El exbaterista de Scorpions, James Kottak, murió la mañana de este martes a los 61 años, como lo dio a conocer su hija Tobi, y aunque la joven no dio a conocer las causas de su deceso, sitios de música especializada en heavy metal han escrito que fue hallado sin signos vitales en el baño de su casa, ubicada en Louisville, en el centro de Kentucky, Estados Unidos.
A pesar de que el músico no formó parte de la agrupación alemanda desde su creación, en 1965, fue el integrante que logró una permanencia más longeva, pues acompañó a la banda por 20 años, de 1996 hasta el 2016, año en el que fue expulsado debido a sus problemas con el consumo excesivo de alcohol.
De hecho, en 2022, James se sinceró públicamente y habló de la dura batalla que había enfrentado para dejar sus adicciones, reconociendo que, en ese momento, aún no había superado del todo su alcoholismo.