“Dignificar la figura de ser payaso es lo más importante para mí, seguir el legado de mi papá”, expresa Francisco Alejandro Ibarra ‘Payaso Panchito’.
La alegría y amor por esta profesión, que ejerce desde hace 12 años, la heredó de su padre José Alejandro Ibarra, mejor conocido como el payaso Teto.
“Soy un payaso de tradición, un payaso familiar y 100 por ciento infantil, mi show es musical, hacemos comedia, concursos interactivos”, comenta.
Y agrega que estos años en los escenarios han sido de mucho sacrificio, mucha alegría, diversión y amor.
Del circo a los escenarios
Panchito platica que en sus inicios siempre estuvo detrás de su papá como DJ y tres años antes de acompañarlo en los escenarios se embarcó en una aventura por el mundo circense.
“Antes de ser payaso de fiesta infantil, mi papá me dijo, primero empieza en el circo para desarrollarte”, mencionó.
Panchito viajó por varias ciudades de México como integrante de más de 10 circos, entre ellos el de los Hermanos Suárez, de los Fuentes Gasca, de Franzatti y el Mágico.
A los 22 años se pintó de payaso por primera vez y comenzó a compartir escenario con su papá.
“La comedia se deriva de dos, siempre nos divertimos cuando alguien se cae o se equivoca, cuando entré con mi papá fue darle una renovación total”, comenta.
Teto, su padre y ejemplo a seguir
Para Panchito no existe admiración más grande que la que siente por su padre, “me enseñó todo lo que sé, tanto como ser humano como en el trabajo”.
Y afirma que también fue el mejor consejero que tuvo, su mejor amigo y maestro de vida.
“Un día me dijo: Pancho todo lo que tu vayas a hacer piensa que lo vas a hacer solo, que tu eres el chistoso, que tu tienes que hacer reír a la gente, no le faltes al respeto y siempre respeta tu personaje de ser payaso”, recuerda con nostalgia.
Meta: Llevar alegría a los niños
Panchito señala que su principal misión en la vida es siempre llevar alegría a los niños y una forma de hacerlo, además de sus shows, es con los salones de fiestas infantiles de Teto.
“Ya tenemos cuatro y estamos próximos a abrir el quinto, lo logramos a base del trabajo en familia, queremos continuar con el legado de mi papá y que la gente de Ciudad Juárez no lo olvide”, finaliza.
Alejandra, Mateo y Panchito son sus tres hijos, a quienes quiere enseñarles el amor por el aplauso y lo bonita que es la profesión de ser payaso