Los perfumes son un producto de belleza básico para representar nuestra esencia y personalidad. Si sientes que su aroma desaparece a las pocas horas de aplicarlo, existen algunos trucos que solucionan este problema y que harán que tu fragancia favorita te acompañe por más tiempo.
El mejor momento para aplicarlo es…
¡Al salir de bañarte! Esto se debe a que el vapor abre los poros y el aroma penetra mejor en ellos y alarga su duración.
¡Huméctate!
Ponerte una crema humectante, especialmente en los puntos de calor y pulsión, ayuda a que el perfume se quede mucho más tiempo en el cuerpo.
Rocíalo en zonas clave
Si lo aplicas solo en el cuello, detrás de las orejas y en las muñecas, hazlo también en los tobillos y detrás de las rodillas. ¿La razón? Potencia el perfume al estar en constante movimiento y generar calor.
Deja de tallar tus muñecas
Es común que frotes tus muñecas al aplicar el perfume, pero debes saber que la fricción inhibe su esencia.
Guárdalo en un lugar fresco
¿Sabías que los perfumes distorsionan su olor cuando están expuestos a la luz y calor o frío extremo? El lugar ideal para guardarlo es en tu clóset o en una cajonera cerca de tu cama.
No lo reapliques constantemente
Los aromas del perfume y el café tienen un efecto similar, después de unos minutos dejas de percibirlos porque tu nariz se acostumbra a ellos, pero eso no significa que hayan desaparecido. Evita reaplicarlo constantemente, ya que no permites que el aroma evolucione y que surjan sus notas de cuerpo y fondo.