Las galletas son uno de los inventos más deliciosos en la historia de la humanidad.
Con miles de diseños y recetas, estas son las estrellas de diciembre, un mes en el que tienen varias celebraciones, entre ellas su día mundial (4), uno para hornearlas (18) y otro para intercambiarlas (22).
Las galletas también tienen un significado especial relacionado a la Navidad, y es que quién no ha seguido la tradición de dejarle unas galletas a Santa acompañadas por un vaso de leche.
Esta mágica costumbre nació en el siglo XIII en los Países Bajos, donde existía el famoso pan de jengibre, el cual sirvió de base para las galletas pepernoten, distinguidas por su sabor a caramelo y nueces, y preparadas especialmente para la celebración de San Nicolás, el 6 de diciembre.
La tradición de San Nicolás
San Nicolás es reconocido como el patrono de los niños y en la tradición holandesa, se cuenta que éste desembarcaba en las costas de aquel territorio, procedente de España, con regalos para los pequeños; en su travesía lo acompañaba su ayudante Zwarte Pieten, quien era el encargado de repartir las galletas.
Los primeros colonos holandeses fueron los que llevaron esta tradición y las galletas a las colonias inglesas en América, y tiempo después, los niños estadounidenses comenzaron a dejarlas como aperitivo para Santa Claus en la víspera de la Navidad en agradecimiento por los obsequios y para que pudiera cenar algo antes de seguir su camino.
En México, la tradición de la llegada de este famoso personaje se dio en la década de los cincuenta.
¡Deliciosas fiestas!
Tradicionales o en forma alusiva a personajes simbólicos como Santa Claus, muñecos de jengibre, pinos navideños, renos o monos de nieve, las galletas de mantequilla con betunes de colores son toda una delicia y mejor aún si se acompañan por una caliente y espumosa taza de chocolate en estas fiestas decembrinas.
¿Sabías que…?
En la década de 1930, la chef estadounidense Ruth Graves Wakefield inventó por accidente las galletas con chispas de chocolate, ya que al no contar con sus ingredientes típicos, agregó un tipo de chocolate que para su sorpresa no se fundió y el resultado encantó a los comensales del Toll House Inn, un hostal ubicado en la carretera de Massachusetts, famoso por sus postres.