenas tres sesiones.

Y eso que le dedicaron largas horas de discusión al tema de los migrantes. Mucho verbo en la Tribuna, pero qué tal el escaso trabajo en comisiones.

Caso similar el de la Comisión Especial de Análisis de los Planes Estatales de Desarrollo y de Seguridad Pública. Tres sesiones nada más y uno de sus miembros, Cuauhtémoc Estrada (Morena) ni por eso se lució con su asistencia, pues solo estuvo en una de esas sesiones de trabajo.

Ahora que la Comisión Especial para la Reforma Integral de la Constitución Política del Estado de Chihuahua no se queda atrás.

Pese a que la reforma constitucional de marras fue presentada como uno de los principales proyectos de la legislatura que ya fenece, solo celebró 10 sesiones y hace buen rato que no se “avientan” una.

De esa reforma, por cierto, ya nadie habla, ni hablará, nos comentan.

A ver si este martes, cuando se celebre la sesión solemne con motivo del Día del Niño, sí se hacen presentes todos.

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A mil por hora, se trabaja en el Congreso del Estado para sacar delante la elección de magistrados del Poder Judicial correspondientes a las salas que continúan acéfalas y a cargo de magistrados interinos.

El proceso debió concluir en diciembre pasado, después de que se publicara la convocatoria, se seleccionara a los candidatos y se procediera a la votación.

Sin embargo, en el camino se atravesaron recursos de amparo en contra de la convocatoria, a causa de un supuesto uso indebido del criterio de la paridad de género para integrar las planillas de aspirantes.

Por otra parte, el grupo parlamentario de Morena había promovido una controversia constitucional en contra de la reforma aprobada por el bloque mayoritario del PRIAN, según la cual, desaparece el examen de oposición a los aspirantes a magistrados y se deja la selección en manos de los tres poderes de la entidad.

El hecho es que casi es mayo y no hay magistrados “de planta” que completen la alineación titular del Tribunal Superior de Justicia.

El temor para el grupo que actualmente domina el Congreso es que una serie de carambolas electorales permitan que Morena se haga de la mayoría en la próxima Legislatura, o bien, que se desarme el bloque mayoritario que tienen actualmente el PAN y el PRI.

De ahí el apuro de sacar ese proceso, completar la integración de las salas y, si gana Morena, pues que le hagan como quieran, porque magistrados ya hay.

Todo bien, excepto que los procesos judiciales siguen en curso y pues, ahí sí que no hay apuro que valga.