La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) le mandó una coscorroniza a la Comisión Estatal de Chihuahua por, digámoslo así, emitir una “mala recomendación” en torno a un caso lamentable ocurrido en 1996 relacionado con el secuestro y posterior asesinato de una menor de edad, en Ciudad Juárez.

Sin embargo, el organismo que preside Rosario Piedra Ibarra tendrá qué masticarse sus palabras y pasárselas sin limonada de por medio, porque fue la CNDH la que batió el tepache en el caso de la joven Sonia Ivette Ramírez López, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado en agosto de 1996, días después de haber sido reportada como persona desaparecida.

El 31 de marzo pasado, la CNDH mandó la recomendación número 47 de lo que va del año a su similar de Chihuahua en el que le pide que haga una serie de correcciones: ocho instrucciones, para ser exactos y enmiende la plana respecto a la recomendación que había emitido en el año de 1998.

Sin embargo, al parecer, a la regañona CNDH se le olvidó que fueron sus funcionarios los que no hicieron bien su tarea, por lo que en estricto sentido les tocaría a ellos hacer las correcciones y ofrecer las disculpas correspondientes.

Por partes: la Comisión Estatal de Derechos Humanos, la CEDH, emitió una recomendación a diversos órganos de gobierno dedicados a impartir justicia y perseguir el delito, por la pésima actuación que tuvieron en torno al caso de la menor Sonia Ivette Ramírez López.

La familia de la víctima promovió una queja ante la CEDH y ésta emitió una recomendación con una serie de acciones que debía emprender la autoridad investigadora para tratar de remendar su cauda de errores y no volver a cometerlos.

En aquellos años, la CNDH hizo lo propio y también mandó su lista de requerimientos a la entonces Procuraduría General del Estado (PGE). Sin embargo, muchos años después, un hermano de la víctima se volvió a quejar porque en las resoluciones emitidas por ambas comisiones había grandes omisiones, como el no reconocer a la menor asesinada como víctima de violación a los derechos humanos.

Ese error de omisión, en realidad, lo cometió la CNDH, pues fue esta la que, en su recomendación de aquellos años 90s, no cumplió con lo que ahora se le pide a la CEDH de Chihuahua. Nada más que ahora, la Nacional le pide a la Estatal que sea ella la que enmiende la plana y se eche la culpa, como quien dice.

¿Así o más cachetona la CNDH?  Nos cuentan que el organismo a cargo del ombudsman chihuahuense Néstor Armendáriz Loya ya prepara una respuesta, con toda la propiedad y el comedimiento de que es capaz, para decirle a su homóloga nacional que con mucho gusto reparan sus errores, pero que ellos corrijan los propios. ¡Mah, pues cómo no!

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En días próximos, el Congreso del Estado aprobará, con toda seguridad, la petición de autorización al Poder Ejecutivo para contratar un crédito de largo plazo de 500 millones de pesos.

Decimos que lo va a aprobar, porque ya damos por sentado que la aplanadora PRIAN-MC votará a favor de aumentarle la cuenta a la deuda pública de largo plazo del estado, con una larga discusión de por medio con la bancada de Morena, cuyos integrantes ya  han adelantado que votarán en contra.

Se trata de un crédito “chico”, en comparación con los que pedía el gobierno de César Duarte, de miles de millones de pesos, e incluso con los “cortos” de Corral.

La diferencia de este respecto a los “cortos” es que el pago estaría programado para los siguientes 20 años, con “vueltas de abonero”, como decía el refrán popular de otras épocas, mientras que los otros se tienen que cubrir a más tardar 12 meses después de su contratación.

Aún está por verse la sobretasa que cobrará el feliz banco que otorgará el crédito, pero es del todo probable que no rebase el punto porcentual. Nada mal en una temporada de alzas a los precios del dinero.

Lo que llama la atención es que, a estas alturas, se tenga que agregar 500 millones a la cuenta, ya que la cifra es muy inferior a la que obtiene el gobierno por otros conceptos. Nada más para darnos una idea, por el replaqueo se recaudaron más de mil 600 millones de pesos, es decir, tres veces más que con el nuevo crédito.

Nada más de lo que se recauda para Fechac y Ficosec son 675.7 millones del águila, según la Ley de Ingresos. Entonces ¿qué en serio no había otra forma de allegarse ese dinero o, visto desde otro punto, recortarlo del gasto público estatal?

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La propuesta de reducir la semana laboral, de 48 a 40 horas, no recibió la bendición del bloque PRIAN y es del todo probable que reciba un batazo de jonrón en el Senado de la República, donde Morena no tiene mayoría suficiente.

Así, la reforma que había alborotado a una parte del sector laboral del país deberá esperar para mejor ocasión porque un grupo de legisladores que ni de broma trabajan esa cantidad de horas considera que “no es el momento”.

Veamos: diputados y senadores no quieren semana de cinco días, ellos que ni de broma trabajan seis, vaya, ya hemos visto que ni a las sesiones van, y eso que nada más son dos por semana.

¿Negativa del sector oficial? ¿De qué hablan? si la burocracia del país trabaja solo de lunes a viernes y, en muchos casos, sus jornadas son de seis horas: 9 de la mañana a 3 de la tarde. ¡Pura vida!, diría el clásico.

El sector industrial tampoco se debe extrañar, sobre todo al de la industria de exportación, pues una gran parte de su planta laboral asiste al centro de trabajo de lunes a viernes.

El comercio y los servicios, que conforman el muy dinámico sector terciario del país, es el que carga con el mayor peso de las horas-hombre o mujer, y es el que menos rezonga.

Dicho de otro modo, que los pocos amolados que no estamos en el presupuesto ni nos ha bendecido el cielo con una curul somos quienes deberemos esperar a que sean “tiempos mejores” para tener una semana de 40 días.

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Ayer lunes 1 de mayo, tan pronto como terminó la breve ceremonia de homenaje a los mártires de Chicago, la gobernadora Maru Campos y el dirigente estatal de la CTM, Jorge Doroteo Zapata, dejaron la ceremonia para irse a platicar en privado al Palacio de Gobierno.

Poco después, ambos reaparecieron en el templete colocado frente al Palacio para ver pasar a los contingentes de la SNTE que desfilaban ese día con motivo del Día del Trabajo.

Según nos cuentan, de la plática surgió la “renovación” del compromiso de la central obrera con el Gobierno de ayudar a mantener la paz laboral en el estado para ofrecerla como un aliciente más para los inversionistas extranjeros que andan buscando un lugar en México dónde reubicar sus centros de producción.

Chihuahua tiene prácticamente saldo blanco en huelgas del ámbito local en lo que va del siglo y eso la hace un destino privilegiado para el que anda en busca de un punto cercano a los Estados Unido para instalar su fábrica.

Así que, por las vísperas, podemos adelantar que la “blanqueada” de paros y huelgas permanecerá en al menos los años de la actual administración.