De la renuncia de Javier Corral al PAN hay poco que agregar. En la práctica ya no era panista, pues no participaba en ninguna actividad de esa agrupación que tantas candidaturas le regaló.

No iba a ser candidato, ni siquiera representante de casilla. Tampoco hizo o hacía mucho por el círculo que trabajó de cerca con él, tanto en la construcción de su candidatura al Gobierno del Estado como en su campaña y en su gestión como mandatario estatal.

Ahí están tres de sus antiguos secretarios perseguidos por la actual administración, y él no ha movido ni un dedo por ellos.

Si las cosas son como él las narra, llegó solo al PAN y se va de la misma forma: acompañado de nadie. Ahora que, bien vale resaltar algunos de los párrafos de su carta de renuncia, porque hace una descripción del panismo actual, que parece como tomada con una cámara de alta definición.

“…la evolución—del PAN—es cada vez hacia lo peor”. Si decidieron fundirse en uno solo con su acérrimo rival, el PRI, ese que empezaba “robándose los votos y terminaba robándose la lana”, pues entonces ya son iguales.

“Nunca habíamos tenido dirigentes tan mediocres y cínicos como los actuales”. ¿Qué otra cosa se puede decir de estos dirigentes que han perdido la mayoría de las elecciones estatales y que, incluso, le cedieron al PRI el estado de Durango, donde antes gobernaban?

Decidió no apoyar “esa alianza que la única utilidad práctica que tendrá será reinstalar en el Congreso a varios de los personajes más cuestionados de ambos partidos”. Ya veremos a Alito Moreno en el Senado, y hasta de coordinador, así pierda Xóchitl la elección presidencial por 20 puntos, si no es que más.

“…un grupo de empresarios que han sabido tripular la medianía y las debilidades éticas de los dirigentes partidistas, aprovechan el escenario para la manipulación del partido para impulsar desde ahí su agenda y defensa estricta de sus intereses económicos”.  Claudio X, ahí te hablan.

Lo curioso es que, apenas renunció y ya le salieron ofertas, como si fuera una de esas estrellas del deporte que de pronto se vuelven agentes libres. Guindas y naranjas ya salieron a la caza del que se acaba de quitar lo azul.

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La Presidencia Municipal que encabeza el alcalde Marco-multas, ha decidido renunciar al ejercicio de la rectoría del espacio urbano y dejar que las empresas vendedoras de señales de televisión e internet se apropien del paisaje citadino.

Las calles de la ciudad, incluso las del centro histórico, tienen toneladas de cables colgadas de los postes, sin que la autoridad municipal ponga orden o cobre la cuota que corresponde por el uso de la vía pública.

La postería y los cableados se consideraban exentos de pago de derechos, porque eran parte de una infraestructura para la prestación de servicios, como la telefonía, la telegrafía o el suministro de la energía eléctrica.

Sin embargo, con la virtual desaparición del servicio de telégrafo, y la privatización de la telefonía desde aquellos años 90 del salinato, la justificación de que se trata de un servicio público que no debe pagar por colgarse de los postes quedó con poco asidero.

No obstante, la empresa Telmex, que durante años ejerció monopolio del servicio de telefonía fija, no pagaba por colgar sus cableados en las orillas de las banquetas, mediante la justificación de que prestaban un servicio público.

Pero luego llegaron las vendedoras de televisión por cable y de señal de internet, que de públicas no tienen nada, y comenzaron a llenar el paisaje urbano de gruesos cables, incluso de rollos pesados de sus alambrados.

Se trata de un negocio privado, que no es indispensable—se puede vivir sin ver televisión por cable, en serio—que no le deja ni un céntimo al municipio mediante pagos de derechos ni asume responsabilidad ante el riesgo de que caigan sus gruesos rollos de cables.

Sin embargo, el Gobierno municipal de Chihuahua se rehúsa a ponerlas en orden, como sí lo hizo en su tiempo la gestión de Carlos Borruel, allá en el inicio del milenio.

Será que no pueden o no quieren enfrentar a esos grandes monstruos de la telecomunicación, y por eso prefieren cobrar multas a quien juegue futbol en la calle.

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No acaba Morena de publicar su convocatoria para elegir candidatos a cargos de elección popular en el ámbito local, cuando ya les brincó una fuerte corriente de opinión en contra.

El llamado a participar en la contienda interna por diputaciones locales, alcaldías, presidencias municipales e integrantes de los cabildos ya tiene detractores, quienes la califican de violatoria de los estatutos del partido.

Según los inconformes, la dirigencia morenista le quitó a la militancia la posibilidad de elegir a sus candidatos mediante “el voto libre, directo y secreto”, y en cambio, entregó esa facultad a un pequeño grupo de apenas cinco personas que integran la Comisión Nacional de Elecciones.

Será ese selecto grupo el que elija a los precandidatos, en vez de que sea la militancia mediante la emisión de su voto, de la encuesta o, en su caso, de una tómbola.

Son 20 mil 263 cargos de elección popular los que están en disputa en todo el país, de los cuales depende gran parte de la gobernabilidad de la próxima administración federal, pues de ahí surgirán los congresos locales que forman parte del Constituyente del país.

Y eso que todavía no entran a desenredar el embrollo que se ha armado con la designación de nueve candidaturas a gobiernos estatales.

Lo peor del caso, dicen los manifestantes, es que se les dejaron apenas tres días para inconformarse con la convocatoria, porque la fecharon el día 7 de noviembre, pero la publicaron hasta el 8, con lo cual, el plazo de cuatro días que contempla la ley se redujo considerablemente.

El grupo, que ayer hizo circular un documento de protesta, anunció que este viernes presentarán impugnaciones en bloque y, si es así, bien podrían rebotarle el agua al morenismo que, en este momento, se siente “superior a cualquiera” por los números ventajosos que le dan las encuestas en diversos estados y municipios del país.

En Chihuahua, las cosas se pueden complicar en algunas regiones donde la militancia no está del todo conforme con que se permita la participación de ex duartistas, ex “reyistas” o de personas de una abierta filiación de derecha, así que nadie se vaya de espaldas si también aquí se descompone la decoración.

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El panismo de Chihuahua y la 4T se dispararon fuego cruzado este jueves, acusaciones mediáticas dirigidas con toda precisión a puntos estratégicos donde operarán las próximas elecciones local y federal.

Por parte del bando blanquiazul, ayer saltó a la palestra el mismísimo fiscal Anticorrupción, Abelardo “El Bayo” Valenzuela, a echarle leña a las denuncias que se siguen contra el alcalde de Juárez, Cruz Pérez Cuéllar.

Se trata de un embate contra uno de los puntos más neurálgicos del morenismo, donde contemplan ganar tanto la presidencia municipal como la sindicatura y al menos siete de los nueve distritos locales.

También le echan cálculo de ganar los cuatro distritos federales, la Senaduría y la parte de elección presidencial que le toca.

Para todo eso, es estratégica la gestión de la Presidencia Municipal de Juárez, a cargo del ex panista y hoy morenista Cruz Pérez Cuéllar.

Por otra parte, la Presidencia de la República, en persona, abrió fuego contra uno de los frentes de batalla que abrirá el panismo en cuanto arranquen las elecciones en el centro-sur del estado: la zona de riego del distrito 05.

En la “Mañanera” de este 9 de noviembre, el presidente AMLO señaló a un grupo de familias, emparentadas de alguna forma, y entrelazadas con gobiernos anteriores, como las acaparadoras de más de 36 millones de metros cúbicos del agua que se almacena en las presas del sur-este chihuahuense.

Se trata de un golpe de precisión a uno de los frentes más beligerantes en contra de la 4T, donde han operado los ex gobernadores Fernando Baeza, José Reyes Baeza y, según el presidente, hasta el propio César Duarte.

Todo eso, cuando apenas es noviembre y no hay candidaturas definidas a nada. ¡Cómo se irán a poner las cosas apenas inicie enero!