La plena integración de mujeres de la etnia rarámuri es ya una realidad en Chihuahua.
La empresa Visteon cuenta con un programa revolucionario llamado “Manos Unidas”, que se centra en la inclusión y empoderamiento de las mujeres Rarámuri.
Este programa ha capacitado a estas mujeres de las comunidades originarias y les ha brindado las habilidades necesarias para incorporarse al ámbito de la industria automotriz.
Desde la manipulación de equipos de alta tecnología hasta la producción de componentes para marcas tan importantes como BMW y Mazda, estas mujeres han demostrado su capacidad y destreza en un entorno altamente especializado.
Lo que distingue a “Manos Abiertas” es su enfoque en la formalización laboral y el bienestar de las participantes. Estas mujeres obtienen acceso a prestaciones de ley, incluida la seguridad social y la oportunidad de adquirir vivienda propia. Además, participan en programas de prevención de la salud y de ahorro, lo que se traduce en acceder a una base financiera sólida para el futuro.
Martha González, de 27 años de edad, es originaria de Guachochi. Tiene 10 meses desempeñándose en el área de bonding y comenta que antes de incorporarse a la industria tuvo trabajos en el sector informal.
“Tenía miedo cuando llegué a la planta, pero mi coordinadora me guió en todos los pasos del trabajo para lograr el armado de los displays que van en los carros. Uso máquinas y equipo para realizar mi trabajo y, hoy, me siento muy contenta”, aseguró.
Otra de las integrantes de “Manos Unidas” es Francisca González Holguín, ella tiene 39 años de edad y ya cuenta con 5 años de experiencia en la planta.
“Hace 5 años que llegué aquí, se me ha hecho fácil el trabajar, me desempeño en el área de armado e inspección de tablillas SMT y displays para autos. Hoy puedo decir que vivo mejor, que no me hace falta nada ni a mí, ni a mi familia. En mi casa ahora hay lo que se necesita”, dijo.
La planta Visteon de Chihuahua, a través de “Manos Unidas”, hace posible un futuro más igualitario y próspero para las mujeres rarámuris y sus comunidades, al tiempo que impulsa la innovación en la industria automotriz.
Eduardo Espino, director de Recursos Humanos en Visteon de Chihuahua, asegura que no solo se percibe una transformación en las vidas de este grupo de mujeres, sino que también ha impulsado a la industria, ya que la productividad y desarrollo de habilidades en este grupo ha permitido la promoción a áreas y procesos más complejos, todo con base en su competencia.
“Manos Unidas es un testimonio de la colaboración entre la industria y las comunidades locales y estas mujeres hoy se convierten en agentes de cambio y ejemplo de superación, desafiando y superando las expectativas tradicionales de género en la comunidad rarámuri” explicó.
Con las herramientas y el ambiente adecuado, cualquier persona puede tener posibilidades de crecer y gracias al director de planta, Humberto Ochoa, quien arropó este programa, se espera duplicar para el 2024 el personal de origen rarámuri.
“Queremos demostrar que Visteon abre sus puertas a grupos que por muchos años estuvieron marginados para poder participar en este tipo de industria, queremos tener y mantener este tipo de programas en los que el único requisito es querer participar”, destacó Eduardo Espino.
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