Lo del retiro de Marquito Bonilla sigue en suspenso y en calidad de misterio. O más bien, que es él quien le anda haciendo al misterioso, porque no ha soltado prenda de quién se quedará en su lugar mientras anda de candidato para la reelección para la Presidencia Municipal de Chihuahua.

En principio, la Constitución del Estado y el Código Municipal establecen que se debe llamar al suplente para que cubra la vacante cuando el titular –en este caso, Marquito– pida licencia para separarse temporal o definitivamente del cargo.

Sin embargo, nos cuentan que no está tan seguro el llamado a Jorge Cruz Russek, suplente de Marco Bonilla, reconocido empresario del ramo de la venta de autos y maquinaria, y hermano “de su carnal”.

Eso, porque el Artículo 101 del Código Municipal dice que “Las personas titulares de la presidencias municipales, regidurías y sindicaturas no podrán separarse del ejercicio de sus funciones sin licencia del Ayuntamiento”.

Dicho de otra manera, que “en primeras”, el alcalde que pronto será candidato, a más tardar en la primera quincena de abril, tendrá que pedirle permiso a su Ayuntamiento para dejar encargada la silla.

Seguros de que el Ayuntamiento, de abrumadora mayoría prianista, levantará su dedito en favor, queda determinar a quién le hablan para ocuparse del “changarro”.

¿A Cruz Russek? Tal vez, porque según el mismo artículo, también lo podría elegir de entre los integrantes del Ayuntamiento.

Para que eso ocurra, se necesitaría que el suplente diga que no, por lo que quieran y manden, en cuyo caso, el secretario General del Ayuntamiento asumiría las funciones en calidad de encargado de despacho, mientras se elige a uno que se quede de aquí hasta el 3 de junio, cuando ya haya pasado la elección.

Todo ese panorama está bajo análisis, según nos cuentan, por aquello de que alguna coyuntura indique que es mejor decir “no pierdo mi lugar” y dejar encargada la silla a alguien de la casa.

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¡Esa Andreiía Chávez! Ha de andar como niña con zapatos nuevos tras el estreno del rap que le compusieron para impulsar su campaña… y a lo mejor sin querer, para meterse un súper autogolazo.

“Bola de coguptos”, se llama el pegajoso rap cantado por el rapero Sieck, que ya está disponible en la plataforma de Youtube. Aquí les dejamos el link:

La tonadita dice así: “Acá prolifera la muerte, también la violencia… la ciudad más peligrosa de planeta, mucho más que Irak, que Afganistán, la neta”, en referencia a Juárez.

Luego, sigue con la misma referencia: “…de aquí son las muertas de Juárez, hay un pésimo transporte, no hay infraestructura”.

¡Uhhh, sonó feo! Eso de que no hay inversión ni infraestructura le pega, en primer término, al Gobierno municipal que encabeza Cruz Pérez Cuéllar, el “primer morenista del estado”.

Claro, el rapero le echa la barra al Gobierno del Estado, al que le toca un buen de esa responsabilidad de invertir en Juárez, pero si a esas vamos, tampoco el de la 4T le mete mucho dinero que digamos a la frontera chihuahuense.

Pero lo más gracioso, por decir lo menos, es el momento en el que menciona el mal estado de las calles: “en una sola calle hay como cien baches…”, y de trasfondo se ve una calle donde, en efecto, hay verdaderos cráteres.

Órale, Cruz, ahí te hablan, que vayas a tapar esa calle que parece campo bombardeado.

“Denle la oportunidad, Andrea Chávez es la buena, no hay que regarla de nuevo, vamos con Morena…”.

Eso de “no hay qué regarla de nuevo” sonó como a que no repitan la misma fórmula de Gobierno en Juárez. ¿De eso va el rap Bola de coguptos, bola de gateros”?

Porque, si la memoria no nos falla, la vez pasada cuando los juarenses eligieron Gobierno, votaron en su mayoría por Morena.

Ese rap suena más a fuego amigo que a la promoción de Andreíta.

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Pocas situaciones tan dolorosas para cualquier ser humano es el trabajar duro por lo menos 8 horas al día, si no es que 48 horas a la semana, y que el sueldo no alcance para lo más necesario.

A eso se le llama “Pobreza laboral”, a las personas que están pobres no porque no trabajen o “porque quieren”, como dice la crítica fácil, sino debido a los bajos ingresos que le produce su esfuerzo.

Este lunes, el Coneval dio a conocer la medición de pobreza laboral en el país y hay varios datos en los que vale la pena detenernos.

Primero que, a nivel nacional, el 37 por ciento de la población trabajadora no gana para comprar la canasta básica.

Según el mismo Coneval, esa canasta, que se compone de los artículos mínimamente necesarios para un hogar, cuesta según el mismo Coneval, aunque con otro estudio, 2 mil 293 pesos con 38 centavos en la zona urbana.

En el caso del estado de Chihuahua, la situación es un poco mejor, ya que son 22 de cada 100 los que no ganan para completar “el chivo”, o sea, 15 puntos menos que el promedio nacional.

Ahora que, si lo medimos por ciudades, veremos que Juárez es la “menos pobre” del país, pues son 17 de cada 100 a los que no les alcanza, mientras que en la capital son 22 de cada 100.

Las cifras se ven bonitas, sobre todo, después del golpe devastador que significó para la vida entera, y para la economía en particular, el inicio de la pandemia por Covid 19, hace justamente cuatro años, un 11 de marzo de 2020.

Hasta eso, Chihuahua anda mejor que la mayoría de las entidades, pues se ubicó en el sitio número 5 por debajo de Baja California, Baja California Sur, Coahuila y Colima.

Bien por los trabajadores y por los empleadores, pero todavía faltan muchos para que terminen la quincena sin los apuros propios de quien no le alcanzó para cubrir todas las necesidades.

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Todo indica que el “mil usos” Javier González Mocken quedó fuera de la disputa por la presidencia de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, la CEDH.

Y es que, ¡ah, que difícil se la pusieron con eso de que el nuevo ombudsman fuera “apartidista”!

El panel de organizaciones derechohumanistas que sesionaron bajo el esquema de parlamento abierto ya propuso un perfil idóneo de la persona que ocupará por cinco años la CEDH.

Y pues, bueno, con lo que le salieron al exsecretario de Educación y Deporte del Gobierno del Estado: que debe ser “apartidista”.

¿Apartidista, González Mocken? Pero si se la ha pasado haciendo campaña.

En los últimos 10 años ha sido candidato a alcalde suplente, en Juárez; luego, en el 2018, candidato titular, aunque la perdió, y ¡va de nuez! En el 2021, y otra vez la perdió.

En el camino, además, buscó una candidatura a diputado local que no le cuajó, aunque de “consolación” le dieron ser el suplente de Enrique Serrano Escobar, cuando este fue candidato –y después, alcalde– del PRI para el municipio de Juárez.

Ciertamente, le piden ser apartidista y a lo mejor el señor licenciado lo es, porque ha pasado por tantas siglas políticas que ya es difícil encontrarle un modo ideológico.

Primero fue alcalde, en sustitución del priista Enrique Serrano; luego, candidato por Morena y, nuevamente, postulado para el mismo cargo, pero por el PAN.

¿Pues con cuál partido se identifica? Está difícil. Mejor nos esperamos a dentro de tres años, a ver por cuál se lanza nuevamente. ¿Le toca Movimiento Ciudadano? En una de esas nos sale con sus tenis color naranja porque ya es ¡fosfo, fosfo!

De lo de su postulación a la CEDH, habrá que ver si logra acreditar, documentos de por medio, su trayectoria como defensor de los derechos humanos.

Ahora que, cuando fue presidente municipal de Juárez, en calidad de suplente, cuando Serrano Escobar se fue a hace campaña para gobernador, le cayeron nada más y nada menos que 11 recomendaciones de la CEDH.

Fue en su breve período, que terminó en octubre de 2016, cuando ese Ayuntamiento recibió más “coscorrones” de la Comisión que ahora intenta presidir.

Lo que es que, todas las señales indican que ya no será y pues, a prepararse para la próxima elección municipal.