Aunque la actividad sexual brinda placer y tiene algunos beneficios para la salud emocional y sistema inmune de los humanos, un estudio realizado en Estados Unidos reveló que las prácticas sexuales en la población disminuyeron. Pero ¿Cuál es la razón? Te contamos qué dicen los expertos.
Un artículo publicado en “Archives of Sexual Behavior”, encontró que de 2009 a 2018 hubo una disminución en todas las prácticas sexuales. Desde la masturbación (en solitario y en pareja), hasta el sexo oral, sexo anal, y el coito pene-vaginal. Incluso, se halló que los adolescentes también se martuban menos.
De hecho, debido a sus numerosos beneficios para la salud, algunos científicos están preocupados por la declinación de la actividad sexual en algunos países.
¿Por qué los adolescentes se masturban menos?
La investigadora Debby Herbenick, principal autora del estudio y profesora de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Indiana en Bloomington; señaló que es la primera vez que un estudio reporta que los adolescentes se masturban menos.
En ese sentido, Tsung-Chieh Fu, coautora del estudio, dijo que aún hacen falta pruebas para determinar las causas que influyen para este cambio en los jóvenes. No obstante, hay dos factores con los podrían estar reemplazando el tiempo dedicado al sexo: redes sociales y videojuegos.
Aunque ambas coincidieron en que las explicaciones podrían variar según grupos de edad, tipos de relaciones y géneros.
Entonces ¿qué influye en la disminución de sexo en el mundo?
Las expertas informaron que hubo un aumento en el número de personas que se identifican como asexuales o que no sienten atracción sexual y que consideran a esta orientación como válida. Lo cual podría influir en el hallazgo de resultado.
Otro posible factor de la disminución de sexo en el mundo es el estatus economico; pues los bajos ingresos podrían estar asociados.
Un ejemplo es que durante el confinamiento por Covid-19, varias parejas que vivían separadas comenzaron a pasar más tiempo juntas o decidieron cohabitar. Sin embargo, esas circunstancias tampoco significaron que sus relaciones sexuales fueran más frecuentes.
¿Por qué? El estudio añadió que la vida sexual se vio limitada por el aislamiento, trabajar en casa, dificultades económicas que pudieron generar problemas en la relación; además de que en las parejas con hijas e hijos, la “inestabilidad” en el cuidado de los menores pudo haber influido.
Asimismo, se debe tomar en cuenta que en la pandemia algunas personas sufrieron la pérdida de su empleo e incluso pérdidas de familiares. Incluso quienes tuvieron –o tienen– que luchar contra la depresión y ansiedad, dos aspectos que intervienen en el deseo sexual.
¿Existen riesgos por la falta de actividad sexual?
Para su estudio, los investigadores compararon su información con la recopilada por la General Social Survey entre 1989 y 2014, a personas mayores de 18 años. Y encontraron que la actividad sexual disminuyó en diferentes grupos de edades, pero en especial en “las personas de mediana edad con parejas sexuales y en personas con niños en edad escolar”. Esto según UNAM Global.
Y aunque a los investigadores encargados de esta investigación les preocupa que esta disminución llegue a tener consecuencias para la salud y relaciones sociales de las personas; una experta de la UNAM discrepa de esas posibles causas y consecuencias.
Ena Eréndira Niño Calixto, del Programa de Sexualidad Humana de la Facultad de Psicología de la UNAM, dijo que “no hay un efecto negativo por no tener actividad sexual”.
Pues hay actividades que producen el mismo efecto “como hacer ejercicio, entretenerse con películas o realizar meditación y relajación, ya que se secretan endorfinas, ácido láctico y serotonina, lo que genera sensaciones de bienestar; hay un sueño reparador; hay un momento de tensión, otro de relajación”. También agregó la interacción afectiva como abrazar, besar o mantener conversaciones amenas.
Por otra parte, la académica indicó que las personas que se identifican como asexuales, se sienten satisfechas con no tener actividad genital. “Les agrada su cuerpo y el de las otras personas; la pasan muy bien conversando. Pero no sienten ni la necesidad orgánica ni la necesidad emocional de tener actividad coital. Me parece que no hay consecuencias negativas en términos de la salud”.
Otras prácticas sexuales
Ena Eréndira Niño Calixto, comentó a UNAM Global, que las personas que sí sienten deseo sexual, han implementado “otras prácticas de contacto físico, de estimulación de muchos órganos sensoriales del cuerpo para llegar al placer sin necesidad del coito”. Y dijo que “las prácticas sexuales y su frecuencia han cambiado con el tiempo”.
“El contacto sexual, el coito, ha sido resignificado. Ha habido cambios importantes porque, creo, en los diversos niveles educativos hay mayor educación para la salud sexual […]”. Es decir, “quizá en aras de evitar el riesgo del embarazo o de alguna infección de transmisión sexual, ahora los jóvenes prefieren no tener relaciones sexuales, y en su lugar se tocan, se besan, se estimulan genitalmente, e incluso alcanzan el orgasmo pero sin llegar al coito”.
Finalmente la experta consideró que “no hay consecuencias negativas en términos de la salud por la falta de contacto sexual; habrá que analizar otros factores psicoemocionales y socioculturales que generen malestar en la vida cotidiana e impacten en la salud en general y en la salud sexual en lo particular”.
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