El intenso ritmo de vida hace que las mujeres ignoren las señales que manda el cuerpo en cuestión de salud, calificando los síntomas de pasajeros y pensando que pronto desaparecerán.
Entre ellos se encuentra el desequilibrio hormonal, el cual puede provocar desde inesperados cambios de ánimo hasta infertilidad.
¿Por qué ocurre?
Las hormonas son mensajeros químicos producidos por las glándulas endocrinas que actúan en beneficio de procesos críticos en el cuerpo como el metabolismo, el crecimiento, el desarrollo, el estado de ánimo, la función sexual y la reproducción.
En el caso de las mujeres, el estrógeno y la progesterona son las hormonas más importantes, que en caso de no trabajar de manera conjunta provocan el desequilibrio hormonal, el cual es común que ocurra en el embarazo, la menopausia, durante los ciclos menstruales, por el estrés, una vida sedentaria y una alimentación deficiente.
Síntomas
Los síntomas de un desequilibrio hormonal son muy claros, pero a veces son confundidos con afecciones comunes, entre ellas:
- Acné persistente: Aunque existen brotes de acné antes del periodo menstrual a causa de los cambios hormonales, este también se produce cuando hay un trastorno de andrógenos, hormonas que son segregadas por las mujeres en menor medida que los hombres, pero suficientes para estimular el exceso de producción de grasa que queda atrapada en los poros de la piel y forma los indeseables granos.
- Hambre y sueño: El apetito insaciable del que puedes ser presa pese a comer suficiente, puede deberse a que tu cuerpo no tiene las suficientes horas de sueño, situación que aumenta la producción de grelina, que estimula el apetito, y disminuye la leptina, que se encarga de controlar y sentir la saciedad. La pérdida de sueño se debe a la disminución de progesterona antes del periodo.
- Calores nocturnos: Están relacionados con una combinación de exceso de estrógeno y disminución de la progesterona.
- Pérdida de la libido: Este es uno de los síntomas más comunes del desequilibrio hormonal, el cual es causado por la poca producción de estrógeno o a los cambios hormonales ocurridos en el embarazo. También por la disminución del estrógeno, ocurre la resequedad vaginal otro síntoma constante.
- Cansancio: Se debe a que las hormonas tiroideas no se producen en grandes cantidades, sobre todo cuando también existe el sobrepeso.
- Cambios de ánimo: Las alteraciones hormonales que se producen en estos periodos aumentan el estrés, la depresión y otras emociones negativas.
- Dolor en las mamas: Los niveles altos de estrógeno incrementa la sensibilidad y el dolor en las mamas, y en algunos casos formación de tumores, fibromas y quistes.
Su tratamiento
El tratamiento depende de cada mujer, por eso es que se debe acudir con un médico, quien podría recetar desde pastillas anticonceptivas hasta realizar procedimientos más avanzados, como un reemplazo hormonal.
Otra importante recomendación para evitar este tipo de desequilibrios es mantener una dieta balanceada, aumentar el consumo de frutas y verduras, controlar el consumo de azúcar, evitar los alimentos con compuestos estrogénicos de origen natural, y por último balancear la flora intestinal, la cual desempeña un papel sumamente importante en el funcionamiento de todo el organismo, pues es aquí donde se descomponen y reciclan algunas hormonas.