Un catrín y una catrina, acompañados de un catrincito, visitaron la exposición que con motivo del Día de Muertos crearon empleados del Gobierno del Estado en Palacio de Gobierno.

El catrín, Jesús Quezada, se mostró sorprendido por la belleza de los altares: “Están impresionantes y me dan una sensación de sentimientos encontrados, entre temor y felicidad”.
La catrina, Susana Flores, también reconoció que esta tradición mexicana “hace recordar a nuestros seres queridos que se fueron y es algo que debemos inculcar en nuestros hijos”.
El catrincito, Álvaro Martínez, no entendía cuestionamientos; a él le interesaba ir por dulces y golosinas que se ofrendaban en los altares.
Esta pareja de enfermeros del Hospital de Ginecología de Chihuahua llegaron a la sede del Gobierno del Estado, luego de haber obtenido el segundo lugar en un concurso de disfraces de la escuela primaria Eloy Vallina, donde el catrincito cursa el segundo año.
“Es un sentimiento muy bonito, ver que todavía existan estos valores, estas raíces tan nuestras se llevan a cabo ir a ver tan impresionante los arreglos”, dijo Quezada.
Mientras, Susana Quezada comentó: “Lo más seguro en esta vida es la muerte y no hay que temerle”.





