El secretario de Gobernación, Adán Augusto López, estuvo este lunes en Chihuahua para inaugurar la Convención Nacional Ganadera a nombre del presidente de la República, su tocayo de apellido, AMLO.
Si venía a echar grilla y ver qué votos agarraba, le fue mal porque se llevó al menos dos rechiflas y reclamos a voz en cuello desde lo más profundo del auditorio del Centro de Convenciones y Exposiciones de la capital del estado.
En su breve y entrecortado discurso, muy a tono con el de su jefe, el “Corcholato” habló de la “larga vida” que le espera a la 4T, lo que le valió una de las varias muestras de repudio que recibió, y de al menos dos proyectos que pudieran interesarle al sector productivo de Chihuahua.
Se trata de un supuesto proyecto de abastecer a Chihuahua de agua dulce desde las costas de Guaymas, Sonora, donde se construirá una de las varias plantas desalinizadoras de agua marítima que contempla el gobierno de la 4T.
No dio más detalles, acaso porque no existe el tal proyecto o porque ni siquiera está terminado, o porque se le acababa de ocurrir como para contrarrestar las muestras de repudio que recibió.
El anuncio no motivó ninguna reacción del “respetable”. Así, de entrada, se oye difícil que de un año a otro se ejecute una obra para llevar agua desde un puerto situado a más de mil kilómetros, en línea, de la capital del estado.
Tampoco aclaró si Chihuahua volverá a sacar agua de sus presas para “abonarle” al Tratado Internacional de Aguas con los Estados Unidos, tal como lo piden en Tamaulipas.
Eso y lo relativo a la importación de ganado procedente de Sudamérica era lo que querían oír los productores y el Gobierno de Chihuahua, pero no dijo nada en concreto.
Sí habló, hasta eso, de revisar el Tratado Internacional de Aguas, pero más como una carta que se sacaba de debajo de la manga que como un proyecto bien contemplado y terminado.
No trajo nada, pues. Eso sí, trajo saludos a la gobernadora y a los exgobernadores priistas de Chihuahua.
Pura grilla, pues. Nada que abone a la ganadería o a los sectores productivos de Chihuahua. Ahora se entiende por qué lo reprobaron desde que fue anunciado.
………………
Esta elocuente columna se los había advertido desde hace varias semanas y ahora la bancada del PAN nos da la razón: hay sequía extrema en todo el estado, a grado tal que pueblos enteros se han quedado vacíos porque nomás no hay de dónde sacar ese líquido vital que nunca llega ni a tiempo ni en cantidades suficientes.
Desde antes, les dijimos que había municipios que estaban perdiendo población de manera sostenida y que, dentro de ellos, comunidades enteras que convertían en pueblos fantasmas de un año para otro.
La razón no es, como lo dicen los diputados del PAN, la extracción de agua de las presas para abonarle a la deuda con Estados Unidos generada por el Tratado internacional de aguas. No, esa agua sale únicamente de dos presas: la Boquilla y las Vírgenes, y de ahí a El Granero, de donde se hace el “pago”.
La escasez la resienten con más rigor las regiones del estado que dependen o de la extracción de agua del subsuelo, o de los que esperan el temporal para regar sus cultivos.
Si 63 de los 67 municipios de la entidad están en “sequía extrema”, como dice el diputado panista Luis Aguilar, la mayoría de ellos no recibe agua ni de la Boquilla, ni de Vírgenes y mucho menos de El Granero, presa de donde no se saca ni una gota para irrigar o para abastecer a las ciudades.
La discusión, por desgracia, se centra en ese punto: que si nos quedamos sin agua porque vienen y se la llevan. Pero nunca volteamos a ver cómo la hemos estado gastando.
Los datos que ha publicado este medio y esta columna dan cuenta de cómo se han desperdiciado metros y metros cúbicos en derrames, fugas, canales de riego mal revestidos o, de plano, sin ningún revestimiento, cultivos altamente demandantes de líquido y un largo etcétera.
Este martes, el tema volverá a ser carne de tribuna en el Congreso del Estado y, nos advierten, motivará otra de esas largas rondas de discusión que no llegan a ningún lado.
Así que prepárense para que esa sequía sea material de campaña y no una materia de trabajo conjunto para evitar la catástrofe.
Por cierto: ya viene el “Día cero”. ¡Agárrense!
………………
Parece que ya es costumbre eso de traer a los exgobernadores Fernando Baeza, Patricio Martínez y José Reyes Baeza como invitados de honor, primera fila y todo lo demás, a cuanta ceremonia se organiza en Chihuahua.
Ya parecen los “tres amigos”, nada más que estos no venían de Mapimí, como dice la canción.
Tres exgobernadores emanados del PRI que, antes, durante y después de su gestión recibieron agrias críticas y calificativos “poco elegantes” por decir lo menos, de parte de las diversas alas del panismo.
Los neopanistas de aquellos años 80s deben recordar las movilizaciones del “Verano caliente” de 1986, cuando Fernando Baeza y Francisco Barrio se disputaron la gubernatura del estado para el período 86-92.
Ahora son los invitados de honor, para todos lados y a los dos exgobernadores panistas ni quién los fume.
………………
En este apartado les comentamos el comparativo de popularidad del presidente AMLO respecto a los 32 gobiernos estatales del país y de cómo en casi todos supera al gobernador o gobernadora en turno, o de que, en la Ciudad de México, su “corcholata” Claudia Sheinbaum lo rebasa por cuatro puntos.
Pues bien, el “careo” con presidentes municipales no deja del todo bien parado al gobierno de la 4T, pero tampoco al PRIANismo.
Para el movimiento morenista debe haber sido como una bofetada en la cara que el municipio donde tiene la más baja puntuación sea Cuajimalpa, en la Ciudad de México, donde gobernó entre los años 2000 a 2005 y de donde salió “disparado” hacia la candidatura presidencial. Ahí trae un mísero 39.1% de aprobación.
La otra peor calificación la tiene en la alcaldía de Miguel Hidalgo, que también se encuentra en el feudo morenista más importante, la Ciudad de México.
Lo que debe sonarle a trombón desafinado es que el tercer municipio donde le va “pior” es en la capital de Campeche, donde gobierna su “consentida” Layda Sansores.
Les sigue Boca del Río, Veracruz y Fresnillo, Zacatecas, todos, estados gobernados por Morena.
En cambio, las calificaciones más altas las recibe de municipios ubicados en estados fronterizos: Acuña, y Matamoros, Coahuila, estado donde habrá elecciones para renovar gubernatura, así como en Benito Juárez (Cancún) y Chetumal, en Quintana Roo.
El primer lugar, con un 80% de aprobación, se lo lleva el Municipio del Centro, capital de Tabasco, quién sabe por qué.
¿Y cómo anda en Chihuahua? No tan mal, hasta eso.
En Cuauhtémoc, Delicias y Juárez tiene 60 por ciento o más de aprobación, pero no están ni de cerca en el “top 50”. En la capital, feudo del panismo chihuahuense, tiene un aceptable 54.5.
Las calificaciones son resultado de la encuesta aplicada por la casa Mitofsky durante el mes de abril y podrían variar en mayo, si se sostiene la tendencia a la baja, si bien ligera, en la aceptación del gobernante 4T.