María Antonieta Pérez Reyes, diputada por Morena, presentó una propuesta con carácter de punto de acuerdo en el Congreso de Chihuahua, para que tanto el Municipio como el Estado investiguen conjuntamente sobre el Grupo Cementos de Chihuahua (GCC) y su impacto en la calidad del aire, de la capital de la entidad.
La legisladora destacó la importancia de la Sierra Nombre de Dios como un emblema natural, histórico y cultural del municipio.
Recordó que la Profepa detectó irregularidades en las operaciones de la empresa, que continuó funcionando sin corregir las fallas señaladas en una auditoría.
Por ello, consideró necesario garantizar el cumplimiento de las leyes ambientales y aplicar medidas para evitar la contaminación, informando los resultados de las auditorías pertinentes al Congreso.
Recordó que la sierra de Nombre de Dios, fuente de recursos hídricos y biodiversidad, fue objeto de una consulta pública en 2022, donde más del 97 por ciento de los votantes apoyó su protección urgente.
“Esta región es crucial para el bienestar de la población, pero está siendo amenazada por actividades industriales y extractivas”, dijo Pérez Reyes.
Denunció que las actividades industriales, especialmente la extracción de materiales, han tenido impactos negativos en los ecosistemas locales, los cauces de agua y la calidad del aire, situación que se han traducido en problemas de salud pública, como enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
A pesar de que una de las condiciones para la autorización de estas actividades fue la protección de los cauces de agua, las modificaciones no han cesado, lo que pone en peligro los recursos hídricos de la región, especialmente el Río Sacramento, advirtió.
La diputada recordó que la “La ley de Equilibrio Ecológico y Protección Ambiental del Estado de Chihuahua, obliga al gobierno del estado y al del municipio, el controlar y cuidar del medio ambiente, evitando la contaminación, así como la sobre explotación de materiales.
