Increíble, pero el proyecto más votado en el proceso 2023 para elegir las obras que recibirán recursos del Presupuesto Participativo del Municipio fue la rehabilitación de una alberca, la del Colegio de Bachilleres No. 1, con 11 mil 680 sufragios.

Mientras, otras solicitudes, presentadas por grupos de colonos a los que les urge la pavimentación de una calle o la rehabilitación de su parque quedaron muy rezagados en la votación, porque, ¿cuándo iban a competir con una institución como el Bachilleres o con la Universidad Autónoma de Chihuahua, que tienen miles de alumnos y de empleados?

Peor aún: con la capacidad de “movilización” que mostraron, pues como ya informamos en este espacio, la Universidad ofreció boletos para el teatro a cambio de votos. Vil compra, que si fuera proyecto electoral quedaría sancionada.

No para ahí la cosa, según nos comentan, en el proceso de este domingo 26 hubo hasta “acarreo” de votantes para que sufragaran en favor de los proyectos que presentó la UACH, a saber: mejoras en el plantel de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, campus Chihuahua, y el de la iluminación del estadio “Nido de Águilas”, que actualmente se encuentra en calidad de lote baldío.

Los resultados ahí están: El proyecto “Espacio Seguro y Adaptado” de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales quedó en el sexto lugar entre los proyectos más votados correspondientes al Distrito 16, con 7 mil 913 sufragios, mientras que el del “Nido de Águilas” recibió 5 mil 613 para irse hasta el octavo lugar.

En segundo lugar, solo detrás del proyecto de la alberca del Bachilleres, quedó la rehabilitación de la escuela “Guadalupe Uranga”, ubicada en la colonia Rosario, en el sur de la ciudad, el cual obtuvo 8 mil 911 boletas a su favor.

Así por el estilo: las escuelas ganaron en votación en diversos distritos. Por ejemplo, en el 12, la Escuela Técnica 96, quedó en primer lugar, con 3 mil 944 para la instalación de un domo en sus espacios deportivos, y Secundaria Técnica 72 en segundo, con 3 mil 912.

Con alumnado y trabajadores administrativos y docentes de su lado, ¿cómo competirles?

Algo se tiene que revisar en el esquema del Presupuesto Participativo, poque no es posible que instituciones como el Colegio de Bachilleres, que tiene un presupuesto de mil 800 millones de pesos, pida dinero para un espacio recreativo, mientras que habitantes de colonias periféricas compitan por la ejecución de obras con planteles educativos que tienen cientos, si no es que miles de votantes “cautivos”.

Y para la otra, más “ojo” del IEE, porque estuvo grueso el acarreo.

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El proceso para elegir a siete magistrados del Tribunal Superior de Justicia, el TSJ, se está complicando y podría resolverse hasta el año próximo, según nos comentan enterados del caso.

La esperanza de que el amparo se “cayera” mediante un recurso de queja ante un Tribunal Colegiado se ve remota, según nos dicen, y el juicio que solicitó la quejosa en contra de todo el procedimiento para elegir a esos “entogados” va para largo.

El jueves 30 de noviembre se llevará a cabo la audiencia inicial, donde la parte demandada, en este caso, el propio Poder Judicial, presentará sus pruebas de descargo ante el juez decimoprimero de distrito, con lo cual apenas se estaría arrancando el litigio.

Y ese es apenas el inicio, poque todavía falta que se cite a una nueva audiencia para que el tribunal de distrito, la juez penal juez Alejandra Ramos, decida si procede o no la queja de la promotora del amparo, o si carece de sustento constitucional.

Si le da entrada, pues a fijar nueva fecha, y lo más probable es que sea para el año próximo, pues el período vacacional del Poder Judicial Federal ya está encima.

Así que no hay de otra más que esperar y prenderle veladoras a que el TSJ presente suficientes elementos para “tumbar” la argumentación de la quejosa y dé sustento a su petición de que se declare improcedente el amparo.

Mientras, continúa la suspensión y la elección de magistradas y magistrados seguirá en espera. ¿Hasta cuándo? Pues después del período “Lupe Reyes”, de seguro, si no es que hasta que se deshojen los tamales del Día de la Candelaria.

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“Encampañados habemus”, podríamos decir los ciudadanos de todo el estado, porque los aspirantes a cargos de elección popular nos atacan por todos los flancos, con sus anuncios, sus portadas de revista y sus bardas pintadas, aunque la capital no corresponda a su distrito.

Así anda el exalcalde de Juárez, Armando Cabada, quien ya “tapizó” parte de la ciudad con propaganda para lograr la postulación de Morena  al Senado de la República.

Claro, que si fuera por el Partido Verde Ecologista de México, mucho mejor, porque es el que tendrá la primera fórmula y, por lo tanto, el escaño seguro en la Cámara Alta del país.

Para pronto, el exedil, que llegó al cargo en calidad de “independiente” y que llegó a la Cámara de Diputados postulado por la 4T, ahora quiere continuar bajo la protección del siempre generoso techo del presupuesto federal, y busca brincar de San Lázaro a la Torre del Senado, ubicada en Reforma e Insurgentes.

Ahí están ya, colgados, sus pasacalles y sus carteleras; pintadas sus bardas y repartida su propaganda.

Quiere la candidatura, aunque no pinte en las encuestas, pero los del partido guinda y blanco y sus acompañantes ya demostraron que eso de quedar arriba en las preferencias es “peccata minuta” porque al final, lo que se imponen son los acuerdos cupulares.

Así que Cabada, al igual que otros de sus competidores, andan como desaforados, tratando de demostrar que sí tienen presencia y que hicieron “algo” por ganarse las preferencias de militantes y simpatizantes de la 4T, en espera de que el “dedo bendito” los señale.

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Y ya que hablábamos del Colegio de Bachilleres, desde diversos puntos de la ciudad nos llegan quejas en contra de esa institución porque le ha puesto paso de oruga a lo de la devolución del dinero que gastaron padres y madres de familia en la compra “impuesta” de uniformes escolares para el período 2022-2023.

Pese a que había un compromiso, hecho públicamente por el director de la institución, Reyes Humberto de las Casas Muñoz, de cumplir con la devolución antes de que terminara el año pasado, ahora resulta que les están dando todas las largas posibles a los quejosos que piden la devolución de su dinero y, en su caso, la entrega de los uniformes que ya ni obligatorios son.

Entre otros “peros” para darles su devolución, les exigen la presentación del ticket de compra, pero como este tiene más de un año de antigüedad, los numeritos ya se le borraron. Así que los devuelven a su casa con todo y uniformes.

Cabe recordar que, al inicio del ciclo 2022-2023, la institución puso como requisito a los alumnos de nuevo ingreso la compra de un paquete de uniformes que consistía en una pantalonera, tres playeras y una chamarra, todo por un valor de 2 mil 315 pesos.

Sin embargo, ante las quejas que afloraron al inicio de ese curso, se dio marcha atrás a la obligatoriedad de la medida y se anunció que los pater y mater familias podrían recuperar ese gasto mediante la devolución de las prendas del uniforme.

En aquel 2022, De las Casas Muñoz informó a Norte Digital que ya se había hecho la devolución a mil alumnos que compraron el paquete. Sin embargo, eran más de 7 mil los compradores, por lo que el proceso iría para largo.

Desde hace meses, diputadas de Morena han solicitado al Congreso del Estado que llame a cuentas al director de Cobach para que informe detalladamente sobre el avance que lleva ese proceso, pero a la fecha no se ha realizado esa reunión.

Lo cierto es que ya estamos a punto de empezar el período vacacional de diciembre y, desde ahora, podemos adelantar que el problema se prolongará hasta el próximo semestre.