La Conferencia del Episcopado Mexicano emitió un comunicado este martes en el que expresa su preocupación por la situación de los migrantes indocumentados, y exhorta a las autoridades y a la sociedad a actuar con justicia y humanidad.
Ante la creciente tensión en ciudades estadounidenses por las redadas migratorias y las protestas que han derivado en actos violentos, los prelados hicieron un llamado al mutuo entendimiento y pidieron la intercesión de la virgen de Guadalupe, patrona de México para el mundo católico, a comprender “que todos somos hermanos”.
La carta, firmada por los obispos Eugenio Lira Rugarcía, Ramón Castro Castro y Héctor Pérez Villarreal, reconoce el sufrimiento de miles de connacionales que han sido detenidos o viven con temor ante las recientes redadas masivas en Los Ángeles, San Francisco y Austin, operativos que han encendido una serie de manifestaciones sociales a favor de los migrantes.

“Aunque algunos migrantes indocumentados cometan actos delictivos, no todos son delincuentes. La gran mayoría contribuye al bien de las comunidades en las que viven y trabajan”, afirma el documento episcopal, que retoma palabras de Mons. José Gómez, arzobispo de Los Ángeles.
El pronunciamiento también destaca la necesidad de una distinción clara entre criminalidad y condición migratoria, como base para tomar decisiones informadas y justas, tanto en el plano legal como en el ético.
Los obispos recordaron el llamado bíblico a no discriminar al extranjero y citaron al Papa León XIV, quien recientemente pidió a los Estados «crear contextos donde se proteja la dignidad de todos, sean ciudadanos o migrantes».
Contexto: protestas encendidas por redadas
El mensaje de la Iglesia se emite en medio de un ambiente de tensión en Los Ángeles, donde en los últimos días se han registrado movilizaciones masivas en rechazo a los operativos federales de detención de migrantes. En algunos casos, las manifestaciones se han tornado violentas, como la quema de patrullas y actos de vandalismo registrados en el barrio de Boyle Heights y el centro angelino.

Las autoridades locales han pedido calma, mientras organizaciones pro migrantes acusan un trato desproporcionado y denuncian que muchos arrestos han sido realizados sin respetar el debido proceso ni el derecho a representación legal.
La Casa Blanca ha defendido los operativos bajo el argumento de seguridad nacional, aunque distintos sectores —entre ellos figuras religiosas y defensores de derechos humanos— insisten en que se trata de una criminalización de la migración.
Llamado al entendimiento y a la acción conjunta
El comunicado episcopal cierra con una plegaria a la Virgen de Guadalupe para que guíe a los pueblos a reconocerse como hermanos, y hace un llamado a las autoridades tanto mexicanas como estadounidenses para impulsar un sistema migratorio justo, que ofrezca alternativas reales y respete la dignidad humana.
“La solución a la migración indocumentada requiere múltiples acciones conjuntas, y no medidas que solo complican la vida de todos”, advirtieron los obispos.
