El que decía que el poder era para poder y no para no poder, ahora sí que ya sabe lo que significa que el poder no es para siempre.

De nueva cuenta, el exgobernador César Horacio D.J. no pudo librar la prisión preventiva. A estas alturas debe de tener ya el récord de intentonas, porque al menos una docena de veces le han dado palo a su petición de seguir su proceso en libertad.

Como siempre, sus abogados buscaron ayer desde temprano vender la idea de que ahora sí tenía el amparo para salir. Como ha ocurrido antes con las versiones propaladas por su defensa, tampoco era así.

Ya no sabe esta Doña si son o se hacen, pero los abogados siempre la intentan, aunque ya tengan fama de mentirosillos.

El caso es que sí hubo audiencia, ordenada por un juez federal, pero simplemente para que el juez de Control considerara la salud del imputado y revisara la medida cautelar. Así se hizo y de nuevo les dijeron nanay.

César D.J. no sale, por lo menos ahora. Ya cuando pasen las elecciones, quién sabe si otro gallo le cantará al exmandatario acusado de un desvío por 96.6 millones de pesos.

Fue la jueza Hortensia García Rodríguez quien confirmó que se queda la medida de prisión preventiva. El exgobernador ballezano se volvió a poner quejumbroso en la audiencia realizada en el Tribunal Superior de Justicia del Estado e insistió en que se le usa como un botín electoral. Pobrecito.

La jueza simplemente dijo que la atención a la salud del imputado estaba garantizada y si requiere salir del penal para una operación mayor en torno a su padecimiento del corazón, se le dará permiso para eso, pero nada más.

Recuperación, el tiempo que sea necesario, pero hasta ahí. Luego debe de regresar a su celda en el penal de Aquiles Serdán.

El exgobernador aseguró que la audiencia fue una pérdida de tiempo. Y la verdad es que sí, eso ha provocado su defensa con tanto amparo y tanta audiencia para solicitar lo mismo que se le ha negado una y otra vez, por presentar una condición similar a la de cientos de presos enfermos.

A ver hasta cuándo avanza su juicio. El exmandario está preso en Chihuahua desde el 2 de junio del 2022, aunque fue detenido en Miami, Florida, desde el 8 de julio del 2020.

Son ya casi cuatro años y el hecho es que todavía no se imparte justicia en este tan sonado caso de corrupción política. 

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Hoy que se cumple un año de la tragedia en la estación migratoria de Ciudad Juárez, es imposible no voltear a ver lo que está ocurriendo en esta capital con las personas en condición de movilidad que improvisaron un campamento.

Junto al bulevar Juan Pablo II, cerca de mil migrantes están hacinados en un espacio al aire libre, pero no por eso menos peligroso.

En la frontera murieron 40 extranjeros por la negligencia de las autoridades migratorias que no cumplieron ningún protocolo de seguridad para operar esas cárceles en que eran convertidas las estaciones migratorias.

También en esta ciudad hay riesgo de que se pierdan vidas, ya que fácilmente puede generarse un incendio en el campamento armado con materiales que arden rápidamente, como lo son cobijas, tiendas de campaña, cartones y plásticos.

Las condiciones climatológicas aumentan los factores de riesgo porque las personas migrantes suelen encender fogatas para calentarse.

Es solo uno de los aspectos de inseguridad al que se enfrentan las personas en condición de movilidad en Chihuahua. También quedan vulnerables por accidentes junto a la vialidad y hasta por los ataques de los grupos criminales.

Si a eso se agregan las condiciones de insalubridad, por la basura acumulada y la falta de servicios básicos y de higiene, el escenario es más que preocupante.

Lo lamentable es que ninguna autoridad se inmute frente a lo que ahí está ocurriendo, y nada se haga para ofrecer alguna alternativa de espacios de acogida o albergues debidamente equipados.

Como si no fuera suficiente con la tragedia ocurrida en Ciudad Juárez. ¿Acaso estarán esperando otra desventura más para ponerse a hacer algo?

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No sabe uno ya si reír o llorar con las vaciladas de nuestros gobernantes. Y es que con aquello de que tendríamos un sistema de salud como en Dinamarca, sí se volaron la barda.

Ya nos conformamos con que no falte medicamento y las citas para operaciones no se posterguen hasta el infinito, pero nuestro pobre sistema sigue acumulando carencia tras carencia.

La última que le tocó al Instituto del Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Chihuahua, es que se quedó sin servicio integral de anestesia, por una falla de los proveedores.

La noticia se conoció ayer a nivel nacional, pero tuvo impacto por estas tierras norteñas. Todo por el incumplimiento en el suministro de medicamentos y equipo para anestesia por parte de las empresas CBH+ Especialistas en Innovación Médica y DMN Distribuidora Médica Ninnus.

Igual que a Chihuahua, le pasó a Nayarit y Ciudad de México, que se quedaron sin el equipo, de acuerdo a lo que reportaron sus Órganos de Operación Administrativa Desconcentrada (OOAD).

“No se recibió equipo médico, bienes de consumo y medicamentos, por lo que no se cuenta con actas de entrega-recepción de la licitación LA-50-GYR-050GYR988-T-9-2023”, de acuerdo con una respuesta del Órgano de Operación Administrativa Desconcentrada de Chihuahua, fechada el 22 de febrero.

El organismo acusó de incumplimiento a las empresas que ganaron una licitación pública en agosto del año pasado, para 14 partidas por un monto máximo cercano a los cuatro mil millones de pesos.

Se supone que la entrega del servicio, insumos y medicamentos para anestesia debía cubrir hasta el 2025. No es cosa menor ese servicio, ya que sin su cobertura no se pueden programar las operaciones y atender las emergencias.

Todavía falta que expliquen cómo le van a hacer para solventar ese tremendo faltante.

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A ver cómo resulta la parchadera de baches, pero el hecho es que por fin se les meterá mano a algunos tramos de la carretera Chihuahua-Juárez que llevan años hechos garras.

Ya habíamos comentado aquí la forma en el Gobierno Federal se desatendió de plano de los tramos que le corresponden y dejó de enviar recursos para su mantenimiento.

Lo peor es que la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), ni pichaba, ni cachaba, ni dejaba batear. Literalmente, ya que, aunque desde el Gobierno del Estado querían hacer algo, no tenían la autorización.

Pues finalmente se destrabó el embrollo y la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas lanzó la licitación pública para asignar los trabajos de bacheo.

Ojalá y que no sea nomás por encimita, ya que en la convocatoria se habla de “bacheo superficial”.

Así que se empezará por el peor tramo de todos, el de Sacramento a El Sueco, ahí donde abundan verdaderos cráteres.

No nomás le tocará a esa rúa, también se mandarán cuadrillas a la vía corta a Parral, así como a tramos aislados de la carretera Sueco-Janos.

La obra se podrá hacer por un convenio de colaboración, con todo y que andaban muy tensas las relaciones entre Gobierno del Estado y Federación, sobre todo por las diferencias que se han generado en materia de seguridad.

Todavía resuena aquella declaración en que la gobernadora, luego del secuestro de integrantes de los LeBarón, se dejó ir en contra del Gobierno Federal cuando consideró que se hacían “pen….” en los temas relacionados con el crimen organizado.

Por lo pronto hubo acuerdo, aunque no nos quedó claro de a cómo será el ramalazo de gasto estatal. Lo único que recuerda esta Doña es que el Gobierno del Estado había insistido que arreglar los tramos federales requería de una inversión de 9 mil millones de pesos.

Seguro no se parcharán los miles de kilómetros de la red federal de carreteras, pero ya con que se atiendan las principales, es ganancia.