Porque la calidad docente y la distribución de los libros en Chihuahua están en juego, el Colectivo ProDefensa de la Educación Pública/Chihuahua, celebró el Conversatorio para maestras y maestros, madres y padres de familia respecto a La Nueva Escuela Mexicana.
“La decisión nos molesta”, expresó la educadora juarense Araceli Zamora Gutiérrez, respecto a la disposición de la gobernadora María Eugenia Campos de frenar la distribución de libros de texto gratuito.
“Los libros son un modelo que no niega la realidad, porque niñas y niños deben saber lo que ocurre afuera. Los padres nada deben temer para que sus hijos conozcan la realidad, para llegar a la tolerancia y no sucumbir a otros estilos de crianza y de pensamiento”, expresó.
En la presentación de la mesa relatora donde también participaron los educadores Wendy Tagle Carrillo, Ana María González Ortiz, Leonardo Meza y Martha Rey Mendoza, se comentó el sabotaje de la que fue objeto la realización del conversatorio, al negar sus instalaciones la Sección Octava del SNTE, la Universidad Autónoma de Chihuahua y el Colegio de Ingenieros Civiles.
En el salón de conferencias del Colegio de Arquitectos, donde finalmente se llevó a cabo el conversatorio, el normalista y educador Leonardo Meza comentó que La Nueva Escuela Mexicana no es una ocurrencia como ha difundido el Gobierno del Estado.
“Tiene su soporte en muchos pedagogos latinoamericanos, de vocación liberadora. Está pensada para la realidad porque tiene un contexto de pedagogía para resolver problemas reales y echa por tierra que los libros no tienen matemáticas: eso es un error garrafal, porque suponen que el libro es el aprendizaje en sí mismo”, destacó Meza.
Añadió que “Pasan por alto que en el aula hay maestros que utilizan los libros con un enfoque metodológico para potenciar situaciones de aprendizaje; no es un programa de educación domesticadora, estamos tratando de construir una escuela donde el maestro sea un transformador”.
Ante un auditorio de unas 100 personas, en el conversatorio se dijo que “es un mito que los libros sean adoctrinadores, porque tienen como eje el pensamiento crítico”.
También que “es un mito que tengan contenidos peligrosos para los niños, porque están basados en derechos humanos, no en dogmas”.